Roberto García
Moritán
Infobae, 12 Jun,
2023
España afianza la
relación pesquera con el Reino Unido y se beneficia de las capturas en las
Islas Malvinas con licencias otorgadas por el gobierno ilegitimo del archipiélago,
con aval de la Unión Europea (UE). El 20% del calamar que se consume en Europa,
en particular Francia, se pesca en las aguas circundantes al archipiélago. De
acuerdo al boletín oficial Gazette de Malvinas, los poteros españoles, que
faenan con bandera propia y con pabellón británico o isleño (según la
conveniencia de barcos que pertenecen a siete empresas mixtas), constituye la
flota principal de poteros al extremo que se podría afirmar que el calamar
loligo se reserva casi con exclusividad para España. Los barcos asiáticos
(principalmente de Corea y Taiwán), son minoritarios. China en la actualidad no
adquiere licencias de pesca en Malvinas.
El régimen ilegal
de pesca autorizado unilateralmente por el Reino Unido en Malvinas, otorga
anualmente un centenar de licencias y cupos de pesca (ITQB, Individual
Transferable Quota), por un plazo de vigencia de un cuarto de siglo. Alrededor
de 120 embarcaciones están autorizadas a pescar en la zona de exclusión. En lo
que va del 2023 se otorgaron 106 licencias ITQB para la pesca de todas las
especies. Este mecanismo, que estimula la renovación de la flota pesquera
isleña, ha favorecido el establecimiento de un número importante de empresas
mixtas, españolas y malvinenses. Varias de esas empresas, con filiales argentinas,
poseen también licencias de pesca otorgadas por Argentina para la zona
económica exclusiva.
Los pesqueros
españoles han capturado 53.500 toneladas de calamar loligo e illex en la
primera parte de la zafra del 2023. Es posible que la segunda campaña del año
de resultados de pesca similares. Esos datos permiten presumir un volumen de
toneladas de calamar superior a las temporadas más importantes de las últimas
dos décadas. En el 2022 la pesca española en el caladero Malvinas superó 101
mil toneladas de calamar loligo, illex y pescados de cola, lo que constituyó el
segundo record histórico desde 1989 (cuando se logró pescar 118 mil toneladas).
Las capturas de pescados de aleta (62 mil toneladas) fue la mayor desde que se
implementó la zona de exclusión. Esa pesca representa el 60% de los ingresos de
las Islas y confirma que es la actividad económica más importante de la colonia
británica.
La Unión Europea
también ha sido instrumental para el despojo pesquero que sufre Argentina. Por
gestión directa de la Secretaria de Pesca y de la Cancillería de España, la UE
eliminó la aplicación del arancel de la OMC (6%) para la pesca en Malvinas,
autorizando una cuota anual de 75 mil toneladas de calamar, libre de toda
tarifa entre 2021 y 2023, para procesamiento industrial dentro de la UE. Es de
esperar que este privilegio que se le otorga a Malvinas (similar al que gozaba
antes del Brexit), no se prorrogue por otro trienio y que la UE reconozca a las
Islas Malvinas como zona en litigio y, como tal, evite medidas que benefician a
una sola de las partes en la disputa.
Las autoridades
nacionales no han efectuado gestiones destacables ante España y la Unión
Europea. La afinidad ideológica con el gobierno español tampoco ha servido para
lograr una actitud más cooperativa y reducir los efectos negativos que genera
el vínculo entre España y la colonia británica de Malvinas. La acción
diplomática ante UE en Bruselas, por los resultados, muestra la misma desidia
diplomática. Estas omisiones son preocupantes. Es hora de una acción más
responsable y eficaz que contemple la explotación de un recurso altamente
migratorio como el calamar y que está siendo sometido a una presión pesquera al
límite de la sobreexplotación.
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