disputan
actualmente el control de narco y lavado en México
El gobierno
reconoce su presencia operativa en 25 entidades federativas. Los cárteles del
Pacífico, Jalisco y Golfo predominan en norte y centro del país, aunque
enfrentados con otras organizaciones. Se estima que el 60% de los asesinatos
están vinculados a la delincuencia organizada.
Arturo Angel
Animal político (Mex.), 1 de julio, 2021
Un total de 16
grupos criminales mantienen una disputa abierta por el control de las rutas del
narcotráfico y narcomenudeo en el país este año. Se trata de organizaciones
delictivas que además tienen capacidad para lavar dinero proveniente de esta y
otras actividades consideradas como crimen organizado.
Un reporte actualizado
del gabinete de seguridad identifica al Cártel del Pacífico y de Jalisco como
las organizaciones criminales predominantes en el norte y centro del país,
mientras que el Cártel del Golfo —a cuyas facciones se atribuye la masacre de
15 personas en Tamaulipas de la semana pasada— aún tiene presencia en ocho
entidades.
En total, las
autoridades identifican una presencia clara e importante de estos grupos
criminales en 25 estados. Además, el gobierno estima que el 60% de los
homicidios en el país están vinculados directa o indirectamente con la
delincuencia organizada, promedio que se ha mantenido a lo largo del sexenio.
El presidente
Andrés Manuel López Obrador reconoció esta semana en su conferencia matutina
que “los altos índices de homicidios” que prevalecen obedecen a la operación de
varios grupos del crimen organizado, aunque subrayó que se trata de
organizaciones delictivas que surgieron y se fortalecieron en años pasados y no
en su gobierno.
De acuerdo con el
reporte oficial, el Cártel del Pacífico (también conocido como Sinaloa) domina
en siete estados del norte y noroeste del país: Sonora, Sinaloa, Baja
California, Baja California Sur, Durango y Coahuila. En la mayoría su dominio
es total, aunque en Baja California mantiene una disputa con células del cártel
de los Arellano Félix, y en Sinaloa con células del grupo de Los Beltrán Leyva.
El Cártel Jalisco
Nueva Generación (CJNG) ha consolidado su presencia en amplias regiones de ocho
estados del centro del país: Jalisco, Nayarit, Colima, Michoacán, Guanajuato,
Estado de México, Guerrero y Veracruz, aunque en varias de ellas en disputa con
grupos locales.
Por lo que
respecta al Cártel del Golfo, el reporte oficial identifica su presencia en
nueve estados. En tres de ellos —Zacatecas, Aguascalientes, San Luis Potosí— su
prevalencia es dominante, mientras que en los otros seis —Nuevo León,
Tamaulipas, Oaxaca, Chiapas, Quintana roo y Veracruz— tiene presencia pero
también disputa con otros grupos criminales.
A diferencia de
los grupos del Pacífico y Sinaloa, el Cártel del Golfo no solo mantiene
disputas con bandas rivales sino también con sus distintas facciones internas
principalmente en Tamaulipas, donde a su vez lucha con remanentes de sus
exaliados: los Zetas.
El reporte
establece además que los Zetas se han aliado con otro grupo denominado Cártel
del Noreste para enfrentar al Cártel del Golfo en Nuevo León, Oaxaca y Quintana
Roo.
El gobierno
reconoce que, aunque no tiene pleno dominio en algún territorio, el grupo
criminal de los Beltrán Leyva sigue operando a través de diversas células
dispersas en nueve entidades federativas: Sinaloa, Sonora, Nayarit, Nuevo León,
Estado de México, Morelos, Querétaro, Oaxaca y Chiapas.
Los grupos de la
Familia Michoacana y Los Caballeros Templarios, combatidos con fuerza durante
el sexenio pasado, tampoco están del todo desarticulados. Aunque están
divididos, ambos mantienen presencia en Michoacán, Guerrero y el Estado de
México.
El resto de los
grupos tienen presencia solo en una entidad federativa, aunque dos de ellos
destacan: El Cártel de Juárez que mantiene el dominio de Chihuahua y su
frontera con Estados Unidos; y el Cártel de los Arellano Félix que mantiene
presencia en la frontera de Baja California, aunque en disputa con grupo del
Pacífico.
Los grupos
criminales más chicos en cuanto a presencia territorial son El Cártel de
Tláhuac, y la Unión Tepito que operan en el Valle de México; Guerreros Unidos y
Los Rojos concentrados en Guerrero; y Los Viagras con presencia en Michoacán.
Finalmente, el
reporte identifica al denominado Cártel de Santa Rosa de Lima con operaciones
en Guanajuato, pero bajo disputa con el CJNG.
Negocios y
violencia organizada
De acuerdo con
autoridades federales, la mayor parte de estos grupos tienen como principal
actividad el narcotráfico y narcomenudeo en sus distintas modalidades. De enero
a mayo de este año la Fiscalía General de la República (FGR) inició 3 mil 362
carpetas de investigación por delitos contra la salud, en los que estarían
implicados estos grupos.
Pero además de lo
anterior, se ha documentado por las autoridades la participación de estos
grupos en múltiples actividades delictivas más como extorsiones, trata de
personas, robo de hidrocarburos, secuestros, entre otros.
La Unidad de
inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda advierte que estos
grupos tienen la capacidad de lavar los recursos ilícitos que obtienen
introduciéndolos al sistema financiero a través de prestanombres y negocios
fachada. Tan solo esta semana la UIF procedió con el bloqueo de cuentas de 323
personas ligadas a los grupos criminales que operan en Guerrero y Michoacán, y
que se utilizaban para lavar dinero.
En abril del año
pasado Animal Político reveló que, de acuerdo con estimaciones oficiales del
gabinete de seguridad, el 60% de los
asesinatos registrados en México estaban ligados con disputas o actividades del
crimen organizado. En algunos estados como Guanajuato, Baja California,
Chihuahua, Colima, Jalisco y Zacatecas se estima que el porcentaje es de 70 a
80%.
Los funcionarios
federales consultados indican que este promedio se mantiene en niveles
similares durante este año. Ello significa que 8 mil 545 homicidios dolosos de
los 14 mil 243 registrados en los primeros cinco meses de este año estarían
relacionados con la delincuencia organizada.
Entre los casos
ocurridos este año ya figuran algunas masacres como la ocurrida el pasado 19 de
junio en Reynosa, Tamaulipas, y que de acuerdo con indagatorias preliminares
tendría como móvil la disputa territorial entre distintas células del propio
Cártel del Golfo.
Otro caso reciente
fue el asesinato de nueve personas, entre ellos dos policías, el pasado 23 de
junio en Fresnillo, Zacatecas; o el enfrentamiento entre supuestas células de
dos grupos rivales del crimen organizado que dejó 18 muertos en el municipio de
Valparaíso, en la misma entidad.
De acuerdo con un
recuento de la organización especializada en temas de Seguridad Causa en Común,
tan solo de enero a mayo de este año se han registrado 239 masacres (homicidios
de más de tres personas) en el país, principalmente en entidades bajo fuerte
disputa de grupos criminales como Guanajuato, Jalisco, Veracruz, Guerrero y
Sonora.
El poder criminal
que la delincuencia organizada mantiene México también ha sido advertido en
varias oportunidades a nivel internacional. Una de las últimas vino del jefe
del Comando Norte de Estados Unidos, el general Glen VanHerck, quien en mayo
pasado advirtió que el crimen organizado domina el 35% del territorio nacional,
y en algunas zonas que son “con frecuencia ingobernables”.
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