Notivida, 15-9-18
En su habitual reflexión en el programa “Claves para
un Mundo Mejor”, que se emite por Canal 9, Monseñor Héctor Aguer, Arzobispo
Emérito de La Plata, recordó leyes sancionadas en las últimas décadas que
atacan de modo particular a la familia, haciendo hincapié en la norma
proyectada para modificar la llamada Ley de Educación Sexual Integral (Vid
Notividas Nº 1126, 1127 y 1128).
Recordemos que en el año 2003 Felipe Solá, por
entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires, vetó parcialmente la Ley
provincial de “Salud reproductiva y Procreación Responsable” que pretendía
obligar a instituciones de gestión pública y privada porque eso “contraría el
principio de libertad religiosa imperante en la Provincia”. Se lee en el veto
de Solá: “Quien por ejemplo, asistiera a un establecimiento privado de
educación católica se vería obligado, contra su voluntad y más, contra la
voluntad de sus padres, a participar en temas que pudieran entrar en conflicto
con sus creencias”.
texto completo de la
alocución televisiva de Mons. Aguer:
“Después del fracaso en el Senado de la Nación de la
ley abortista, parece que han recrudecido los ataques contra la Iglesia. Ha
habido enojos, pintadas, insultos y, luego también la insistencia en que la
derrota no ha sido tal y que la victoria de los pro-vida ha sido una victoria
pírrica, porque ahora con la introducción de la nueva fórmula del Código Penal
se trataría de introducir, de alguna manera, aquello que no pudo ser por vía
legislativa”.
“En realidad, yo pienso que hace tiempo que la
enemistad contra la Iglesia se viene manifestando en cosas concretas. Diría que
hace unos 35 años, más o menos, porque la “democracia recuperada” nos ha regalado
el divorcio vincular que ha destruido el matrimonio y con él la familia.
Hoy
día la mayor parte de la gente no se casa y, a propósito, yo suelo citar una
frase preciosa de Eva Perón que, en un mensaje a un Congreso de Mujeres de
Barcelona, dijo refiriéndose al Siglo XX: ‘nuestro siglo será llamado el siglo
del feminismo victorioso. La victoria del feminismo consiste en la
indisolubilidad del matrimonio y la presencia de la mujer en el hogar’.
Con el
divorcio se ha borrado ese valor del humanismo cristiano”.
“Después vino lo de la educación sexual, que ahora se
la pretende llamar integral y que fue la repartija, a mansalva, de
preservativos y anticonceptivos. Eso no dio resultado, porque han intentado el
recurso extremo del aborto. Quiere decir que la cosa no funcionó, que la gente
no los usa, que no los sabe usar o están fallando, qué se yo. Luego vino el
“matrimonio igualitario” con lo cual se introdujo la ideología de género y, hoy
día, vaya uno a decir lo que estoy diciendo acá, porque enseguida lo denuncian
ante el INADI por discriminador. Porque si uno sostiene que la única
discriminación que existe es la que aparece en el Génesis 1,27 que dice: ‘Dios
creó al ser humano a su imagen, a imagen de Dios lo creó, varón y mujer lo
creó’. Van a decir que es un discriminador porque ahora hay numerosas
combinaciones posibles, géneros y transgéneros han reemplazado al sexo. En los
hospitales de niños, donde tantos niños sufren esperando ser atendidos, se han
establecido secciones especiales para tratar niños trans que pasan a ser de
varones a mujeres o de mujeres a varones. Ínfima cantidad por supuesto,
agrandada por el periodismo, pero los grandes problemas de la salud pública no
son atendidos. Además han aumentado increíblemente las enfermedades de transmisión
por vía sexual. ¡La sífilis, por ejemplo, que parecía una peste del pasado! No
se quiere reconocer que la violación de la naturaleza tiene su terrible costo”.
“Vuelvo a lo de la educación sexual aunque ya otras
veces he hablado de esto. Es que ahora desde el Ministerio de Educación de la
Nación se viene una andanada muy fuerte, y con la calumnia de que la Iglesia no
cumple con este ámbito de la educación, lo cual es falso. Nosotros, en nuestros
colegios católicos, tenemos educación sexual, que llamamos como corresponde:
‘Educación para el amor, la castidad, el matrimonio y la familia’. Nuevas
disposiciones legislativas agravan las ya vigentes con el intento de
naturalizar lo antinatural. El intento perverso comienza por el jardín de
infantes. ¡Corrupción de menores!”
“Fíjense qué
paradoja: el Estado no cumple con sus propias obligaciones y quieren hacernos
cumplir a nosotros lo que va en contra de nuestras convicciones. Pienso en la
Provincia de Buenos Aires. En el artículo 199 de la Constitución Provincial de
Buenos Aires, promulgada en el año 1994, se lee: ‘los escolares bonaerenses
deben recibir una educación integral, de sentido trascendente, según los
principios de la moral cristiana respetando la libertad de conciencia’. Eso
está dicho de las escuelas estatales, de gestión pública, no de las nuestras,
es obvio, pero nunca se cumplió. O sea que los Gobiernos desde 1994 han
incumplido con el Artículo 199 de la Constitución pero no solo eso, ahora
quieren enchufarnos a nosotros, en nuestras escuelas, que enseñemos contra la
libertad que asiste a las familias y a la Iglesia, lo que habría que llamar, en
realidad, perversión sexual integral”.
“Uso, a propósito, la palabra perversión porque es la
palabra que usa Sigmund Freud en su “Introducción al Psicoanálisis”. Allí
enumera once perversiones y no las nombro a todas, entre las que hay vicios
horrendos. Dos de ellas son el onanismo, vale decir el evitar los hijos
mediante relaciones con medios que lo impidan y la sodomía o sea el encuentro
sexual de varones con varones. Freud dice que son perversiones. ¿Por qué?
Porque se bloquea allí la finalidad esencial del acto sexual que es transmitir
la vida. No lo está diciendo San Pablo ni San Juan Pablo II, sino que lo dice
Sigmund Freud en esa “Introducción al Psicoanálisis” y dice, además, que esas
perversiones son actos impúdicos porque en ellos el cuerpo se da como carne y
no de un modo verdaderamente personal” La enseñanza moral cristiana no es un
código imposible de observar; es, simplemente, la puesta en claro de la ley
natural”
“Observen ustedes cómo desde un punto de vista
psicológico, psiquiátrico, se puede enfocar esto mismo que nosotros advertimos
en su dimensión moral. Esto es lo que se quiere imponer a la nueva juventud
argentina. ¿Qué va a pasar? La Iglesia debe resistir a que le impongan
programas, textos, profesores, que van a enseñar en materia de educación sexual
lo contrario de la moral cristiana y espero que algún Gobierno de la Provincia
de Buenos Aires desempolve el Artículo 199 que los legisladores desconocen
olímpicamente, y enseñen en las escuelas moral cristiana. Y es así cómo la
gente va a ser un poquito más buena. Tal vez antes, quizás, habría que
preocuparse para que salgan del colegio estatal sabiendo leer y escribir”.
“Lo que está en juego en estos lares legislativos es
la libertad de enseñanza, siempre asediada en la Argentina por un atavismo
totalitario, del gobierno que sea. Espero que tantos expertos en derecho
constitucional, que podrían hacerlo, ayuden a que muchas familias, tanto de la
escuela estatal como de gestión privada, presenten ante los tribunales
correspondientes, acciones de inconstitucionalidad contra leyes inicuas”.