sábado, 7 de diciembre de 2019
viernes, 6 de diciembre de 2019
POR ESPAÑA
Autor: Antonio CAÑIZARES,
cardenal arzobispo de Valencia
Católicos-on-line, diciembre
2019
En una Instrucción pastoral
de la Conferencia Episcopal Española de 2002, siguiendo las enseñanzas de la
Iglesia sobre «valoración moral del terrorismo», se afirmaba que «España es
fruto de uno de esos complejos procesos históricos que han dado lugar a la
nación», que en el pensamiento de San Juan Pablo II «es la gran comunidad de
hombres que están unidos por diversos vínculos, pero sobre todo, precisamente,
por la cultura».
No hablo como político, como
tantas veces me veo obligado a aclarar y desmentir, sino como obispo que tiene
el deber y la obligación moral de enseñar a los fieles y decir a todos lo que
Dios nos señala, por ejemplo en los diez mandamientos. En concreto en el
cuarto: «Honrar padre y madre». Es enseñanza tradicional e ininterrumpida de la
Iglesia –así lo aprendimos desde niños y nos enseñaron nuestros padres–que
«este mandamiento se extiende a los deberes de los ciudadanos respecto a su patria»
(n. 2199), como indica el Catecismo de la Iglesia Católica, lo que conlleva que
«el amor y el servicio de la patria forman parte del deber de gratitud y del
orden de la caridad» (n. 2239).
Hablar de España, defender a
España, pedir el cumplimiento de los deberes que todos los ciudadanos de España
tenemos respecto a ella, y el que pida que respetemos a España, la nación y
patria que somos, no es salirme de mi deberes como obispo. La otra noche, en un
acto conmemorativo del aniversario del nacimiento de un medio de comunicación
valenciano, decía públicamente que a un medio de comunicación y a los políticos
les corresponde la defensa y protección del bien común -del que se habla poco,
por cierto, en el ámbito político-, y que ese bien común en estos momentos se
llama España, no cerrada en un nacionalismo excluyente, sino como le
corresponde, como patria abierta a todos y un proyecto común de sociedad.
España, como sociedad y
ámbito social y cultural, preexiste con anterioridad a la existencia de diversas
configuraciones territoriales u organizativas que se han dado con posteridad al
acontecimiento del III Concilio de Toledo, en el siglo VII, que da lugar a la
«Hispania» que somos. Lo que somos como proyecto de vida en común hace
referencia a aquel origen y a la tradición viva y dinámica que de él dimana,
origen de unidad y de tradición viva en unidad que debiera perdurar porque
amamos y perdura España. Esta es la historia en su verdad no distorsionada. No
me ruborizo en decirlo –no soy «patriotero»–, porque esto integra y no excluye
a nadie, une e integra a todos: amo, amamos y me importa o nos importa
muchísimo España. Apartarse de eso, de la unidad que somos o debilitarla ha
acarreado... lo podemos comprobar en la historia de siglos: división, enfrentamiento,
rupturas y debilidad. La última de nuestras rupturas fue la guerra civil del
36, durísima, que no queremos que reaparezca ni por asomo, que enfrentó, al
menos, dos Españas.
Gracias a Dios el sentido
genuino de la Transición logró restañar divisiones y heridas y alcanzar la
unidad y concordia de los españoles que selló la Constitución de 1978. ¿Qué
interés hay en borrar esta página que asombró al mundo entero y nos ha hecho
gozar de esta paz, de esta democracia y desarrollo que disfrutamos?: es fuerza
de progreso porque la unidad trae progreso, bien común que es inseparable del
bien de la persona, de su dignidad y de sus derechos fundamentales. Y la mejor memoria histórica es mirar al
futuro, trabajar codo con codo en un proyecto común esperanzado y reconciliador
de sociedad que se llama España y mirar adelante, no hacia atrás.
martes, 3 de diciembre de 2019
EL ÚLTIMO LEVANTAMIENTO MILITAR
Los hechos y las reuniones
secretas
Por Juan Bautista
"Tata" Yofre
Infobae, 3 de diciembre de
2019
La crisis de 1990 comenzó
mucho antes de ese trágico 3 de diciembre cuando se produjo el último alzamiento
militar en la Argentina.
Podría decirse que la fecha
figura en un parte informativo de 1988 recibido en el entorno del candidato
presidencial Carlos Saúl Menem y que relata que Mohamed Alí Seineldín, ex
agregado militar en Panamá, “partió desde allí al aeropuerto de Carrasco el día
29 de noviembre a las 19.45, utilizando para dicho viaje el avión que posee el
general (Manuel) Noriega para su uso exclusivo. Dicha aeronave es un Lear Jet,
biturbo, FCS-100.”
El texto dice además que el
avión tuvo inconvenientes en el instrumental y se vio obligado a bajar en
Asunción (Paraguay) “de donde partió el 30 de noviembre en una avioneta
matrícula HP-1095IS” y arribó a Carrasco a las 22.45. Luego, en la madrugada
del 01 diciembre (05.30 horas) abordó un aliscafo de la línea Belt, siendo
acompañado en este último trayecto por el teniente coronel Gustavo Martínez
Zubiria y el capitán de Infantería Brum, perteneciente a la Compañía de
Comandos 601.”
El militar aterrizaba en el
país para comandar el tercer alzamiento militar carapintada.
En esas horas el entonces
presidente de la Nación, Raúl Alfonsín, se encontraba en el exterior. Había
asistido a la asunción de Carlos Salinas de Gortari, en México, y luego viajo a
los Estados Unidos para encontrarse con el presidente electo George Bush.
Tras un operativo de robo de
armas en Zárate, realizado por el grupo de elite Albatros de la Prefectura
Naval Argentina, sus integrantes se trasladaron a la Escuela de Infantería de
Campo de Mayo y se unieron a los comandos liderados por Seineldín. Luego de un
intercambio de disparos, Seineldín decide dirigir a los sublevados al Batallón
de Logística en la localidad bonaerense de Villa Martelli. Era el 1 de
diciembre de 1988 y se producía así el tercer levantamiento carapintada.
La crisis va a culminar unos
días más tarde tras un largo encuentro entre el jefe del Estado Mayor, general
José Caridi, el coronel Seineldín, el responsable de la represión, general
Isidro Cáceres, y en algunos momentos con la intervención del coronel Jorge
Toccalino, compañero de Promoción y hombre de extrema confianza del jefe
sublevado.
Después de que Caridi
exigiera la rendición y fuera rechazada, tras largas discusiones se conviene, a
las 16 horas del 4 de diciembre de 1988, en el Acuerdo de Villa Martelli que va
a tener una proyección en el tiempo.
Según los apuntes tomados
por el propio Toccalino, el acuerdo tenía varios puntos.
En el 1º formalizan un
comunicado en el que los dos bandos convinieron “objetivos comunes” para el
Ejército. Estos son “la cohesión, el honor y la conciliación de la Fuerza” y
Caridi se compromete a cesar las operaciones.
El 2º punto establece “la
formalización de los objetivos”, a través de “acciones para restaurar el honor;
acciones para reivindicar la lucha contra la subversión; acciones para
recuperar la dignidad de los integrantes del Ejército Argentino (Presupuesto) y
la revisión de Semana Santa y Monte Caseros.” Coadyuvan a estos objetivos el
ejercicio de responsabilidades por la Operación Virgen del Valle (Villa
Martelli) y consecuentemente "leves sanciones a los participantes”.
El 3º se planteó cuándo
dejaría su puesto el jefe del Estado Mayor, general Caridi. El general Cáceres
insinuó en Navidad y fue acordado.
En el 4º el coronel
Seineldín “se comprometió a: 1) replegar sus elementos y 2) presentarse en un
lugar militar como responsable único de la operación”.
Un dato a tener en cuenta:
en los apuntes se dice que “nada se firmó” porque “todo fue de palabra”.
Seguidamente se afirma que “el General Cáceres garantizó que iba a controlar el
cumplimiento” de lo acordado.
En definitiva la Operación
Virgen del Valle fue realizada por 1.000 efectivos sublevados, y el acontecimiento
genero 3 muertos y 43 heridos. Antes de que cada uno de los presentes
retornaran a sus destinos se realizó un insólito e inusual diálogo que
Toccalino apuntó.
Toccalino: Bueno, acá se
terminó todo. ¡Ahh, está bueno, se terminó todo!
Seineldín: “No, no, un
momentito, pero usted mi General perdió el mando, usted mi General perdió el
mando”.
Caridi: ¿Pero cómo perdí?
Seineldín: “Y sí, usted
perdió el mando, por lo tanto usted tiene que dejar la Jefatura del Estado
Mayor del Ejército”.
Cáceres: Mi General le dice
a Caridi- mire yo creo que debería usted reflexionar al respecto.
Caridi se molestó pero
finalmente aceptó: Bueno, yo voy a pedir el retiro, pero no me apuren por
cuanto ustedes no me van a apurar...
Cáceres: Mi General para Navidad.
(Antes de Navidad, el 21 de diciembre de 1988 Caridi renuncia y se hace cargo
del Estado Mayor el general Francisco Gassino).
Cuando parecía que todo
había terminado, Seineldín dijo: “Otra cosa mi General, yo sé que usted me va a
mandar preso pero le pido por favor que no me mande preso al Estado Mayor,
mándeme a una unidad del Ejército, no al Estado Mayor”. (Es otra punto que se
cumplió, al mandarlo detenido al Regimiento Patricios).
Una vez instalado la
Dirección de Apoyo dentro del Regimiento de Patricios, Toccalino se presentó a
visitarlo. Observó su manera de trabajar, la gente que lo visitaba y, después
de un tiempo prudencial, intentó convencerlo de que cambiara el “ordenamiento
jerárquico” que tenía. “Seineldín decía: ‘la Virgen María, el Consejo de
Ancianos y Seineldín’. Y yo decía la Virgen María y luego él. No dejaba al
margen el Consejo de Ancianos, pero lo ponía en tercer lugar en una tarea de
asesoramiento”.
Ese grupo estaba integrado por gente sin mayor entidad política,
de allí que Toccalino además de ese Consejo armó otro grupo de asesoramiento
que él mismo iba a dirigir, en el que fundamentalmente se destacaban Rogelio
Frigerio y Jorge Camus. También participaban Julio Alfonso Correa y el coronel
Sarraga.
Con el paso de las semanas
los contactos de Seineldín con el justicialismo se hicieron más frecuentes, en
especial con gente allegada al candidato presidencial Carlos Menem. Entre otros
César Arias, Gustavo Béliz, Humberto Romero. En estos encuentros se intentaba armonizar
los términos del Acuerdo de Villa Martelli con el proyecto presidencial en
materia de Defensa.
En una oportunidad,
Toccalino se entrevisto con Menem para analizar una Ley de Amnistía que se le
estaba meneando en aquella época. “Fuimos a verlo a Menem a la casa del señor
Armando Gostanián, ahí en la Avenida Libertador, para tratar de arreglar toda
la melange -por cuanto yo trataba de ser un componedor de la cosa- para que se
respetaran las jerarquías, que se cumpliera lo pactado en el acuerdo de Villa
Martelli, que era la salvaguarda del honor del Ejército. Se conversó de
Alfonsín, los malvineros que estaban hechos pelota, la guerra contra la
subversión que ya habían empezado a considerar y otros puntos. Hablando de
todas esas cosas con Menem, lo que yo me acuerdo fue de la despedida. Me
extendió la mano, yo se la tomé, él me la tomó también con la otra mano y me
dijo: ‘Coronel todo se hará como ustedes dicen’".
También habría de realizarse
un encuentro entre Menem y Seineldín en la casa del general retirado Enrique
Guglialmelli en la que se habló del “criollo” general Cáceres como jefe del
Estado mayor. (El 12 de julio de 1989, el recién asumido presidente designó a
Isidro Bonifacio Cáceres como titular del Ejército Argentino).
Menem asumió y se hizo cargo
de una situación deplorable en todos los sentidos. Desde ese momento Mohamed
Alí Seineldín mantuvo una amplia gama de contactos oficiales, incluso entró en
la Residencia presidencial de Olivos.
En un momento, cuando Menem
ya era Presidente de la Nación, designó a uno de sus funcionarios más íntimos
para que intente acercar posiciones en un proyecto común. Los encuentros
privados se realizaron en unas oficinas de la calle Maipú y progresaron hasta
el punto de un acuerdo. Hablaron de varios temas, entre otros la restitución de
grados a los militares que habían intervenido en las asonadas, reivindicación
de la gesta de Malvinas, reivindicaciones económicas, etc.
Tras uno de esos encuentros,
Seineldín pidió un momento de análisis y consulta con su gente. Luego de un
corto espacio de tiempo, en el siguiente encuentro, la respuesta fue: “No voy a
poder seguir con el acuerdo, lamentablemente hablé con la Virgen y me dijo que
no arregle.” Además de este canal de diálogo, también intervino Eduardo Bauza
con un proyecto de arreglo, pero otro alto funcionario lo vetó.
Finalmente Seineldín y sus
seguidores llegaron a la determinación de enfrentar al gobierno de Carlos
Menem.
Reclamaban el no
cumplimiento del acuerdo de Villa Martelli, terminar con la persecución interna
dentro de la Fuerza hacia aquellos cuadros que habían intervenido en
levantamientos anteriores y devolverle a las FF.AA. la capacidad operativa,
desarrollo tecnológico e industrial… de un país cuyo Estado estaba exhausto y fundido.
No estaban solos esos militares, porque a sotto voce recibieron consejos y
solidaridades que luego de esfumaron de empresarios, algunos sindicalistas y
dirigentes políticos heridos.
Antes de decidir encabezar
el levantamiento del 3 de diciembre de 1990 Seineldin tuvo dos luces amarillas
de prevención, comprobables. La primera partió del teniente coronel Hugo
Schierano a quien “Milo” Seineldin citó a una reunión secreta en el domicilio
del teniente coronel Tevere. Estaban también los tenientes coroneles Arturo
González Naya y Faner y siete oficiales más.
Tras una exposición de
Seineldín, éste lo llamo a Schierano para entregarle la Orden de Operaciones Nº
5 del Teatro de Operaciones Noreste…”cuando recibo la Orden de Operaciones le
digo a mi coronel que no la aceptaba y me dice: ‘Pero Schierano, usted fue uno
de los que me trajeron de Panamá, yo recibí su carta de parte del teniente
coronel Gustavo Martínez Zuviría y fue uno de los oficiales más importantes del
anterior alzamiento’.
A lo que le contesté: ‘Mi Querido Coronel (me emociono al
recordar esto) ya logramos nuestro objetivo que eran al indulto y la amnistía
por parte de Menem, no tendremos el mismo apoyo y usted corre el gran riesgo de
que lo fusilen’. Me miró y me dio un gran abrazo y nos despedimos. Arturo y
Faner se fueron conmigo. Esta fue mi participación y hoy sigo luchando por los
camaradas presos, el Honor y la Dignidad del Ejército Argentino.”
Apuntes del oficial Hugo
Schierano. El militar recordó que le dijo a Seineldín: ‘Mi Querido Coronel ya
logramos nuestro objetivo que eran al indulto y la amnistía por parte de Menem,
no tendremos el mismo apoyo y usted corre el gran riesgo de que lo fusilen’. Me
miró y me dio un gran abrazo y nos despedimos”
La otra señal de prevención
la tuvo Seineldín de su amigo Jorge Toccalino. En esos días de finales de
noviembre –mientras se ocupaba de la enfermedad terminal de su padre- recibió
un llamado del mayor Ángel León, que deseaba hablar con él. Lo recibió en su
casa de la calle Junín, acompañado por Rogelio Frigerio.
León venía a transmitir la
inminencia del levantamiento y Seineldín deseaba conocer su parecer. Toccalino
escuchó y luego habló. En presencia de este periodista repitió los apuntes que
le había leído al enviado. Entre otros conceptos le dijo que no estaba de
acuerdo con el hecho militar porque Seineldin estaba preso en San Martín de Los
Andes.
“No hay una bandera. Semana
Santa la tuvo, Villa Martelli también. ¿Cuál es la bandera?”, siguió el dueño
de casa.
Luego pregunto: ¿Quién es el
nuevo comandante?.
Y la respuesta fue: El
coronel Luis Baraldini.
“Baraldini no tiene
liderazgo… y la organización está desmembrada, ni consolidada, como
inmediatamente después de Villa Martelli”. Agregó: “No hay acción psicológica,
ni está el ambiente estratégico militar adecuado como para hacer otro
pronunciamiento… van a arriesgar la libertad de mucha gente en una cuestión
absolutamente inútil”, dijo Toccalino.
El dueño de casa y Frigerio
preguntaron a León: "¿Cuál es la segunda fase? El alzamiento y después
qué?”. No encontraron respuesta.
“Me pareció una locura,
aconsejada no sé por quién dentro del Consejo de Ancianos que yo no manejaba”,
confesó Toccalino. Él y yo sabemos quienes fueron... los que se fugaron cuando
el fracaso era evidente.
Lo sorprendente -por lo
menos para mí- no fueron las opiniones ni las respuestas sino la presencia de
Rogelio Frigerio en la conspiración. Porque a mí me toco introducirlo, en enero
de 1989, en la residencia riojana de Menem, cuando el líder del MID fue a
cerrar la participación de su partido en el frente que impulsaba la formula
Menem-Duhalde y dos de sus dirigentes de su extrema confianza trabajaron
conmigo.
El 25 de noviembre de 1990
Seineldín ordenó poner en marcha el alzamiento, a través de una grabación que
el capitán Gustavo Breide Obeid trajo desde el Sur. La decisión partió de un
“Consejo Militar” (los Ancianos) integrado por oficiales retirados y civiles
después de un “sesudo” análisis de un “Estado Mayor del Ejército Nacional” (NA)
Cuando Seineldín intentó
salir de su prisión tomó conciencia de que había sido traicionado y la
operación había abortado. Uno de los que lo traicionaron era un oficial que,
desde un año antes, se paseaba en su nombre por las oficinas del gobierno de
Menem atizando operaciones de extorsión al mismísimo Presidente de la Nación.
El 3 de diciembre de 1990
fue el más cruento de los alzamientos castrenses y en el que participó la mayor
cantidad de suboficiales (95%) y 5% de oficiales. Fue la cuarta sublevación
militar en cuatro años y era la primera en la que el gobierno obtenía una
rápida y eficaz represión, sin negociaciones ni concesiones.
Todos los involucrados
tuvieron el especial cuidado de afirmar que no había sido un Golpe de Estado y
la Cámara Federal que juzgó a los militares intervinientes en su sentencia
afirma que “no ha quedado acreditado así, que se pretendiese un golpe de
estado, mediante el derrocamiento de alguno de los poderes públicos del
gobierno nacional, ni mucho menos que se obrara con el fin de cambiar de modo
permanente el sistema democrático de gobierno… debe tenerse en claro que las
conductas juzgadas han respondido en la inmensa mayoría de los casos a
motivaciones de carácter idealista” porque han “obrado por sentimientos de
elevado valor moral y social.”
jueves, 28 de noviembre de 2019
BELIZ EXPUSO
en un foro sindical, con
citas de Perón y de Francisco
María Paula Etcheberry
La Nación, 28 de noviembre
de 2019
Con referencias al papa
Francisco y a Perón, Gustavo Beliz, uno de los principales asesores del
presidente electo, Alberto Fernández, alentó la conformación de un "nuevo
contrato social", basado en la "justicia social digital". Fue en
el lanzamiento del Instituto de
Inteligencia Artificial de la Federación Argentina de Empleados de Comercio y
Servicios (Faecys), la central que reúne a los gremios de comercio del
país, encabezada por el dirigente histórico del ramo, Armando Cavalieri.
"Es
fundamental crear un nuevo contrato social, tecnológico, solidario y humanista.
Es lo que pidió Perón cuando volvió a la Argentina, una nueva dirección sobre
la base del trabajo, con la tecnología como eje central",
apuntó Beliz, ante un auditorio compuesto por los secretarios generales de los
sindicatos de comercio de cada provincia, que participaron del acto en Parque
Norte.
De fondo, las pantallas
gigantes del salón mostraban una imagen de Perón, en blanco y negro, con la
leyenda "en nuestro tiempo gobernar es crear trabajo". La imagen
formaba parte del PowerPoint que preparó el propio Beliz.
Instantes después, la foto
cambió por una más reciente y a color. Los dirigentes de la CGT, Héctor Daer y
Carlos Acuña, aparecieron junto al presidente electo, en su reciente visita a
la central gremial a principios de este mes. "Alberto Fernández resaltó
que la CGT debe transformar su edificio central en un polo tecnológico. Debemos
transformar ese pasado glorioso en un futuro glorioso", continuó, mientras
cosechaba los aplausos de un público entusiasmado. Beliz habló de pie,
recorriendo con la mirada y sus gestos a los distintos sectores del auditorio.
Para alcanzar el nuevo
"contrato social", el hombre de confianza de Fernández designado para
la transición hizo hincapié en la "justicia
social digital", basada en comprender el funcionamiento de los
algoritmos presentes en la tecnología actual.
"Los grandes cerebros a
nivel mundial dijeron: 'Hay que ponerle freno a esta locura' y hay que pensar
en el concepto de justicia social tecnológica. Justicia digital. Justicia
algorítmica. No lo está planteando un grupo de populistas trasnochados, locos.
Lo están planteando los principales dueños de empresas tecnológicas a nivel
mundial y los principales académicos", sostuvo el exministro de Justicia.
Al mismo tiempo, llamó a
utilizar la tecnología "para
trabajar por el bien común y no solo por la ganancia. Todo esto no va a suceder
si dejamos librado el fenómeno a las manos mágicas del mercado. Requiere de
gobiernos con una mirada estratégica. Y trabajadores conscientes de esa mirada
estratégica".
En su recorrido, que abarcó
temas como la ética detrás del uso de los robots y la inteligencia artificial,
el cambio en las relaciones laborales que produce la tecnología y el impacto de
ella en los jóvenes, tampoco faltaron referencias a Francisco.
"En el pontificado que
inauguró hace unos años nuestro querido papa Francisco, se pusieron en marcha
las discusiones más importantes a nivel mundial en el tema tecnológico.
Francisco hoy es el principal líder mundial que está encabezando la discusión
sobre este tema", afirmó Beliz, al recordar los encuentros organizados en
el Vaticano para debatir sobre los efectos de la tecnología.
"Me tocó participar en
varias de esas cumbres. La última la desarrollamos hace poquito, hace unos
meses en Roma", afirmó, en referencia a la cumbre sobre el
"calentamiento global tecnológico", de la que participó a mediados de
octubre junto al Papa. Otra vez, la imagen de Francisco junto a un par de
frases de la encíclica Laudato si coparon la pantalla.
Beliz leyó en voz alta un
fragmento de esas citas: "Es justo alegrarse ante los avances
tecnológicos. Pero no podemos ignorar que las tecnologías dan a quienes tienen
el conocimiento y el poder económico un dominio impresionante sobre el conjunto
de la humanidad", agregó.
Presentes
Estuvieron presentes el
secretario de Cultura y Capacitación de la federación anfitriona, Raúl Guiot;
el profesor Aldo Carreras, coordinador del proyecto, y el secretario general
Cavalieri. Estos dos últimos también fueron oradores en el encuentro.
No participaron del acto
otros dirigentes políticos del albertismo, ni referentes de otros sindicatos o
la CGT.
En la Federación de
Empleados de Comercio trataron de relativizar el peso político de la
convocatoria, al insistir en que se trató de una reunión anual con referentes
sindicales de cada provincia para presentar el nuevo proyecto sobre
inteligencia artificial, que continuará con cursos y capacitaciones.
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Futuro probable,
Trabajo e ingreso universal
jueves, 14 de noviembre de 2019
EXTRAÑO GOLPE DE ESTADO
La nueva
Presidente de Bolivia reemplazó a Williams Kaliman, el general que le sugirió renunciar a
Evo Morales
La primera medida de Jeanine
Añez fue designar a Carlos Orellana Centellas como nuevo comandante de las
Fuerzas Armadas
El comandante entrante remarcó que la función de las FFAA no es
realizar política
Por Tuffí Aré Vásquez
Infobae, 13 de noviembre de
2019
Williams Kaliman, el general
que apoyó durante casi un año a Evo Morales y que le sugirió el domingo pasado
que renuncie por el estado de convulsión que desencadenó el fraude electoral
del 20 de octubre, fue relevado este miércoles por la presidenta transitoria de
Bolivia, Jeanine Añez.
El cambio del Alto Mando
Militar es la primera acción de la máxima autoridad boliviana, que abrogó el
decreto de nombramiento de los jefes militares firmado por Morales. En su
primer decreto, la Presidenta conformó la nueva estructura de conducción de las
FFAA, en uno de los momentos más críticos de la historia de Bolivia, debido a
la creciente confrontación en las calles entre los ciudadanos que apoyan la
salida de Evo Morales del poder y los que aún respaldan que siga. El nuevo
comandante de la institución es el general Carlos Orellana Centellas,
considerado por fuentes militares como “un buen oficial” y como un “operador
muy eficiente”.
El comandante saliente ha
sido protagonista de situaciones clave. En gran parte de su gestión se mostró
como uno de los oficiales más leales a Evo Morales, a tal punto que en diversas
circunstancias lo llamó “hermano Presidente” o también se declaró “soldado del
proceso de cambio”, como llamó el mandatario renunciante a toda su gestión. En
la línea de Morales, Kaliman expresó que las FFAA son “anticolonialistas”.
Estas afirmaciones causaron críticas, considerando que la Constitución de
Bolivia impide a los militares deliberar o hacer política.
Sorpresivamente, sobre todo
por el perfil de la gestión de Kaliman, en plena convulsión social, en la que
se esperaba que el mando de las FFAA sustenten a Morales, el comandante
pronunció inicialmente su posición de neutralidad en el conflicto. Cuando la
situación crítica se desbordó aún más, fue Kaliman el que sugirió el domingo
pasado que renuncie para pacificar Bolivia. Sin el respaldo de las FFAA, Evo
Morales anunció su dimisión.
Fuentes
militares comentaron a Infobae que hubo presión de un ministro de Morales para
que actúen en las calles contra los manifestantes, pero algunos de los
comandantes, bajo el mando de Kaliman, se negaron a hacerlo.
Con los antecedentes del
perfil del comandante, que fue uno de los más leales al presidente renunciante,
surgieron suceptibilidades sobre la confianza en la autoridad militar para
acompañar la sucesión constitucional y la transición, ahora conducida por
Jeanine Añez. Una vez concretado su reemplazo por otro general, fuentes
militares indicaron que el cambio ocurrió con la anuencia de Kaliman, que puso
su cargo junto a otros comandantes a disposición de la presidenta Añez.
En su discurso de despedida,
realizado en el Palacio de Gobierno, Kaliman dijo a sus sucesores que el rumbo
de la institución ya está marcado. “Ustedes deben mejorar lo que hemos hecho en
un momento delicado”, les dijo el comandante saliente a los nuevos jefes
militares.
Por
su parte, el comandante entrante remarcó que la función de las FFAA no es
realizar política y recordó que se puso en marcha el operativo Sebastián
Pagador para pacificar a Bolivia.
martes, 12 de noviembre de 2019
SOBRE EL GOLPE DE ESTADO
Precisiones del Dr. Bidart
Campos en: Manual de Derecho Constitucional Argentino; Ediar, p. 177.
“Suele distinguirse golpe de
estado y revolución –por lo menos desde la óptica constitucional- en cuanto el primero se limita a cambiar los
titulares del poder dando lugar a la ocupación de éste por vías no previstas en
la constitución o en las leyes, mientras la segunda involucra un cambio
institucional que produce alteraciones en la estructura constitucional”.
martes, 5 de noviembre de 2019
USAN SUBSIDIOS PARA ARMAS
Creen que un grupo piquetero usaba plata de planes sociales para fabricar bombas caseras
La Nación, 5 de noviembre de 2019
Hacía más de tres semanas que la Policía de la Ciudad estaba detrás de ellos. Desde
aquella madrugada en la que dos motoqueros le arrojaron al patrullero que los
perseguía, en la zona de Constitución, un bolso que, segundos después, estalló.
El análisis de los restos del ingenio que detonó en Hornos y
Caseros a las 3.30 del 10 de octubre pasado preocupó a las autoridades porteñas y
nacionales: no era una simple bomba casera, sino
algo más sofisticado, que sugería un peligro mayúsculo.
El sábado pasado, los investigadores del caso
comenzaron a comprobar que sus sospechas no estaban sobredimensionadas. Cuando
los uniformados comenzaron a desplegarse por Berazategui para
cumplir con los operativos ordenados por el juez federal porteño Luis Rodríguez, desde el local del Movimiento Popular 22 de Agosto, una agrupación de
tendencia guevarista que suele tener activa participación en protestas
callejeras, alguien se descartó de dos mochilas. Cuando la policía las recuperó
descubrieron que en una había documentación y en la otra, 150.000 pesos.
La sospecha es que ese dinero era parte de los planes sociales que percibe aquella organización.
Los detectives del caso creen que los piqueteros detenidos el sábado y los que
habían sido arrestados el mes pasado tras el ataque en Constitución forman
parte de una célula que, con aquella plata que perciben como asistencia del
Estado, financian sus actividades violentas.
La principal
hipótesis es que con esos fondos adquirían armas y sofisticados dispositivos
para fabricar granadas y bombas caseras con el objetivo de llevar a cabo
atentados, primordialmente, contra fuerzas de seguridad y sus sedes.
Calificadas fuentes de la investigación confiaron
a LA NACION que los sospechosos estaban en
tratativas con grupos del crimen organizado asentados en la conflictiva zona de
la Triple Frontera para comprar material bélico; eventualmente, una fusil
pesado con capacidad para disparar munición antiblindados.
Los mismos informantes
contaron que no solo les había llamado la atención la sofisticación de los
detonadores con los que contaban estos piqueteros del MP22, capaces de hacer
explotar artefactos a distancia por medio de señales activadas con teléfonos
celulares.
También
descubrieron, en una llave de memoria portátil incautada durante los
procedimientos del fin de semana, archivos con "manuales con consejos de
combate venezolanos". Este elemento alimenta la sospecha que la ministra
de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, tomó con valor de certeza una
semana antes de las elecciones generales del 27 de octubre, tras los fuertes
incidentes frente al consulado de Chile en Buenos Aires durante una
manifestación de apoyo a las monumentales protestas trasandinas: que desde
Venezuela se fogoneaban levantamientos en la región.
Sin llegar
al punto de tales afirmaciones -aún no hay, en la investigación, indicios
vehementes de una acción sediciosa direccionada por algún gobierno extranjero-,
el vicejefe de gobierno porteño y titular provisional del Ministerio de
Justicia y Seguridad de la Ciudad, Diego Santilli, sostuvo ayer en una
conferencia de prensa, al presentar el resultado de los operativos del fin de
semana, que los piqueteros detenidos con armas y explosivos "son personas
que quieren atentar contra la vida de los ciudadanos en la Argentina" y
"nuestra democracia no tolera este tipo de actos".
Un día
antes, el jefe de la Policía Federal Argentina, comisario general Néstor
Roncaglia, había admitido en una entrevista con el canal de noticias A24 que
habían entrado en una situación táctica de alerta ante el riesgo de que los
detenidos del MP22 formaran parte de una avanzada que estuviera planificando
algún tipo de atentado explosivo en el país, sea para atacar a las fuerzas de
seguridad en particular o para causar conmoción pública, en general.
Roncaglia no
pasó por alto la posibilidad de que hubiese un hilo conductor entre el episodio
del 10 de octubre -origen de los procedimientos del último fin de semana-, el
fallido atentado explosivo contra el mausoleo del coronel Ramón Falcón en el
cementerio de la Recoleta (en el que resultó gravemente herida una anarquista a
la que el artefacto casero le estalló en la mano) y una bomba casera que fue
dejada subrepticiamente en la puerta del Departamento Central de Policía.
Elementos inusuales
Lo que llamó
la atención, esta vez, no es la capacidad de algún grupo sedicioso de fabricar
artefactos explosivos, sino la sofisticación y peligrosidad de los materiales
con los que contaban para producirlos.
"Estamos acostumbrados a 'caños' caseros. Pero
esto es otra cosa. En el encendedor de una de las tres camionetas secuestradas
durante los últimos allanamientos se descubrió un mecanismo que servía para
hacerlos volar como coches bomba. También tenían detonadores con los que podían
activar los explosivos por medio de teléfonos celulares. Y tenemos indicios de
que pretendían comprar más de esos dispositivos y otros materiales bélicos a
través de contactos en Ciudad del Este", dijo a LA NACION un calificado investigador.
Ayer, en la
conferencia de prensa en la que Santilli confirmó que los jefes piqueteros
detenidos el fin de semana "tenían granadas, explosivos, y detonadores de
alta tecnología que nunca se habían visto en nuestro país", el secretario
de Seguridad porteño, Marcelo D'Alessandro, alertó: "Nos resulta
preocupante que también encontramos una camioneta que tenía un dispositivo de
activación remota, para ponerle una carga explosiva y ser utilizada en algún
atentado".
D'Alessandro
sostuvo que "el MP 22 sale de lo que era el ERP", el Ejército
Revolucionario del Pueblo, y confirmó que a la vuelta de uno de los domicilios
de los detenidos del sábado "hay un local partidario de esta
agrupación" donde fueron secuestradas "mochilas con dinero".
Otras fuentes, como se dijo, revelaron que, además de plata, había
documentación reveladora.
El saldo del
operativo fue el secuestro de un arsenal compuesto por armas cortas y largas,
bombas caseras de todo tipo y dispositivos detonadores, tres motos, tres autos
con pedidos de secuestro, dinero en efectivo, celulares, notebooks y
documentación que, por estas horas, es auditada y estudiada por orden del juez
Rodríguez y participación del fiscal federal Jorge Di Lello.
miércoles, 30 de octubre de 2019
DETENCIONES Y DERECHOS HUMANOS
Ponencia
de monseñor Santiago Olivera Olivera,
obispo castrense de la República Argentina, en el V Curso internacional de
formación de los capellanes militares católicos en el derecho internacional
humanitario
(Instituto
Patrístico Agustiniano, Roma, 29 de octubre de 2019)
Estimados participantes:
Es un honor poder compartir
con Vds. estas reflexiones acerca de las condiciones de detención y los
derechos humanos. Derechos humanos que son universales. Mi país ha tenido
sucesos lamentables al respecto y aún hoy muchas heridas no han sanado. Pero
estoy convencido, y así lo expreso en cada oportunidad en las que debo
intervenir a raíz de estos temas, que la VERDAD TIENE UNA FUERZA ESPLENDOROSA.
Se trata de un tema muy
sensible a nuestra realidad argentina y que merece un trato sereno, claro y
veraz, con el mayor esfuerzo de no ser teñido por ninguna ideología. Por otra
parte, estoy seguro, que el magisterio del Papa Francisco que viene
manifestando en sus distintas expresiones, catequesis y viajes apostólicos, nos
deben impulsar para transitar caminos de encuentro y de justicia. Sin verdad, y
sin justicia no será posible una paz estable.
Todos sabemos y estamos de
acuerdo que nunca el fin justifica los medios. Y querer justificar acciones por
violaciones a los derechos humanos, violando esos mismos derechos es un
contrasentido. Lamentablemente a veces se puede recurrir a prácticas que,
intentando ser ejemplares, desembocan en situaciones de flagrante violación a
las normativas sobre la prisión preventiva, aún a personas mayores de 70 años y
con claro deterioro en su salud, por ejemplo, llevándolos a las salas de
audiencias en camillas.
Tampoco podemos callar lo
negativo para la propia persona y para el valor justicia cuando nos
encontramos, en algunos casos, con parcialidades y prejuzgamientos, tanto de
parte de los propios órganos judiciales como de los comunicadores sociales que
dan por “juzgadas” las acciones y “juzgados” a sus protagonistas sin que ellos
puedan expresarse o defenderse con libertad, afectando claramente el debido
proceso. En este sentido, se evidencia una gran diferencia en los tratos. A los
militares se los llama “genocidas” o “represores” mientras que a los
terroristas y subversivos “jóvenes idealistas”.
Llevo 2 años y medio como
Obispo Castrense en Argentina, luego de haber trascurrido 10 años sin poder
proveer la sede vacante por situaciones que no vienen al caso explicar en este
contexto. Vengo de Diócesis territoriales y aunque sabía de modo más lejano de
algunas de estas situaciones y realidades, mi condición de pastor y padre hizo
que me acercara más a esta problemática. Así, escuchando y acompañando puedo
dar testimonio de las injusticias que se van cometiendo. Hace poco supe decir
que, dentro de unos años, muchos deberemos pedir perdón por tanto silencio.
Sería muy largo contar
tantos testimonios que fui recogiendo en estos años. Tristes y dramáticos
testimonios. Personas mayores que fueron detenidas durante más de 9 años, en
una prolongada “prisión preventiva” sufriendo todo lo que ese estado les ha
significado. Fueron y son calificados de “genocidas” y, a pesar de ello,
algunos fueron absueltos. Peor aún, están siendo juzgados con leyes
técnicamente retroactivas, alejadas de los principios fundamentales del derecho
penal, nacional e internacional.
Dicha prisión preventiva,
así, se transforma de hecho en una “cadena perpetua”. Recordemos en este punto
las enseñanzas del Papa Francisco quien, en el discurso a los miembros de la
Comisión Internacional contra la Pena de Muerte, en diciembre de 2018, y
teniendo “la certeza de que cada vida es sagrada y que la dignidad humana debe
ser custodiada sin excepciones”, indicó que la pena de muerte es una “cruel
forma de castigo” y también que “las penas perpetuas son una forma de pena de
muerte encubierta”.
En el mismo sentido y más recientemente, el 14 de septiembre
pasado, a miembros de la Policía Penitenciara, llamó a comprometerse para
“garantizar que la pena no comprometa el derecho a la esperanza, y que se
garanticen las perspectivas de reconciliación y reintegración. Al mismo tiempo
que se corrigen los errores del pasado, no se puede borrar la esperanza en el
futuro. Porque si se encierra en una celda la esperanza, no hay futuro para la
sociedad” Exclamó: “¡Que nunca se prive del derecho de empezar de nuevo!”. Que
la pena justa tenga como horizonte la reinserción y la vida en libertad.
En mi país, en el estado de
prisión preventiva, un número considerable de estos detenidos pierden la vida
por falta de la debida atención médica, que deberían poseer acorde a su edad
avanzada.
Podemos hablar de una mala praxis
judicial en los llamados juicios de lesa humanidad ya que a todos los imputados
se los priva de libertad entre tanto se produce la sustanciación de la causa.
No se respeta en absoluto el máximo legal para dicho estado de detención que
alcanza a una duración máxima de prisión preventiva de 2 años, pudiendo
extenderse por causa justificada a los 3 años.
A modo de ilustrar lo
mencionado, traigo algunos datos estadísticos sobre la cuestión referida en mi
país actualizada al mes de octubre:
• Fallecidos en prisión: 533
• Procesados: 847
• Condenados: 983
• Total: 2.364
Prisiones Preventivas.
• Promedio de prisiones
preventivas: supera los 6 años
• Prisión preventiva entre 3
y 6 años: 149 casos
• Prisión preventiva entre 6
y 10 años: 290 casos
• Prisión preventiva más de
10 años: 93 casos
¿Podemos hablar de derechos
humanos con 10 años de prisión preventiva, es decir sin condena?
Por el contrario,
recientemente estamos experimentando que culminan prisiones preventivas que
comenzaron por investigaciones de graves hechos de corrupción, que implicaron
hasta la pérdida de vidas. Ello manifiesta sin duda una fragilidad jurídica o
arbitrariedad. Me pregunto ¿Por qué no sucede lo mismo –la finalización de las
prisiones preventivas si juicio- con los militares presos? También, ¿Estamos
frente a derechos humanos que para algunos no sirven o no pueden aplicarse?
La verdad es clave. Pero
verdad completa. Sin perder de vista la gravedad de lo que respecta a los
militares de aquellos tiempos. ¿Por qué no se puede ver el contexto? ¿Por qué
no se puede reparar en los orígenes o las motivaciones? Cuando hablamos de
Derechos Humanos debemos hacerlo en su concepción absoluta, es decir, para
todos, sin ideologías, en la verdad y en la justicia.
Por eso, reitero, a partir de
la propia experiencia, esta temática debemos abordarla desde la certeza de la
justicia, con verdad histórica, en su contexto propio y sin ideologías. Sino
partimos de estos cimientos, no podremos ayudar a nuestros soldados a cumplir
fielmente su misión en el mantenimiento de la paz y la concordia social. Aunque
necesario, no es suficiente que ellos cumplan estrictamente todas las reglas de
actuaciones militares aplicables a las detenciones y las condiciones de los
detenidos, es decir, el respeto al estado de derecho.
Podrán conocer de memoria
los principios y normas del Derecho Internacional Humanitario que regulan la
protección de la población civil, los combatientes enfermos y heridos y los
prisioneros de guerra. Pero todo ello debe tener un plus. Consiste en excluir
toda venganza, todo sentimiento de odio. Existirán enfrentamientos entre los
Estados o entre Estados y organizaciones delictivas, pero los protagonistas
directos de esos choques son hijos del mismo Padre, que ama a todos por igual.
Estar a cargo de prisioneros no implica responsabilidad del cuidado de “cosas”.
Se trata de entender acabadamente que se está en frente a un hermano o hermana
que lucha por sus ideales patrióticos. Incluso, la cooperación errónea con
organizaciones que cometen delitos, no los transforma en “demonios”.
Como pastores, tenemos la
responsabilidad de ayudar a nuestros hermanos a que vivan cada vez más y mejor
de acuerdo al Evangelio. Que todos trabajemos para que ese Evangelio se haga
cultura, se haga valor. Porque para eso estamos: para anunciar y ayudar a
encarnarlo. El evangelio de la vida, el evangelio de la paz, el evangelio que
es justicia, el evangelio que nos habla del amor, el evangelio que nos habla de
ver a todos como hermanos, aun a aquellos que nos hacen sufrir o nos enfrentan,
y nos invitan a una actitud de corazón dispuesto a mirar con perdón y caridad.
Por ello, esta temática se
debe abordar rompiendo las cadenas del odio y encausarla en un marco de
legalidad y armonía social. En otras palabras, urge tender verdaderos puentes
que custodien el restablecimiento de los principios que han custodiado en los
dos últimos siglos los derechos humanos de todos los habitantes del mundo
civilizado. El cimiento de una República, de un verdadero estado de derecho, no
debe ser el odio.
Habiéndose arraigado en
nosotros dichos postulados, quisiera recordar ahora algunos de los Principios
para la protección de todas las personas sometidas a cualquier forma de
detención o prisión, adoptados por la Asamblea General de las Naciones Unidas
en su resolución 43/173, de 9 de diciembre de 1988. Se trata de 39 principios.
Traigo aquí hoy los
siguientes y me refiero a las situaciones de los fieles a mí encomendados:
Principio 1
Toda persona sometida a
cualquier forma de detención o prisión será tratada humanamente y con el
respeto debido a la dignidad inherente al ser humano.
La vulnerabilidad de las
personas privadas de libertad es una de las principales razones que deben mover
a la Iglesia y, a través de ella, a toda la sociedad, a preocuparse
especialmente por este grupo específico.
La degradación de la persona
muchas veces se da pues el incremento de la población reclusa no siempre corre
parejo con un aumento de los recursos humanos y económicos, lo cual repercute
en el sistema en su conjunto y se traduce en una creciente presión sobre la
administración y el personal penitenciario cuyas instalaciones y formación son
insuficientes. También se traduce en plazos judiciales excesivos, incapacidad
para satisfacer las necesidades nutricionales y sanitarias o en
infraestructuras vetustas o inadaptadas con superpoblación y sus consecuencias
negativas para detenidos y familiares. Se trata de un problema humanitario
grave, que deteriora las condiciones de vida en detención, llegando, en ocasiones,
a ser inhumana.
La dignidad humana del
detenido se erosiona y su salud mental y física se resiente gravemente ante
condiciones inadecuadas de detención.
Es claro que, al partir de
la base de infraestructuras obsoletas y falta de recursos para atender a la
población carcelaria, se viola desde ese primer momento el respeto debido a la
dignidad humana, entendiendo a todo hombre como imagen y semejanza de Dios.
Principio 3
No se restringirá o
menoscabará ninguno de los derechos humanos de las personas sometidas a
cualquier forma de detención o prisión reconocidos o vigentes en un Estado en
virtud de leyes, convenciones, reglamentos o costumbres.
En la mayoría de los países,
la sociedad no se interesa por las personas detenidas, incluso las deshumaniza.
Esto queda patente, por
ejemplo, en las prioridades presupuestarias y en los medios disponibles para
administrar los lugares de privación de libertad. En cuanto a la salud, en
muchos contextos, las deficiencias generales del sistema repercuten de forma
ampliada en los lugares de detención.
Ahora bien, me pregunto ¿la
deshumanización de los detenidos, no es una forma de menoscabar sus derechos?
Los derechos humanos son para todos y no deben estar tenidos de ideología.
Principio 5
Los presentes principios se
aplicarán a todas las personas en el territorio de un Estado, sin distinción
alguna de raza, color, sexo, idioma, religión o creencia religiosa, opinión
política o de otra índole, origen nacional, étnico o social, posición
económica, nacimiento o cualquier otra condición.
Menciono este 5° principio
por la condición que sustentan mis fieles militares que están acusados de
delitos de lesa humanidad.
Garantizar condiciones de
detenciones decentes y humanas es un aspecto fundamental del derecho a la justicia.
Hay que tener el valor de plantear abiertamente estas cuestiones si queremos
evitar que los lugares de detención se conviertan en inframundos, en espacios
de parias, en zonas carentes de derecho alguno y en escuelas de violencia.
Ardua tarea, pero no imposible. La tarea de los capellanes puede ser muy
importante en este sentido, brindando a las autoridades espacios previos de
reflexión para la aplicación de las medidas que deban tomar.
No podemos permanecer
callados cuando se priva a los acusados del derecho fundamental del debido
proceso, como así también cuando se les niega el beneficio que por edad o
estado de salud está previsto en cuanto a la detención en su domicilio y cuando
son excluidos de una asistencia médica elemental.
Edades de los detenidos:
• El más joven detenido en
penal 60 años
• El de mayor edad detenido
en penal 90 años
• Detenido de mayor edad en
todo el país 98 años
• Edad promedio actual 75
años
• Entre los 70 y 90 años hay
89 militares en Penales
Por mi oficio, tengo
contacto periódicamente con familiares de los detenidos, por eso, les trasmito
fielmente algunos breves testimonios de ellos mismos.
1) Marino de 82 años que fue
detenido en el año 2011 y recién recuperó su libertad, luego de 8 años, en
agosto pasado por ser absuelto por unanimidad por el tribunal oral que lo
juzgó. Dice un familiar: “Ninguno de los sinsabores que sobrellevó a lo largo
de su vida menoscabaron su fe ni alteraron la mansedumbre propia de los hombres
que confían en la Providencia. Rezó en público y en privado con ahínco y
contagió entre su familia los valores cristianos”.
2) Otro marino que fue
detenido a los 65 años y estuvo 6 años preso en un penal. También fue absuelto.
Estaba casado: “El impacto psicológico y emocional que significó la situación de
su esposo para esta mujer la llevó a tener que ser internada en una clínica
psiquiátrica. Por su condición de detenido se vio impedido de cuidarla,
siquiera visitarla y además se le quitó la patria potestad de su hija de seis
años. La niña fue puesta compulsivamente bajo cuidado de su hija menor de su
primer matrimonio”.
3) Militar reconocido por su
actuación en el conflicto de las Islas Malvinas en 1982. Bautizó la operación
que se conoció como “Virgen del Rosario”. En 2009, teniendo 81 años, fue detenido
por su presunta participación, más de 30 años antes, en la represión ilegal:
“Falleció en 2012, sin condena, solo en calidad de procesado. Fue privado de
los honores que le correspondían. Dos días después murió su esposa”.
Principio 6
Ninguna persona sometida a
cualquier forma de detención o prisión será sometida a tortura o a tratos o
penas crueles, inhumanos o degradantes. No podrá invocarse circunstancia alguna
como justificación de la tortura o de otros tratos o penas crueles, inhumanos o
degradantes.
El trato de los detenidos
incumbe en primer lugar a la autoridad detenedora, responsable de remediar sus
necesidades respetando plenamente las normas aplicables. En el marco de la
detención penal, se ha dicho y repetido con frecuencia, que los lugares de
detención son el espejo de la sociedad y de los valores que ésta promueve.
Visto así, la propia
sociedad es un importante elemento regulador a la que la Iglesia no puede ni
debe estar ajena, ya quepuede influir positivamente en las autoridades, a través
de su presencia por medio de los capellanes carcelarios, a través de los medios
de comunicación, de la sociedad civil o de una reglamentación sana del contacto
entre los detenidos y el mundo exterior.
Desafortunadamente, es muy
frecuente que las malas condiciones con las que se enfrentan los detenidos y,
en general, las violaciones de sus derechos, sean el resultado de actos
intencionales y deliberados.
La falta de voluntad de
respetar y hacer respetar el derecho, la impunidad y la escasez de medidas de
control crean un entorno propicio a las violaciones y constituyen un gran
obstáculo para la protección eficaz de las personas.
Después de los testimonios
que he compartido, permítanme culminar mi intervención recordando una vez más
las palabras de Su Santidad Francisco. En el discurso brindado en la Sala
Clementina a los participantes de la Conferencia sobre Derecho Internacional
Humanitario el 28 de octubre de 2017 señalo: “Donde el derecho humanitario sabe
de vacilaciones y omisiones, sepa la conciencia individual reconocer el deber
moral de respetar y proteger la dignidad de la persona humana en todas las
circunstancias, especialmente en situaciones en las que está más fuertemente
amenazada”.
Muchas gracias por su muy
gentil atención.
Mons. Santiago Olivera,
obispo castrense
Etiquetas:
Derechos humanos,
Subversión y terrorismo
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