jueves, 29 de junio de 2023

A CINCUENTA AÑOS

 

 DEL PLAN TRIENAL 1974-77


QUE PUDO CAMBIAR EL ACTUAL ATRASO MARÍTIMO Y PESQUERO 


Dr. César Lerena

 

En estos días concluimos nuestro trabajo “Plan Nacional de Pesca” que incluye “Cien acciones y sus efectos para potenciar la pesca y recuperar el Atlántico Sur” además, de un proyecto de reforma de la ley Federal de Pesca (24.922) que nos llevó a estudiar toda la legislación de Suramérica y el Caribe, la de Estados Unidos y la Unión Europea. Analizamos también el Plan Trienal 1974-77 que quedó trunco por el golpe de 1976 y que, no parecen haber leído y, mucho menos ejecutado, ninguno de los responsables de cuidar nuestra soberanía en el territorio marítimo y continental y desarrollar los pueblos patagónicos a través de la producción pesquera, naval y portuaria, en los últimos cincuenta años.


Tal vez, la contienda electoral de 2023 justifique la lectura de las 357 páginas de este Plan Trienal que deja en evidencia, que fuera del esfuerzo privado, empresario y del trabajo, el Estado ha estado ausente en el desarrollo de la actividad marítima y pesquera y, ello se verifica en la falta de cumplimiento de los objetivos y la asignación de fondos que para la promoción y crecimiento de este sector la Argentina tenía prevista hace cincuenta años.


Contribuyeron a la elaboración de este Plan Trienal -en la parte referida a esta materia- además de los Ministerios pertinentes, empresas del Estado, muchas de las cuales fueron vaciadas, desfinanciadas o privatizadas: Administración Gral. de Puertos; Astilleros y Fábricas Navales del Estado SA (Astilleros Río Santiago); Atanor SA; Carboquímica Argentina Soc. Mixta Comercial; Dirección Gral. de Fabricaciones Militares; Fabricaciones Militares Aceros Ohler SA; Empresa Líneas Marítimas Argentinas S.A (ELMA).; Empresa Flota Fluvial del Estado Argentino; Hidronor SA; Hierro Patagónico de Sierra Grande SA; Minera Industrias Mecánicas del Estado SA; Petroquímica Bahía Blanca SAIC; Petroquímica Comodoro Rivadavia SA; Petroquímica General Mosconi; Soc. Mixta Siderurgia Argentina; SA Mixta Aceros Especiales; Talleres Navales Dársena Norte SA; Yacimientos Petrolíferos Fiscales; etc. No fue el fruto de apresuradas plataformas políticas electorales.


Se introducía al Plan con un Preámbulo cuya vigencia sigue intacta:

 “La Argentina sufre una de las peores formas de destrucción: el sojuzgamiento y el estancamiento. Ahora debe reconstruirse lo destruido. Ante todo, la fe en nosotros mismos, en nuestra propia capacidad para crear una nación socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana; para ello, debemos reconstruir nuestras instituciones y su capacidad de realizar grandes obras y profundas transformaciones. y, paralelamente, consolidar la unidad nacional, en una sociedad dinámica, cuyo ámbito no sea degradado por la explotación indiscriminada de nuestros recursos naturales”.


El Plan en lo relativo a la construcción naval tenía por finalidad obtener un considerable incremento del tonelaje de nuestra marina mercante, a la par de incrementar sustancialmente el nivel de producción de los astilleros nacionales. En el período 1964/72, el tonelaje incorporado a nuestra bandera alcanzó a 655.643 TPB; de los cuales el 30% fueron barcos nuevos y de éstos el 53% fue provisto por los astilleros nacionales. El Plan indicaba que el total de embarcaciones a construir en los próximos cinco años alcanzaría a 136 con 514.000 TPB. Los astilleros grandes del país construirán 22 buques, con un total de 502.200 TPB, de los cuales el 52 % corresponderían a los armadores estatales y el 48% a los armadores privados, en tanto que los astilleros medianos construirán 108 buques con 12.000 TPB para los armadores estatales y 6 remolcadores para armadores privados. De los 22 buques a construir por los astilleros grandes diez serían graneleros, seis cargueros, cuatro para carga frigorífica y 2 buques-tanque para YPF. Dado que en el último trienio el promedio anual de tonelaje entregado por todos los astilleros fue de menos de 50.000 toneladas, este programa de construcción implicaría duplicar su nivel de actividad. De este modo el programa, a la par de incrementar significativamente la capacidad de transporte de nuestra marina mercante, representa una fuente de ocupación de magnitud y, un mejor aprovechamiento de la capacidad de producción instalada en el país. El costo total del programa es superior a 4 mil millones de pesos, de los cuales, corresponden más de 3 mil millones a los astilleros grandes (buques de más de 5.000 toneladas de porte bruto) y casi mil millones de pesos a los astilleros medianos. Hay quienes dicen que no haber ejecutado este plan le significa a la Argentina una pérdida de 4 a 5 mil millones de dólares anuales en fletes. Según Barletti, “lo correcto sería expresar que la a Argentina no participa de los fletes marítimos internacionales que genera su comercio exterior por no contar con empresas navieras dedicadas al transporte internacional o de ultramar radicadas en el país".


El Plan Trienal indicaba que el transporte por agua debía recuperar el papel que le correspondía en el transporte de mercaderías a granel de bajo valor unitario y distancias largas y, debería, además, introducir otros tráficos adaptables también hoy al transporte por agua como resultado de las nuevas técnicas de transporte intermodal. Se asegurará el reequipamiento de la flota de ELMA a fin de sustituir los buques obsoletos por unidades de mayor porte y evitar el uso excesivo de buques extranjeros alquilados. Se pondrá especial énfasis en los buques graneleros. En cuanto a las vías fluviales, se impulsará el uso del transporte por empuje. La flota Fluvial Estatal realizará las inversiones necesarias para satisfacer la creciente demanda para este sistema de transporte. Por cierto, esta parte del plan sigue pendiente, porque, la producción de los pueblos del litoral patagónico, siguen trasportándose por vía terrestre, con el consiguiente mayor costo y contaminación ambiental.


Respecto a la Industria Pesquera, el Plan refiere a que la falta de una política coherente y estable de promoción de la actividad pesquera marítima, originó fuertes fluctuaciones de los niveles de producción y comercialización del sector. La demanda actual y el proceso de inversión de los últimos años han producido una brecha del orden de las 300.000 toneladas por año, entre la capacidad total de la captura y el desembarco efectivo en el año 1973. Un crecimiento adecuado se lograría a través de un incremento sustancial en la demanda interna, que· acompañe al incremento producido en los últimos años en las exportaciones. Esta tendencia parece acentuarse para el próximo quinquenio, actuando como factor determinante el nivel de la producción mundial y la escasez de productos proteicos. Por lo tanto, dice el Plan serán objetivos del sector: consolidar la tendencia a la exportación de productos de mayor grado de elaboración, pero que en 2023 un 60% aún sigue sin valor agregado; promover el desarrollo de la industria naval argentina; que, en 2023 sigue importando buques para la pesca; la investigación pesquera y las fuerzas armadas.


El Plan haría posible aumentar el consumo per cápita anual de 6,60 kg. en 1973 a 13,20 kg. en 1977 y 18,5 en 1980, con un incremento de las exportaciones de 70 mil toneladas en 1973 a 250 mil en 1977 y 450 mil en 1980, número similar a 2022. El cumplimiento de las metas de consumo interno, no se cumplió y en 2023 solo alcanza los 4,5 kg de consumo per cápita, el más bajo de Latinoamérica y el caribe, cuyo consumo promedio alcanza a los 10 kg. No podía esperarse otro resultado. Desde 1974 a la fecha nada se hizo al respecto. 

  

Para el período del Plan la inversión sería de 1.500 millones. La mano de obra ocupada por el sector pasaría de 14.000 personas en 1973 a 34.000 en 1977; pero en 2023 alcanzan a solo 20.000 empleos registrados; reduciéndose incluso a los operarios que trabajaban en el sector en la década del 90, pese a que en esta época se incorporaron máquinas descabezadoras, fileteadoras, etc. que luego se desactivaron porque los rendimientos eran menores al trabajo manual. Gran parte del problema es la política extractiva y de proceso a bordo que se lleva. 


Entre las medidas a tomar estaban la promoción del consumo de productos frescos y congelados; creación de un sistema de distribución y' comercialización eficiente; estimular la creación de mercados de concentración y centros de distribución para el pescado de consumo fresco; promover la capacitación a todos los niveles y en función de las necesidades nacionales.


El programa de desarrollo pesquero tenía por propósito el aprovechamiento acelerado integral y racional de los recursos naturales del litoral marítimo, de modo de mejorar la dieta de nuestra población y lograr un fuerte incremento ·de las exportaciones de productos de la pesca. El programa implicaba en forma directa, la construcción de buques, el perfeccionamiento de la infraestructura portuaria existente y la creación de nuevas instalaciones, el perfeccionamiento y racionalización de la red de comercialización y distribución y el desarrollo de la industria derivada. El proyecto preveía una fuerte expansión de las capturas en el litoral marítimo patagónico, llegando al 63 % en 1977 y 83 % en 1980, del total nacional. Pese a que los subsecretarios de Pesca fueron de origen patagónico, el 50% de los desembarcos de estos puertos igualan al desembarco de Mar del Plata. 


El Plan indicaba que las inversiones en infraestructura, medios de captura e industrias, serán fuente de demanda para otras ramas industriales y para la construcción. El programa, además. impulsará el desarrollo y aplicación de nuevas tecnologías. Le corresponderá al Estado una participación muy decidida, que incluirá: la formación de recursos humanos; desarrollo de la investigación en materia· pesquera; otorgamiento de créditos y subsidios a pescadores, armadores e industriales; establecer un sistema de perfeccionamiento de la calidad; regularizar la comercialización; difundir recetas de fácil preparación en base a los productos más abundantes; organizar campañas de promoción de la demanda; multiplicar las pocas de expendio; crear un sistema de distribución y comercialización capaz de abastecer satisfactoriamente a todo el país; establecer un ente estatal único para la expansión de los productos pesqueros; desarrollar productos elaborados con especies argentinas de alto valor agregado y compatibles con las posibilidades de expansión de la demanda externa; realizar acuerdos para lograr el acceso a los mercados -de los países fuertemente proteccionistas. Nada de esto se ha ejecutado desde el Estado y los negocios son fruto de esfuerzo privado, en buena hora, pero, los aranceles de importación de los importadores no se han compensado en el país. 

 

El Plan trienal indicaba que las acciones previstas permitirán elevar la captura de 275 mil toneladas en 1973, a 723 mil toneladas en 1977 y en 1.152 toneladas en 1980. Nada que ocurra en 2023, cuyas capturas alcanzan a las 800 mil toneladas y, ello, puede deberse, a que la Autoridad de Aplicación no ha resuelto el descarte del 30% que refieren los organismos técnicos y de auditoría. Muchos miles de millones de dólares perdidos de 1974 a la fecha. Sin contar con la pesca ilegal que se realiza en el área de Malvinas y sobre los recursos migratorios originarios de la Zona Económica Exclusiva en alta mar. 

 

Las inversiones del Plan en el período 1974/77 alcanzarían a 1.516 millones de ·pesos, correspondiendo el 76 % a la adquisición de barcos, el 9 % al desarrollo de la industria derivada, 8 % para infraestructura y el resto para mejoras en la comercialización, investigación y formación de recursos humanos.

Respecto al rol de la pesca en el desarrollo regional el objetivo era equilibrar y armonizar el desarrollo de las distintas regiones del país mediante una acción que asigne carácter prioritario a las obras de infraestructura que sirvan al progreso social y a la ordenada y racional expansión de la propiedad y productividad agropecuaria: Ya hemos visto que eso no ha ocurrido, en especial con el desequilibrio que hay entre los puertos patagónicos. Asimismo, dice el Plan, el desarrollo pesquero adquiere un carácter perentorio. El impulso del desarrollo de la actividad manufacturera de producción regional considerando en particular la aplicación de tarifas diferenciales para los servicios públicos que constituyen insumos para aquellas producciones y, la revisión del régimen de coparticipación federal con miras a una más equitativa distribución de la recaudación fiscal.


Se promueve la instrumentación e inicio sin demora los planes de desarrollo pesquero, dentro de un concepto de regionalización económica, para terminar con el estado de postración y vaciamiento del interior del país y, dentro del eje central de la política alimentaria se promovía un Programa de Fomento de Consumo de Pescado; el fomento mediante el crédito y exenciones impositivas, la industria de construcciones navales del sector de pesca; ejercer soberanía sobre todos los recursos y aprovechamiento de la Plataforma Continental y Mar Epicontinental dentro de las 200 millas y defensa contra la explotación irracional de sus recursos.


En materia de Puertos, afín de mejorar e incrementar la capacidad portuaria del país, superando definitivamente los problemas y limitaciones del Puerto de Buenos Aires, el Plan preveía, en el plazo más breve que los estudios técnicos permitan, la construcción del puerto de aguas profundas en Punta Médanos. Su funcionamiento a 50 pies de calado, lo cual contemplaba suficientemente las previsiones de la evolución de la tecnología naval y la operación de todo tipo de buques, en especial graneleros de gran porte: “La construcción del puerto de aguas profundas excede en su significación a las importantes repercusiones en el comercio de ultramar”. Su localización implicaba crear un importante centro de desarrollo urbano, el que sería provisto de toda la infraestructura de servicio y el desarrollo de importantes inversiones complementarias en actividades auxiliares y conexas a la exportación y el comercio internacional. Asimismo, debería adecuarse la infraestructura vial y ferroviaria para facilitar la convergencia de la producción hacia el puerto; esto significaría en los hechos una reestructuración del espacio, creando nuevos flujos de transporte y modificando la actual estructura de costos de la actividad. Todo ello, en suma, tendría un efecto dinamizador sobre el nivel de producción de importantes zonas agrarias no suficientemente explotadas aún, fortaleciendo y reestructurando los ejes del crecimiento del territorio argentino y contribuyendo, en definitiva, a la integración nacional. Por cierto, la situación de aislamiento del continente de Tierra del Fuego en 2023 resulta absolutamente inaceptable.


Se promoverá -decía el Plan- la construcción de nuevos puertos y el mejoramiento de los existentes, así como la apertura de canales navegables y, como vemos el Puerto de Mar del Plata tiene más de cien años sin mejoras sustanciales y el puerto de Río Grande en Tierra del Fuego, es una materia de soberanía y operatividad pendiente, pese a encontrarse en un punto estratégico en el Atlántico Sudoccidental, frente a Malvinas, al área marítima ocupada por el Reino Unido y el acceso a la Antártida y los océanos Pacífico e Índico.


Por supuesto daremos a conocer nuestro trabajo “Plan Nacional de Pesca” que incluye “Cien acciones y sus efectos para potenciar la pesca y recuperar el Atlántico Sur” además, de un proyecto de reforma de la ley Federal de Pesca (24.922); pero sería interesante que los candidatos de los distintos partidos políticos digan que van a hacer respecto al Atlántico Sur y Malvinas y, las actividades pesqueras, navales y portuarias. 

lunes, 19 de junio de 2023

OPERACIÓN SECRETA DE TRANSPORTE

 


 previa a la recuperación de las islas Malvinas

 

 Publicado en el Periódico El Restaurador - Año XII N° 45 - Diciembre 2017 - Pags. 15 y 16

 

En varias oportunidades escuché al Mayor (R) Carlos César Ferri contar lo que vivió a fines de marzo de 1982 y que tiene relación con hechos previos a la recuperación de las Islas Malvinas, todo lo cual siempre me resultó muy interesante y era algo que desconocía.

 

A fin de que los lectores conozcan esos hechos, es que decidí hacerle un “reportaje” para que nos cuente su experiencia y para que quede un registro escrito de todo ello ya que es un aporte más a la historia, hasta ahora desconocida por el público

 

A principios de 1982, Ferri tenía el grado de teniente primero, era Jefe de la Compañía Comando y Servicios del V° Cuerpo de Ejército (ese Cuerpo abarcaba toda la Patagonia), con sede en Bahía Blanca y tenía aproximadamente 300 soldados a su cargo. Era el tercer año que tenía ese destino.

 

He aquí el “reportaje”

 

El Restaurador: Ferri, ¿Qué recuerdos tiene de principios del año 1982, año en que se produjo la recuperación de las Islas Malvinas?

 

Ferri: A principios del mes de febrero, se recibió la incorporación de los ciudadanos de la clase 63 para cumplir el servicio militar obligatorio, a los que se debía instruir. De inmediato salimos al campo con los nuevos soldados, junto con la Policía Militar de Bahía Blanca, a cargo de un Mayor. Cuando digo “salimos al campo” significa que la instrucción la realizaríamos fuera de la unidad, para que los recién incorporados, tomaran rápidamente los hábitos de la vida militar, esto es vivir en carpas, dormir con cierta incomodidad, saber higienizarse sin tener los elementos habituales de la vida de ciudad, entre otras cosas.

 

    En esos días, me extrañó y llamó mi atención, que el Comandante del V° Cuerpo y su segundo, durante los 40 días que duró la instrucción no vinieran, como lo habían hecho en los dos años anteriores, para controlar como se estaba dando la instrucción a los nuevos soldados.

 

ER: ¿Cómo llegó a saber sobre los preparativos secretos que se estaban llevando a cabo en las más altas esferas de la Fuerzas Armadas para la recuperación de nuestras Malvinas?

 

F: Como le estaba diciendo, me extrañó, que no vinieran los Comandantes y también comencé a recibir requerimiento de los mismos. Así me ordenaron “Armar un equipo completo de soldado, para hacer una misión y pesarlo” y otras comprobaciones prácticas de esa naturaleza.

 

E.R.: ¿Qué es pesar el equipo?.

 

F.: Bueno, “pesar el equipo” es justamente pesar todo lo que debe llevar el soldado en campaña, como ser las ropas, el armamento, correaje, mochila, casco y demás.

 

ER: Disculpe, …y eso para qué?

 

F: Bueno… por ejemplo, si es necesario embarcar un grupo de soldados en un avión o buque, es necesario saber además del peso del soldado, también de todo lo que éste transporta.

 

ER: Sigamos con el relato.

 

F: Sí. Como después me enteré, los Comandantes estaban planificando en Puerto Belgrano, la operación de recuperación de las islas. Se estaba por cumplir los 150 años de la usurpación y ocupación de las Malvinas por los británicos cuyo inicio fue el 3 de enero de 1833 y esa posesión había sido ininterrumpida, no obstante los reclamos diplomáticos que se hicieron durante todo el tiempo del gobierno de Rosas y continuó muchos años después hasta el presente. Había que interrumpir el cumplimiento del plazo, ya que de concretarse el mismo no nos permitiría realizar en el futuro ningún otro reclamo internacional, como está establecido en las normas de las mismas Naciones Unidas, establecidas por un jurista argentino.

 

ER: Cuénteme sobre lo que te fue ordenado en forma secreta a fines de marzo de 1982.

 

 

Guerra de Malvinas

F: A fines de marzo me mandó llamar el 2do. Comandante del V° Cuerpo al cual yo pertenecía y me impartió una orden verbal de carácter secreto. Me ordenó, más o menos con estas palabras: “Mire, se va a realizar una operación para la recuperación de las Islas Malvinas. Usted tiene que preparar una columna de diez camiones y un jeep, todos manejados por cuadros [ oficiales o suboficiales ]. A nadie le dice lo que se va a hacer. Tiene que guardar estricto secreto”. Acto seguido me dio las siguientes instrucciones: “Ud. con su columna va a ir al aeropuerto de Bahía Blanca en el momento en que se le indique. Va a cargar al Teniente Coronel Seineldín [ Mohamed Alí Seineldín ] con tropa de su regimiento y lo trasladará a Puerto Belgrano. Debe tomar todas las medidas posibles para mantener el secreto de la marcha… todo tiene que pasar lo más desapercibido posible”. Evidentemente se trataba de evitar no solo que el servicio secreto británico tuviera indicios de lo que se estaba gestando, sino también que el periodismo –en razón de las condiciones políticas internas que se estaban viviendo en aquellos días– tuviera conocimiento del movimiento de tropas, ya que se especulaba con algún cambio interno de mandos militares y políticos.

 

ER: ¿Cómo preparó toda la operación?

 

F: En primer lugar elegí el personal que debía conducir los vehículos, que como se me ordenó debían se oficiales o suboficiales, a los que les ordené poner los camiones a punto, para evitar tener algún contratiempo en el futuro traslado de tropas… corroboré el estado de los vehículos y los mantuve listos lo más rápido posible.

 

ER: ¿Qué pasó cuando recibió la orden de poner en marcha el traslado?.

 

F: Al recibir el 28 de marzo la orden pertinente, dí instrucción a los conductores de que la columna debía ser abierta, es decir de no ir en caravana o convoy, pues diez camiones y un jeep, no pasan desapercibidos si van todos juntos. Por lo tanto tampoco debía mantenerse una distancia igual entre camión y camión. Así un camión iba a 100 mts. del primero, el otro a una distancia de 300 mts., el otro a 150 mts. y así con todos los vehículos.

 

    Llegados al aeropuerto Comandante Espora, cercano a Bahía Blanca, esperamos afuera la llegada del avión que traía la tropa que debíamos transportar. Ni bien aterrizó el avión entramos al aeropuerto, prácticamente en tropel, tomando de sorpresa a todo el personal de guardia que se encontraba en el lugar para su custodia y estacionamos los camiones al costado de la pista para embarcar con la mayor velocidad a los soldados y evitar tiempo de exposición. Le aclaro que ese aeropuerto tiene una parte para la operatoria de aeronaves civiles y otra aeronaval utilizada mayormente por la Marina.

 

Seineldín, dio orden a su tropa –de aproximadamente 100 hombres- de embarcar de inmediato a los camiones, tras lo cual se cerraron los toldos, cosa que no se viera nada de afuera, ni se supiera que se estaba trasportando.

 

    Los conductores tenían la orden de no parar por ningún concepto y los soldados embarcados a su vez fueron instruidos, que aún cuando el camión pudiera parar por algún motivo, de ninguna manera debían bajarse de los mismos.

 

      Seineldín vino conmigo en el jeep que yo conducía.

 

ER: ¿Cuánto duró el traslado y que conversó con el teniente coronel Seineldín?

 

F: Calculo que el traslado, duró entre 30 y 40 minutos y que entre el aeródromo y el puerto había aproximadamente una distancia de veintisiete kilómetros y medio.

 

     A Seineldín, lo conocía desde aproximadamente cinco años antes. Le comenté que yo había sido anoticiado de que él iba a Malvinas y que debía trasladarlo hasta Puerto Belgrano; le pregunté cómo seguía la operación y que me explicara cuál era su misión. Le dije que me extrañaba que solo llevara el equivalente de una compañía.

 

     Me dijo, más o menos esto: “Bueno, lo que está previsto es que tomemos las islas y se nos ordenó no producir bajas entre los ingleses, ni ocasionar daños a la población civil. Tomamos las islas, nos hacemos cargo y nos quedamos en las Malvinas, junto con Gendarmería y Prefectura y yo con mi compañía, a cargo de todo, el resto del personal y medios se reembarcan y vuelven al continente”. O sea que él quedaba como jefe. De esa forma me dijo “Con eso no le damos pie a que venga la flota inglesa…”.

 

   Yo le pregunté: “Mi teniente coronel, está muy bien lo que me expresa, pero que pasa si igual vienen…?”, entonces me dice, con cierto dejo de humor: “Bueno, Ferri, si viene la flota le hago fuego cruzado con lanzacohetes” y yo siguiendo con la chanza le digo: “Pero mire, que ellos tiene cohetes más grandes…”. Ahí Seineldín se puso serio y con su característica voz me dijo: “Bueno Ferri, Ud. sabe lo que tiene que hacer un soldado, cumplir la misión, aunque la misión le cueste la vida”.

 

ER: ¿Cómo fue el traslado y cómo llegaron a Puerto Belgrano?

 

F: El traslado se hizo sin ningún inconveniente y de acuerdo a lo previsto y cuando llegamos al puerto, Seineldín hizo descender a su tropa de los camiones y ordenó el inmediato embarco en el “ARA Cabo San Antonio”, que era un buque de transporte de tropas y tanques de la Armada. Se acercó a nosotros el Almirante Carlos Büser –quien estaba a cargo de toda la operación– quien nos saludó y a quien le deseé la mayor de las suertes. Se acercó también el Comandante de la 9° Brigada a la que pertenecía la tropa de Seineldín y me manifestó que había controlado desde un helicóptero toda la marcha de la columna y me felicitó por cómo se había hecho todo. Le quiero contar también, que en esos momentos estaban saliendo del puerto dos navíos de guerra, con su tripulación formada sobre cubierta, realizando el saludo militar, mientras los buques hacían sonar sus sirenas; esto fue muy emocionante.

 

     Nos despedimos con Seineldín con un fuerte abrazo y un ¡Viva la Patria! a quien también le transmití mis mejores deseos por el éxito de su misión. De allí me volví al Comando.

 

Norberto, …no se imagina con cuanta ansiedad seguí los noticiarios por radio y televisión a partir de ese momento y recién el día 1° de abril, al anochecer, le comenté a mi esposa lo que iba a suceder pocas horas después. Conciliar el sueño fue imposible, a cada rato nos despertábamos para poner la radio esperando la noticia del arribo de nuestras fuerzas a nuestras queridas islas y orando por todos ellos.

 

      Esta pequeña, pero necesaria Operación secreta de transporte táctico con connotación estratégica, que me tocó cumplir, me llenó de orgullo ya que cumplí con lo que se me ordenó y cómo se me ordenó para la Causa Malvinas, que nunca debemos abandonar.

 

         Debo decirle que fui uno de los pocos integrantes de las Fuerzas Armadas, que supe lo que iba a suceder pocos días más tarde.

 

ER: Ferri, muchísimas gracias por todo cuanto nos ha contado y de su testimonio, que no dudo será de interés para todos los lectores de este periódico.

viernes, 16 de junio de 2023

RÍO NEGRO

 

 

 

 UN MODELO DE INCAPACIDAD EN LA ADMINISTRACIÓN DE LA PESCA

 

Dr. César Lerena

 

La Emergencia Pesquera recientemente decretada (Nº 480/23) en el Golfo de San Matías (Río Negro) por el término de un año, “con el objetivo de mitigar los efectos de la crisis económica generada por la escasez del recurso", firmado por la gobernadora Arabela Carreras, es una muestra elocuente de la incapacidad de las autoridades de esa Provincia, de la Subsecretaría de Pesca de la Nación y del Consejo Federal Pesquero en la coordinación de las políticas pesqueras con los gobiernos provinciales y el aprovechamiento de todas herramientas, entre ellas, la investigación y la regulación del esfuerzo pesquero, de modo de optimizar la utilización del recurso y darle sostenibilidad en el tiempo. 


Las emergencias pesqueras, basados en “una disminución del recurso” suelen provocar determinadas acciones que describiremos; pero, nunca, estas declaraciones son buenas, porque suponen medidas reactivas que transfieren los costos al Estado que, por lo general, suele hacerse cargo de los salarios caídos del sector privado, de la refinanciación de las deudas, impuestos y las tasas de las empresas. Se empobrecen las industrias, su gente y, al propio Estado provincial y municipal.


Cuando ocurren situaciones excepcionales de carácter biológico que producen un desequilibro en el ecosistema podrían justificarse este tipo de emergencias. Aquí habría que preguntarse si efectivamente el recurso disminuyó o por el contrario “es escaso” como refieren algunas fuentes oficiales; lo que podría estar dando lugar a pensar, que se han otorgado permisos a un mayor número de buques sobre un mismo recurso existente; es decir se ha aumentado el esfuerzo pesquero irresponsablemente.


Sería bueno que la Autoridad de Aplicación publique el número y detalle de los permisos, cuotas y autorizaciones de pesca en estos últimos 10 años con radicación en los puertos de Río Negro y, más particularmente en los últimos cuatro y, a la par, revisar los desembarcos en ese mismo período, al menos de las tres especies principales: merluza común, langostino y calamar que en toneladas representan el 76,7% el total de las exportaciones nacionales y el 85% de los dólares exportados. Me informan que habría más de cien permisos y solo estarían pescando unos 15 buques. Pero esto requiere que las autoridades pertinentes lo precisen.


Al asumir el 10 de diciembre de 2019, alguien le tendría que haber dicho a la gobernadora que la política pesquera de la Provincia es pésima en relación a sus pares del litoral marítimo, ya que los desembarques de los últimos 10 años representan entre 0,67% y 1,27% del total de la Argentina en las especies citadas y, así y todo, ahora se ve obligada a declarar una emergencia pesquera por un año; tiempo absolutamente insuficiente, si de lo que se trata es de una “disminución del recurso” y, tal vez apropiado, para pasar este período electoral, si de lo que trata es que “el recurso es escaso” porque se habrían otorgado más permisos que los que la captura máxima sostenible permite en el Golfo de San Matías. El recurso es renovable, pero, agotable. Aquí no aplica “la multiplicación de los peces” que los evangelios de San Mateo, Marcos, Lucas y San Juan le atribuyen a Jesús.


Suele decirse en los ámbitos portuarios que “los permisos de pesca” tienen un cierto valor en dólares. A mí no me consta, pero si así fuese, el tenedor se estará preguntando ¿dónde está el pescado?


Uno también se pregunta: siendo el Subsecretario de Pesca de la Nación un hombre patagónico y el actual director del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) originario de Río Negro y ex Director Instituto de Biología Almirante Storni (IBMPAS) ¿cómo ocurren estas cosas? Al respecto, el Código Internacional de Conducta Responsable de la FAO precisa: «Los Estados deberían adoptar las medidas de conservación, ordenación y el uso sostenible de los recursos pesqueros. Éstas, deberían basarse en los datos científicos y estar concebidas para garantizar la sostenibilidad de los recursos, promoviendo una utilización óptima y su disponibilidad para las generaciones actuales y futuras». Nada de lo que está pasando en Río Negro.


El Biólogo Raúl González del Storni se ha referido -entre otras cosas- a que “la abundancia de la biomasa se redujo en un 75% según estudios realizados en los meses de noviembre/diciembre de 2022 según los últimas evaluaciones realizadas en 2018” resultando inadmisible que deban transcurrir cuatro años sin las investigaciones adecuadas y, también estima este investigador, que “las motivaciones pueden deberse al descarte superior al 30% de especies juveniles y el descarte por pesca incidental de terceras especies en la captura de langostino (bycatch)”, lo cual está absolutamente prohibido por la legislación vigente y ha sido debidamente comunicado en distintos informes del INIDEP, la AGN y la FAO, entendiendo este investigador que “se debería reducir a más de la mitad el esfuerzo pesquero (NdA: lo que podría estar reforzando la teoría que hay más permisos que recursos disponibles); regular la pesca del langostino y efectuar paradas biológicas”; medidas que provocarán desocupación en el puerto, en la flota y las plantas procesadoras, con la consiguiente desmoralización y pérdida de sustento de trabajadores e industrias.


Si estas observaciones del referido biólogo se confirmasen, estarían indicando una absolutamente ineficiente administración del recurso y, debieran, a mi entender, provocar el desplazamiento de la subsecretaría de pesca de Río Negro; pero, también, dejar de manifiesto la política insustentable e insostenible que lleva la Subsecretaría de Pesca de la Nación y falta de coordinación de las políticas nacionales y de intervención ante la situación emergente, como lo prevé la legislación vigente, cuya gravedad, podría haber quedado de manifiesto a partir de cualquier análisis básico que mostraría síntomas al menos en los últimos años.


Del análisis de las estadísticas de desembarcos del Sistema de SSPyA, éstas estarían demostrando que, pese a la ínfima captura en relación en relación a los desembarcos del resto de las provincias, aquella se habrían duplicado; habiendo caído en un 50% las capturas de merluza en 2022 con relación a 2021 y un 20% el langostino en igual período. Caída que se mantiene en el primer semestre de 2023.


Lo que estaría ocurriendo se centra en una falta de un plan estratégico de la Provincia que termine con la “política restrictiva” que limita la pesca de la flota al Golfo de San Matías y potencialmente a un número de permisos otorgados que exceden a la disponibilidad actual del recurso y, otros motivos, entre los que se encuentran, el exceso de descartes y uso de redes inapropiadas; la falta de monitoreo de las capturas, del stock disponible y el control adecuado de los desembarcos en cuanto a volumen y especies.

                    

 Lo que algunos llaman “colapso de la pesca en Río Negro” es tal gravedad y, la punta del iceberg de una política pesquera extractiva que atrasa 50 años y pone en riesgo una actividad generadora de población, industria y empleo en la Patagonia Argentina.        

lunes, 12 de junio de 2023

LA PESCA ILEGAL EN LAS ISLAS MALVINAS


 

Roberto García Moritán

 

Infobae, 12 Jun, 2023

 

España afianza la relación pesquera con el Reino Unido y se beneficia de las capturas en las Islas Malvinas con licencias otorgadas por el gobierno ilegitimo del archipiélago, con aval de la Unión Europea (UE). El 20% del calamar que se consume en Europa, en particular Francia, se pesca en las aguas circundantes al archipiélago. De acuerdo al boletín oficial Gazette de Malvinas, los poteros españoles, que faenan con bandera propia y con pabellón británico o isleño (según la conveniencia de barcos que pertenecen a siete empresas mixtas), constituye la flota principal de poteros al extremo que se podría afirmar que el calamar loligo se reserva casi con exclusividad para España. Los barcos asiáticos (principalmente de Corea y Taiwán), son minoritarios. China en la actualidad no adquiere licencias de pesca en Malvinas.

 

El régimen ilegal de pesca autorizado unilateralmente por el Reino Unido en Malvinas, otorga anualmente un centenar de licencias y cupos de pesca (ITQB, Individual Transferable Quota), por un plazo de vigencia de un cuarto de siglo. Alrededor de 120 embarcaciones están autorizadas a pescar en la zona de exclusión. En lo que va del 2023 se otorgaron 106 licencias ITQB para la pesca de todas las especies. Este mecanismo, que estimula la renovación de la flota pesquera isleña, ha favorecido el establecimiento de un número importante de empresas mixtas, españolas y malvinenses. Varias de esas empresas, con filiales argentinas, poseen también licencias de pesca otorgadas por Argentina para la zona económica exclusiva.

 

Los pesqueros españoles han capturado 53.500 toneladas de calamar loligo e illex en la primera parte de la zafra del 2023. Es posible que la segunda campaña del año de resultados de pesca similares. Esos datos permiten presumir un volumen de toneladas de calamar superior a las temporadas más importantes de las últimas dos décadas. En el 2022 la pesca española en el caladero Malvinas superó 101 mil toneladas de calamar loligo, illex y pescados de cola, lo que constituyó el segundo record histórico desde 1989 (cuando se logró pescar 118 mil toneladas). Las capturas de pescados de aleta (62 mil toneladas) fue la mayor desde que se implementó la zona de exclusión. Esa pesca representa el 60% de los ingresos de las Islas y confirma que es la actividad económica más importante de la colonia británica.

 

La Unión Europea también ha sido instrumental para el despojo pesquero que sufre Argentina. Por gestión directa de la Secretaria de Pesca y de la Cancillería de España, la UE eliminó la aplicación del arancel de la OMC (6%) para la pesca en Malvinas, autorizando una cuota anual de 75 mil toneladas de calamar, libre de toda tarifa entre 2021 y 2023, para procesamiento industrial dentro de la UE. Es de esperar que este privilegio que se le otorga a Malvinas (similar al que gozaba antes del Brexit), no se prorrogue por otro trienio y que la UE reconozca a las Islas Malvinas como zona en litigio y, como tal, evite medidas que benefician a una sola de las partes en la disputa.

 

Las autoridades nacionales no han efectuado gestiones destacables ante España y la Unión Europea. La afinidad ideológica con el gobierno español tampoco ha servido para lograr una actitud más cooperativa y reducir los efectos negativos que genera el vínculo entre España y la colonia británica de Malvinas. La acción diplomática ante UE en Bruselas, por los resultados, muestra la misma desidia diplomática. Estas omisiones son preocupantes. Es hora de una acción más responsable y eficaz que contemple la explotación de un recurso altamente migratorio como el calamar y que está siendo sometido a una presión pesquera al límite de la sobreexplotación.

jueves, 8 de junio de 2023

AVANZA EL PUERTO DE CHINA EN TIERRA DEL FUEGO

 


 el gobernador ratificó con un decreto el memorándum con el régimen

 

Laureano Pérez Izquierdo

 

Infobae, 8 Jun, 2023

 

La Argentina continúa facilitándole el ingreso a cuestiones estratégicas a China, esta vez en Tierra del Fuego, la puerta a la Antártida que el régimen de Xi Jinping pretende como parte de sus proyectos expansionistas en el mundo. Lo hará mediante la autorización para construir un puerto multipropósito en la provincia más austral del país, un reclamo reiterado de Beijing.

 

El gobernador Gustavo Melella ratificó mediante el decreto provincial 3312/22 la construcción de la base naval y dio giro a Mónica Urquiza, presidenta de la Legislatura de Tierra del Fuego, para que sea tratado por sus diputados. El acuerdo fue firmado con la empresa estatal china Shaanxi Chemical Industry Group Co. Ltd.

 

El memorándum -escrito tanto en chino como en castellano- señala que el régimen asiático eligió a aquella provincia porque “está ubicada en el extremo sur de Sudamérica, es rica en recursos de gas natural y es una de las nuevas potencias industriales de Argentina”, en referencia al ensamble tecnológico que se desarrolla en Tierra del Fuego.

 

El contrato que llegó a la Legislatura fueguina continúa su detalle: “Shaanxi Chemical Group invertirá en la construcción de un proyecto con una capacidad anual de 600.000 toneladas de amoníaco sintético, 900.000 toneladas de urea y 100.000 toneladas de glifosato en el sur de Argentina, más la construcción de una terminal portuaria multipropósito con recinto interno -que permite el amarre de de embarcaciones de 20.000 toneladas- y una central eléctrica de 100MW”.

 

Pero, además, el memorándum rubricado por Melella abre las puertas a más desembarcos del régimen en la Patagonia: “La construcción sin contratiempos del proyecto será ejemplar para la inversión de empresas chinas en el sur de Argentina”. El decreto ingresó a la legislatura provincial el lunes 5 de junio.

 

La compañía formalmente detrás del proyecto es, como dice el documento al que tuvo acceso Infobae, China Shaanxi Chemical Industry Group. Sin embargo, fuentes del sector aseguran que resulta difícil de creer que una empresa química como aquella se dedique a la construcción de un puerto y que en cambio esa tarea estaría delegada a otro gigante controlado por el régimen: HydroChina Corp. Shaanxi Group es una firma estatal de energía y química desarrollada por el Comité Provincial del Partido de Shaanxi y el gobierno provincial de aquel país.

 

El “puerto multipropósito” al cual se refiere el memorándum firmado entre el régimen y Melella será lo primero que se construirá, ya que “servirá para cubrir las necesidades locales y abastecer el propio proyecto”.

 

Aunque ni el decreto ni el memo firmado con China lo informe, todo indica que el puerto se llevará a cabo en Río Grande. “Será como la base que Beijing tiene en Neuquén y donde nadie los molesta”, dijo una fuente del sector. Se refiere a la Estación de Espacio Lejano ubicada en Bajada del Agrio. Allí, personal militar chino dice estar obsesionado con las estrellas, pese a que todo hace sospechar que las antenas allí desparramadas sirven para interferir comunicaciones.

 

Permisos

En enero pasado, desde el gobierno nacional habían asegurado que el plan de Melella era inviable. Las autoridades de Puertos y Vías Navegables de la Nación -el organismo dependiente del Ministerio de Transporte encargado de evaluar y dar autorización a todo proyecto portuario- habían descartado que ese puerto chino pudiera hacerse.

 

“Ese puerto no va. Por ahora es sólo una carta de intención firmada por el gobernador que no tiene facultades porque los puertos los decide la nación. Además, no hay factibilidad técnica para hacerlo”, fue la respuesta que dio en off the record un alto funcionario nacional.

 

Sin embargo, el reciente viaje de una importante delegación argentina a Shangai y Beijing podría hacer rever algunas decisiones estratégicas del gobierno. Muchos se preguntan si finalmente la Argentina será la puerta de ingreso de China a la Antártida.