“Grupos mapuches violentos se quieren quedar
con parte de nuestro territorio”
Facundo Chaves
Infobae, 30 de
Agosto de 2022
El ex funcionario
y especialista Eugenio Burzaco planteó que el gobierno que surja de las
elecciones del año que viene debería impulsar una reforma que permita a las
Fuerzas Armadas participar en tareas de seguridad, principalmente en las
fronteras y en la custodia de objetivos estratégicos. Además, mencionó entre
los principales desafíos que tendrá por delante la nueva administración la
amenaza del narcotráfico y la actuación de grupos violentos autoproclamados
mapuches.
El ex secretario
es el responsable dentro de la Fundación Pensar, del PRO, de elaborar un plan
de seguridad para poner en marcha si la oposición se impone en los comicios del
2023. En una entrevista con Infobae, advirtió sobre los riesgos del avance
narco y de que peligrosas bandas como el brasileño Primer Comando de la Capital
(PCC) se asienten en la Argentina.
Burzaco advirtió
sobre los últimos datos preocupantes en materia de delitos y por eso planteó la
necesidad de una reforma integral, que permita entre otras cosas, sumar
recursos humanos a las tareas de combate contra el delito organizado. “Estamos
a tiempo de controlar esto, pero eso requiere de un fuerte involucramiento del
gobierno nacional que es lo que ha evitado el gobierno actual, poniendo
permanentemente pretextos para no intervenir en el conflicto de Rosario o en
los problemas del gran Buenos Aires”, afirmó.
Diez frases
destacadas del reportaje
1- “Nuestras
principales amenazas externas no son Ejércitos armados de un país, son
conflictos irregulares, con bandas de narcotraficantes que tienen enorme
capacidad de ejercer la violencia.
2- “Es innegable
la necesidad de involucrar a las Fuerzas Armadas en una acción mucho más
coherente, clara, logística en la zona fronteriza”.
3- Hay que
reformar la ley para que, en el territorio de frontera -como hacen los
brasileños, los chilenos, los colombianos- si alguien ingresa irregularmente y
si tenés alguna problemática, que las Fuerzas Armadas puedan actuar.
4- “El Wallmapu es
un país mapuche que abarca un tercio del territorio nacional argentino. Cuando
hay un grupo que reivindica con violencia la provincia de Río Negro, Chubut,
Neuquén, La Pampa y una parte de la provincia de Buenos Aires como propia, eso
es una cosa inaceptable”.
5- “Si está en
duda la integridad territorial, las Fuerzas Armadas tienen que intervenir. Es
parte de su rol dentro del Estado Nacional: preservar la unificación y la
integridad territorial”.
6- “Lo que hizo el
gobierno de Neuquén con los mapuches es un error. Habilitó a plantear ‘como
estas son tierras ancestrales, me tienen que pagar un peaje’”.
7- “En cada lugar
donde haya una mina de litio, donde haya gas, o donde haya petróleo vamos a
tener un grupo que se autodenomina lo que fuere, pidiendo que le paguen algún
tipo de derecho o peajes. Argentina no está para eso”.
8- “Si proyectamos
los homicidios de los primeros seis meses del año en Rosario vamos a tener el
peor año en materia de homicidios en la historia argentina en Rosario, este año
2022″.
9- “Hay zonas del
Conurbano que tiene tasas de homicidio similares a las de Rosario. Si vas a
Moreno, tenés niveles de criminalidad altísimos”.
10- “Este es un
gobierno que ha decidido desentenderse de los problemas de seguridad. Pero eso
hay que prepararse para un contexto difícil como el que vamos a recibir”.
La entrevista
completa
- ¿Qué opinión
tiene como especialista y ex funcionario de la situación de la seguridad en la
actualidad?
Nosotros tuvimos
una experiencia exitosa, la mayoría de las encuestas lo miden así y los datos
reales también lo marcan. Tuvimos la tasa de homicidios más baja de este último
período de más de 40 años de democracia y una reducción significativa de casi
todos los delitos, del 20 al 30 por ciento en la gestión.
Lamentablemente en
estos tres años que lleva la gestión kirchnerista muchas de las tendencias
positivas que hubo durante el gobierno anterior se están revirtiendo nuevamente
y vemos un avance no solamente de la criminalidad general sino de la
criminalidad organizada, con lo cual hay que readaptar mucho de esos planes y
prepararnos para una nueva realidad, que no sé si no va a ser peor que la del
2015, cuando recibimos el gobierno la última vez.
- ¿Por qué prevé
ese escenario para el próximo gobierno?
Por el avance del
narcotráfico. Hubo un desplazamiento de los carteles narcos en la región, con
una creciente relevancia de los carteles narcos brasileños. Estos hoy dominan
buena parte del norte de Paraguay y ya tienen incidencia directa en el noreste
argentino, que inclusive se verifica por el incremento de cargas y decomiso de
cocaína en el Este del país. Históricamente en el Oeste del país era el lugar
de decomiso, sin embargo cada vez más las cargas se decomisan en el Este. La
Hidrovía ha sido el puente de salida de cocaína: los dos cargamentos más
grandes de la historia que salieron en esta gestión kirchnerista, uno
encontrado en Amberes y otro en Hamburgo, salieron de puertos argentinos,
atravesando la Hidrovía. Hace unos días se decomisó casi una tonelada y
media en Rosario, que iba al Medio Oriente, pasando por África o por Europa.
Es decir que los
carteles brasileños hoy son junto con los mexicanos, lo más relevante de la
región, y empiezan a extender su área de influencia y su violencia hacia
Argentina, con lo cual, si proyectamos los homicidios de los primeros seis
meses del año en Rosario vamos a tener el peor año en materia de homicidios en la
historia argentina en Rosario, este año 2022.
Creo que estamos a
tiempo de controlar esto, pero eso requiere de un fuerte involucramiento del
gobierno nacional que es lo que ha evitado el gobierno actual, poniendo
permanentemente pretextos para no intervenir en el conflicto de Rosario, en los
problemas del gran Buenos Aires, inclusive ha habido peleas entre los ministros
del mismo color político, con estos temas y pasó lo mismo en la Patagonia con
el tema mapuches. Es un gobierno que ha decidido desentenderse de los problemas
de seguridad y cuando uno se desentiende de los problemas de seguridad
lamentablemente la inseguridad aumentó. Esto es lo que hemos visto en estos
años, con lo cual hay que prepararse para un contexto difícil como el que vamos
a recibir.
- Dentro de los
planes que tienen, piensan ustedes en modificar o proponer la modificación de
la legislación? Acá en Argentina hay como una frontera bastante rígida que este
gobierno también reinstaló, que es la frontera entre la Defensa y la Seguridad,
entre las Fuerzas Armadas y las Fuerzas de Seguridad, la Policía y Gendarmería.
Lo que se plasmó
en la Ley de Seguridad Nacional y en la Ley de Defensa tuvo un sentido
estratégico en los 90, en ese mundo y en ese contexto, después del
levantamiento carapintada, del fin del Proceso Militar. Pero hoy, 40 años
después, no tiene nada que ver con la realidad ni de las Fuerzas Armadas, ni de
los conflictos que enfrenta Argentina.
Tener todo un
aparato de Defensa que le cuesta a la Argentina 1 punto del Producto Bruto, que
involucra a 85 mil personas que requiere de cuantiosas inversiones, para
esperar la invasión de un Estado exterior es poco realista. Actualmente la
reglamentación que han hecho en el kirchnerismo en la Ley de Defensa y de
Seguridad Interior les impide a las Fuerzas Armadas actuar ante otros
conflictos externos. Esto que habíamos modificado durante la gestión del
presidente Mauricio Macri volvió atrás, a la versión más restrictiva.
En la medida en
que los conflictos en las grandes urbes sigan aumentando, que tengamos que usar
gendarmes, policías federales y en esos aumentos de conflictividad ¿quién cuida
nuestra frontera, quién cuida nuestro litoral marítimo, el espacio aéreo? Es
innegable la necesidad de involucrar a las Fuerzas Armadas en una acción mucho
más coherente, clara, logística en la zona fronteriza.
- Sabés que eso en
términos ideológicos y políticos es como una especie de sacrilegio, meter a las
Fuerzas Armadas.
Es un debate que
vamos a tener que dar y enfrentar. Argentina quedó como el último país en
América Latina que tiene estas restricciones. Entonces la pregunta es ¿podemos
seguir con estas restricciones? Esto no quiere decir y quiero ser muy claro en
esto, que un soldado haga la investigación criminal o se meta en cuestiones
policiales.
¿Qué quiere decir?
Que del territorio de frontera -como hacen los brasileños, los chilenos, los
colombianos- si alguien ingresa irregularmente, si tenés alguna problemática,
las Fuerzas Armadas puedan actuar. De hecho hoy lo hacen cuando es un avión,
cuando ingresa al espacio aéreo ¿por qué no hacerlo cuando el que ingresa es un
narcotraficante o un barco que carga cocaína, como pasa en la Hidrovía.
Lo que no podemos
tener en una Argentina empobrecida con escasos recursos, tener recursos humanos
capacitados y equipados y no utilizarlos. Este es un debate arcaico que la
mayoría de los países del mundo lo han superado y, de vuelta, eso no quiere
decir confundir roles. Los militares no están para hacer investigación
criminal, para eso está la Policía, la Gendarmería y Prefectura. Ahora, cuidar
nuestras fronteras, cuidar nuestros objetivos estratégicos, como centrales
nucleares o hidroeléctricas, que alguien las tiene que cuidar.
Si vos tenés un
atentado, o un problema… De hecho, estamos usando los militares para apagar los
incendios en el Delta ¿cómo nos vamos a utilizarlos para cosas que son más
lógicas para su funcionamiento? Me parece bien que la defensa civil vuelva
también ahí, porque ellos tienen los equipamientos, la logística, las capacidades.
¿Por qué no los usamos? Yo creo que hay que aventar fantasmas y poder
adentrarnos en una nueva realidad del mundo, donde hay que usar nuestros
recursos. Hay recursos capacitados pero también escasos, mientras seguimos
desnudando nuestras fronteras, mientras que por ahí pasan las armas ilegales,
la droga, contrabando y problemáticas que terminan también por afectarnos en
las grandes ciudades.
- Ahora esa
autorización para que intervengan las Fuerzas Armadas en cuestiones de
seguridad, ejemplo lucha contra el narcotráfico, donde se establecería el
límite? ¿Lo que están planteando es similar a la idea de crear una DEA o nada
que ver?
En el gobierno de
Mauricio Macri se estableció una zona de frontera, que son más o menos unos 100
kilómetros, que aparte no es algo novedoso en Argentina. Esto es una ley que
hizo Perón allá por el año 1948 y es lo que tiene Brasil en sus 150 kilómetros
de frontera geográfica, las Fuerzas Armadas intervienen para evitar justamente
el ingreso de aviones, de barco de narcotráfico y otras cuestiones.
No estamos
inventando nada, estamos tratando de adaptar a nuestra realidad, en este caso
eran 100 kilómetros, no 150, pero que era una zona crítica del país por donde
pasan muchas cosas y uno tiene que ir a la frontera norte del país para
comprender la dimensión: son miles de kilómetros. La gente cree que hay ríos y
demás, mientras la mayoría de la frontera es seca y, cuando uno la camina, no
sabe si está del lado boliviano, paraguayo o argentino y por ahí entra, como
dije antes, droga, trata de personas, tráfico de armas, mucho de la
criminalidad que termina generando dolor y ruido en las grandes ciudades, ya
que viene de las fronteras hacia las grandes urbes y terminan llevando los
problemas.
Realmente seguir
con esta lógica me parece que no tiene sentido en la Argentina actual. Nuestras
principales amenazas externas no son Ejércitos armados de un país, son
conflictos irregulares, con bandas de narcotraficantes que tienen enorme
capacidad de ejercer la violencia. El Primer Comando de la Capital de Brasil
que hoy es una de las organizaciones narco más grandes del mundo, en Paraguay
fue con ametralladoras antiaéreas destruyó un búnker de Prosegur en Ciudad del
Este y mató no sé cuántas personas. Cuando quieren liberar a alguien van, toman
una cárcel y liberan. Uno no tiene más que mirar noticieros brasileños para ver
el poder de fuego y de violencia que ejercen estos grupos.
- Es un escenario
que podría llegar a la Argentina, un escenario similar?
Ya llegó a
nuestros vecinos y tiene una incidencia grande en países vecinos, con
tentáculos en Uruguay, en Paraguay. Hoy manejan toda la droga que viene del
Chapare boliviano y de la zona andina peruana y pasa por toda esa zona norte y
se mete en los puertos de Santos, de Paraná, en Brasil. Los principales puertos
de salida de cocaína del mundo están acá nomás. Van a Europa, África, Sudeste
Asiático. Cómo pensar que eso no nos va a influir con ese nivel de violencia y
de manejo dinero que tienen estas organizaciones criminales.
- Vos recordaste
que en la amenaza que se establece en la Ley de Defensa implica una agresión
que no va a ocurrir, que es la agresión de un estado nacional atacando a la
Argentina ¿qué otra amenaza, por la ley actual, no se está contemplando?
Las situaciones de
grupos violentos y regulares. Gente que se quiere quedar con parte de nuestro
territorio. Doy un ejemplo, de algo que tal vez no parece tan cercano, pero en
la zona de la Patagonia Andina lo es: cuando hay un grupo que reivindica la provincia
de Río Negro, Chubut, Neuquén, La Pampa y una parte de la provincia de Buenos
Aires como propia, que es el grupo violento mapuche -sin generalizar, porque no
son todos mapuches- que reivindican el Wallmapu. El Wallmapu es un país que
abarca un tercio del territorio nacional.
Cuando alguien
baja la bandera argentina e iza la bandera mapuche está afectando la integridad
territorial de la nación. Estamos volviendo 150 años atrás en nuestra historia.
Puede ser un tema
menor para algunos, pero ya pasó en un país vecino, como Chile, y veamos el
conflicto que esto está generando, con muertos y atentados. Hace unos días
detuvieron al líder de la CAM, que es el paralelo a la RAM, un grupo que
reivindica la nación mapuche en Chile y lo hace de manera armada, con gente
entrenada por las FARC en Colombia. Llevando un conflicto hacia Argentina al
que no estamos acostumbrados en los últimos 30 o 40 años, pero que alguno de
nuestros países vecinos lo sufren.
- ¿En ese tipo de
conflictos deberían intervenir?
En los aspectos
policiales no, pero si está en duda la integridad territorial, las Fuerzas
Armadas tienen que intervenir. Es parte de su rol dentro del Estado Nacional,
como preservar la unificación y la integridad territorial. Hoy esto es lejano,
hoy es mucho más un problema de la Gendarmería que esté presente en el Sur,
pero la frontera tiene que tener cuidado. Tiene que haber alguien cuide lo que
está pasando, que cuide que parte de estos grupos irregulares estén trayendo y
sacando armas del país.
Nuestro gobierno
realizó un esfuerzo muy grande para apresar a Facundo Jones Huala, hicimos un
juicio, que se hizo en Bariloche, y luego lo extraditamos a Chile. El gobierno
fue a pedir por su liberación y le terminaron dando salida transitoria. ¿Qué
hizo el líder de la RAM que es el grupo argentino violento? Se escapó y hoy no
sabemos dónde está. Cuando uno va a la región andina patagónica, dicen “no está
oculto acá, o allá”. Hemos vuelto retroceder ese sentido. Son cosas que como
país requiere una política de Estado. Nosotros no podemos permitir estos
niveles de violencia ni que la gente se apropie irregularmente de terrenos ni
públicos ni privados, como ha ocurrido.
- Señalás el tema
mapuche, el tema del narcotráfico, seguido del tema de la inseguridad toda la
política actual de seguridad/defensa como la estás calificando? A partir de
esto que me estás diciendo, claro.
Ausente.
Especialmente en materia de seguridad. Si dijeras estos problemas no han
afectado la población o no han sido un llamado de atención de los gobernadores.
A veces gobernadores del mismo partido político. Sin embargo una y otra vez el
gobierno nacional se desentendió de ese tema. Nosotros, desde nuestra gesión,
no nos desentendimos, actuamos, enviamos refuerzos. A Rosario mismo enviamos
3.000 gendarmes y bajamos la tasa de homicidios de 18 cada 100 mil a entre 11 y
10. ¿Era suficiente? No, obviamente hay que hacer una política mucho más larga
y profesional en el tiempo, pero logramos detener la fiebre y ahora volvió a
subir de vuelta.
Si uno comprende
que parte del territorio lo manejan los carteles narcos, las bandas narcos y
que la Policía de la provincia no da abasto, el Gobierno nacional tiene que dar
ayuda y más cuando la provincia lo pide. Distinto sería si la provincia dijera
“yo me encargo sola”. Pero permanentemente, el caso especial de Río Negro, en
la Patagonia, la provincia de Santa Fe.
Las peleas entre
Berni, que es el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires y los
dos ministros, la anterior (Sabina Frederic) y el actual (Aníbal Fernández)
son, no digo semanales, pero una vez por mes hay una agarrada por temas, muchas
veces, operativos. Eso no puede pasar, no puede haber esa descoordinación entre
fuerzas de seguridad, porque el que termina afectado es el vecino, que le importa
un rábano si es un gendarme, un policía de la provincia o quién que lo
defienda: quiere que le den seguridad, poder salir a la noche y no lo asalten,
que los narcos estén presos y que no les vendan droga en la puerta del colegio
a sus hijos, quiere vivir en una ciudad tranquila, razonable y con un marco de
seguridad con un horizonte de tranquilidad en el tiempo.
- ¿Por qué creés
que estas cosas pasan en Rosario, con el tema de la violencia narco, y no pasa
eso, a ese nivel de gravedad, en el Conurbano Bonaerense?
Hay zonas del
Conurbano que tiene tasas de homicidio similares a las de Rosario. Si vas a
Moreno, tenés niveles de criminalidad altísimos. Es disperso en áreas
geográficas y en problemáticas. Lo que tiene Rosario de particular son dos
cuestiones críticas:
1- Es un punto
logístico donde convergen todas las rutas que vienen del norte del país, las
que vienen del noroeste y las que viene del noreste -la 12, la 14- y por eso se
nuclea todo lo malo que viene desde esas zonas y generan un polo de criminalidad.
2- Esta
problemática se profundiza cuando el narcomenudeo toma el carácter territorial.
La verdad que Rosario tiene población con necesidades básicas insatisfechas muy
significativas -ha tenido una conurbanización muy grande en la ciudad- y ahí se
han concentrado muchas bandas que manejan o tratan de disputar el poder
territorial. Ellos -como Los Monos- lo dirimen de manera violenta.
Las bandas, cuando
pelean por el control del territorio de estos negocios tan grandes, lo hacen
con violencia y con violencia mortal. Generan un número grande de víctimas, que
son muchas, entre ellos. La tasa de homicidio se construye mucho con muertos
producidas por el narcotráfico, pero también de muertos inocentes, de gente que
se cruza que va por ahí…
- Sí, niños
también.
Con un agravante
en el último periodo, que han empezado a diversificar su actividad. Hoy además
extorsionan comerciantes para que no los roben. Ya el dominio territorial les
permite adentrarse en otras actividades irregulares que son peligrosas.
- Son bandas
criminales multiuso, multipropósito…
Exactamente como
pasa en México, en Brasil, en Colombia. Narcos que están instalados más tiempo
que dicen “ya que tengo esta banda, la uso para recaudar con esto, la uso para
el juego ilegal, lo que sea un motivo para emplear esos niveles de violencia.
- ¿El escenario
que ves para el 2023 y para el 2024, eventualmente en una próxima gestión, cuál
es?
Es un escenario
complejo, donde hay que, como dije antes, una racionalización de los recursos
del Estado. Está claro que vamos destinar una cantidad de gendarme y policías
federal importante para poder ayudar a una acción de mejora que requieren
Rosario, Santa Fe, sectores del gran Buenos Aires. Ahora, de algún lado hay que
sacarlos.
Cuando yo digo que
necesitamos cuidar las fronteras con las Fuerzas Armadas estoy diciendo que voy
a tener que sacar gendarmes de la frontera para poder emplearlos acá. Alguien
tiene que cubrirlos, alguien tiene que estar cuidando esos lugares que hoy en
muchos casos ni siquiera pueden ser abarcados por los pocos gendarme que hay.
Esta es una realidad que el Estado tiene que tener una inteligencia para ver
cómo usar estratégicamente los recursos y tiene que hacerlo coordinadamente.
Esto no quiere
decir que yo traiga algo que le haya hecho mal a Brasil, a México, de poner las
Fuerzas Armadas a investigar, creo que ese no es el rol, porque no están
preparados ni están capacitados y no es lo que necesitamos. Ahora sí están
capacitados para cuidar la frontera, sí lo están para cuidar las centrales
hidroeléctricas, sí están preparado para custodiar una central nuclear y de ahí
eso nos va a permitir sacar recursos que tenemos quietos y que pueden ser
capaces de trabajar mejor en ámbitos urbanos.
- En concreto ¿si
en un ámbito de frontera aparece una banda narco estaría apto y habilitado por
la ley para actuar?
Si es una ley como
corresponde, con una regla bien clara, podés detener. Podés establecer
patrullas mixtas, que tengan militares con gendarmes, y cuando hay que hacer un
procedimiento lo hagan los gendarmes; o detener y llamar a la policía o al
gendarme para que haga la actuación policial. Pero, claramente, dar las
potestades de que si hay alguien entrando armas, drogas, cigarrillos ilegales,
intervenir. Esto lo hacen los brasileños, los chilenos, los bolivianos, los
paraguayos, los colombianos. No estoy diciendo algo que no existe. Nosotros nos
hemos autolimitado, probablemente por nuestro legado histórico, pero hoy -40
años después- empieza a no tener sentido y empieza el problema de la manta
corta. Saco y me descubro los pies. Al final, los recursos son finitos, escasos
y los tengo que usar donde puedan dar más y mejores servicios a la gente y
sobre todo darle más seguridad que es en definitiva es el objetivo.
- ¿Cómo viste esta
negociación y el intento de acuerdo entre el gobierno de Neuquén y las
comunidades mapuches por el tema Vaca Muerta?
Creo que es un
error. Todo proceso donde uno tiende a pacificar es bueno, pero cuando uno le
da la facultad a otro de cobrarte para poder hacer un servicio, que es un
servicio que es fundamental para la Nación, como es trasladar el gas a grandes
ciudades, está abriendo una contingencia a futuro que es interminable.
En cada lugar
donde haya una mina de litio, donde haya gas, o donde haya petróleo vamos a
tener un grupo que se autodenomina lo que fuere, pidiendo que le paguen algún
tipo de derecho o peajes. Argentina no está para eso. Es un país con falta de
recursos, que necesita generar trabajo y bienes y esta es una de las pocas
industrias que puede generar divisas extranjeras al país y mejorar nuestro tipo
de cambio, ayudar a mejorar la inflación y todo tipo de cosas que hoy tanto nos
agobia.
Si a cada cosa que
va a hacer el Estado permito cobrar un peaje a algún grupo de interés, por lo
que fuere, cometemos un error estratégico. El subsuelo del territorio nacional
es de la Nación, las provincias tienen derecho sobre eso, pero es de la Nación.
Sí vamos a poner como intermediario de ese proceso, los recursos nunca les van
a llegar a la gente, vamos a hacer que muchas de esas explotaciones sean
inviables y en definitiva esto hace retroceder al país.
Cada una de estas
actividades requieren de miles y miles de millones de dólares de inversión. El
que tiene que poner esos miles de millones o financiar a los argentinos, vienen
con estas cosas, ¿qué dice? Y qué sé yo si después voy a poder recuperar lo que
invertí ahí. Sea en litio, en cobra, en gas, lo que fuere. Me parece un
precedente equivocado, que abre la posibilidad de ante cada nueva explotación
que haga la provincia o el gobierno nacional se presente un grupo que diga “a
mí me tenés que pagar un peaje”...
- Por un
hipotético derecho ancestral…
Sí. Distinto el
derecho que se paga en una explotación petrolera por el daño o por el uso del
terreno. Eso está reglado por leyes civiles y regulaciones internacionales, que
establecen el pago de lo que significa que el que tenía una producción agrícola
o algo que ahora tenga un pozo petrolero o una mina de litio, en caso de que no
sean terrenos fiscales. Acá estamos hablando de gente que dice “estas son
tierras ancestrales y me tienen que pagar un peaje”. Puede ser interminable y
muy costoso para Argentina que está en un momento crítico de generación de
recursos
- ¿Hablando
específicamente sobre el conflicto mapuche, cuál es tu mirada?
Es un conflicto en
el que no hay que generalizar. Yo paso una parte del año en la Patagonia y la
mayoría de los mapuches trabajan y cuando tienen una reivindicación real e
histórica van a la Justicia y esperan los fallos de la Justicia en paz.
Distinto son aquellos grupos que a través de violencia quieren quedarse con lo
que es de otros: terrenos o construir el Wallmapu, esas son cosas inaceptables.
Es inaceptable para cualquiera, sea mapuche, araucano, descendiente de
italiano, ruso o lo que sea. Yo no me puedo quedar con lo que es de otro.
Durante mucho
tiempo estos grupos violentos se quedaron con terrenos del Estado, empezaron
con terrenos de Parques Nacionales, del Ejército, pero ahora cada vez más se
quedan con terrenos de individuos y esto está generando mucho malestar en la
región andina. A veces en Buenos Aires les parece muy lejano, pero cuando uno
está allá se da cuenta que hay mucha bronca. Y, además, lo hacen con el
ejercicio de la violencia y esto no se puede, porque sino es la regla del más
fuerte, que viene se impone y hace lo que quiere.
Justamente para
eso está el Estado, porque eso se requiere una intervención del Estado que eso
no implica que haya reclamos que sean justos y que tengan que ser resueltos por
la Justicia.
Ahora, no podemos
reivindicar a los violentos que a través de violencia se quedan con lo que es
lo demás.
CFK y la pelea en
el PRO
- ¿Qué opinás de
lo que pasó ayer, de las opiniones que dio Patricia Bullrich, cuestionando a
Rodríguez Larreta por cómo había actuado?
Desviamos la
atención del tema central que es que el gobierno, en este caso Cristina
Kirchner también desvía la atención victimizándose, sacando el tema del ámbito
judicial y somos funcionales a la estrategia del kirchnerismo de sacar y
desviar el centro de atención. Acá hubo un fiscal -que todavía faltan los
alegatos de los defensores- que dijo con mucha claridad técnica y legal lo que
pasó y eso generó la reacción del kirchnerismo.
Se pasó de una
etapa de victimización a la violencia y si uno se prende a esa lógica
planteando diferencias entre nosotros termina siendo funcional a ellos y creo
que es incorrecto.
En nuestra gestión
trabajamos mucho con la Policía de la Ciudad y a mí me tocó ser jefe de la
Policía de la Ciudad, de la Policía Metropolitana y se trabajó muy bien y nos
bancamos juntos las toneladas de piedras que nos echaron encima frente al
Congreso de la Nación.
- ¿Se vienen otras
toneladas de piedra, en caso de que pierda el kirchnerismo el año que viene?
No. Creo que tiene
que primar la razón. La mayoría de los argentinos no quiere más esta grieta y
vivir en este nivel de violencia y de intolerancia. Me parece que esto es el
reflejo de algo que se va, no de lo que viene. Por eso no hay que entrar en esa
lógica, porque esto se está agotando y por suerte las instituciones argentinas
están logrando que se agote jurídicamente, legítimamente y espero que así sea.
- Además de
preparar estos planes también tenés un rol político.
Estoy trabajando
en Bariloche, en Río Negro, ayudando a nuestro candidato a gobernador, que es
Aníbal Tortoriello, que salió segunda en última elección de diputados, que sacó
29 por ciento los votos, subimos de 9 por ciento a 29, haciendo una muy buena
elección, relegando al peronismo al tercer lugar. Ahora viene un desafío más
grande, que es encontrar líderes en todas las grandes cabeceras en Río Negro,
como Bariloche, Roca, Cipolletti, Regina, Viedma, Ingeniero Jacobacci,
expandiendo el partido. Históricamente el PRO fue muy fuerte en ciudad y en
provincia y lentamente vamos desarrollándonos en un sentido federal y como
estoy viviendo una parte del año, estoy colaborando para construir el espacio
político y una alternativa en Río Negro.
- ¿Te interesa
competir en Bariloche?
Eventualmente,
pero eso lleva tiempo, uno tiene que estar instalado, pero yo no quiero
acelerar eso. Es importante conocer bien, aprender, escuchar y recorrer. El rol
más importante mío es la experiencia de haber sido presidente del partido en la
provincia y haber tenido una experiencia de armado y ayudar a que el partido se
arme en Río Negro y ayudar a los líderes locales que están hace tiempo y sobre
todo ser un puente para nuevos líderes, que no vienen de la política. Afianzar
nuevos referentes a la provincia que se quieran sumar, de ahí puedo aportar.
Después veremos, porque a los que nos gusta hacer política territorial y en una
ciudad hermosa con enormes potencialidades y que tiene mucho para hacer, para
crecer, eso se verá más adelante. Mi aporte hoy es aportar desde el
conocimiento, de escuchar y de reunir.
- Trabajaste con
los dos. ¿Si tenés que elegir entre Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez
Larreta?
Elegí hace un
tiempo a Horacio Rodríguez Larreta para ser el próximo presidente y creo es la
persona más capacitada para poder emprender está Argentina tan compleja, con
tantos problemas, armar un buen plan y llevarlo adelante. Lo hicimos en la
Ciudad de Buenos Aires y en la Nación. Es un buen armador de equipos y va a
aportar un plan que cambie de esta Argentina.