jueves, 23 de junio de 2022

DENUNCIAN

 

 que miembros de grupos guerrilleros uruguayos cobraron indemnizaciones millonarias en Argentina

 

Fabio Ferrer


Infobae, 23 de Junio de 2022

 

Se presentó una ampliación de denuncia en el juzgado federal Nro. 4 a cargo del juez Ariel Lijo en el que se detallan nuevas irregularidades en las indemnizaciones que reciben familiares y personas que declararon haber sido víctimas de la represión durante la última dictadura militar. Según la presentación -hecha por el investigador José D’Angelo- hay detectados hasta ahora veinte casos de ciudadanos uruguayos que recibieron montos indemnizatorios en simultáneo tanto del Estado argentino como del uruguayo. Lo llamativo es que todos los involucrados fueron detenidos en la Argentina pero permanecieron muy pocos días en nuestro territorio y fueron enviados al vecino país.

 

La mayoría pertenecían al momento de ser detenidos al Partido de la Victoria del Pueblo, provenientes de las organizaciones guerrilleras Tupamaros, Organización Popular Revolucionaria 33 Orientales y de la Resistencia Obrera Estudiantil.

 

“Venimos por la presente a ampliar la denuncia que formuláramos oportunamente relativa a las maniobras delictivas realizadas en el pago de indemnizaciones a presuntas víctimas de los años 70 por las llamadas leyes “reparatorias”, como consecuencia, ahora, del descubrimiento de una nueva y escandalosa modalidad: el caso de ciudadanos uruguayos detenidos en Argentina que a los pocos días fueron remitidos por pedido de las autoridades uruguayas a su país de origen, en el cual habrían permanecido detenidos por distintos motivos durante varios años”, dice el escrito presentado al juez Lijo.

 

En la ampliación de denuncia, D’Angelo señala que “la República Argentina les ha pagado a cada uno de ellos no por los escasos días que permanecieron aquí detenidos, sino por todo el tiempo que permanecieron en esa condición en Uruguay, haciéndole asumir abusivamente a nuestro país obligaciones millonarias por actos realizados en el extranjero, por funcionarios extranjeros.”

 

La denuncia es por los delitos de defraudación a la administración pública e incumplimiento de los deberes de funcionario público contra los integrantes de la administración del gobierno nacional que participaron de esta operatoria autorizando los pagos en el marco de las llamadas leyes reparatorias como así también contra los beneficiados con esta maniobra. En los casos detectados, a cada uno de estos ciudadanos uruguayos, el gobierno argentino pagó multimillonarias indemnizaciones como si todos los días en que estuvieron detenidos hubieran sido en jurisdicción argentina. Todos los pagos fueron hechos durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner.

 

Los casos detectados

 

A continuación el listado de los casos de miembros de organizaciones guerrilleras uruguayas que recibieron indemnizaciones del Estado argentino pese a haber estado detenidos en nuestro país muy pocos días y en algunos casos horas. Por tratarse de hechos ocurridos hace varios años y a fin de tener una mejor comprensión de la magnitud de la maniobra los montos han sido actualizados al mes de mayo de este año.

 

GASTÓN ZINA FIGUEREDO: uruguayo. Detenido el 15 de julio de 1976 en Buenos Aires y trasladado el 24 del mismo mes al Uruguay. Cumplió condena en el penal “Libertad” y en 1978 fue liberado. Estuvo 9 días detenido por autoridades argentinas y dos años bajo jurisdicción de autoridades uruguayas. Cobró del Estado argentino, en enero de 2009, durante el gobierno de Cristina Fernández, en liquidación N° 13.927 del Ministerio de Economía, la suma de $ 25.783.575.-

 

BEATRIZ VICTORIA BARBOZA SÁNCHEZ: uruguaya. El 30 de septiembre de 1976 fue detenida en Buenos Aires. Ese mismo día fue trasladada a Uruguay y en su país estuvo detenida en el Penal de “Punta de Rieles” hasta el 30 de septiembre de 1980. Estuvo un día detenida por autoridades argentinas y cuatro años en jurisdicción uruguaya. Cobró del Estado argentino, en agosto de 2014, durante el gobierno de Cristina Fernández, en liquidación N° 15.436, la suma de $ 7.693.537.-

 

VÍCTOR HUGO LUBIÁN PELÁEZ y MARTA AMALIA PETRIDES: argentino, él, y uruguaya, ella. Casados. El 15 de julio de 1976 fueron detenidos en el Gran Buenos Aires y el 24, trasladados a Uruguay. Al ser liberados se exiliaron en Suecia. Estuvieron 9 días detenidos por autoridades argentinas y se desconoce qué período bajo jurisdicción de autoridades uruguayas. Cobraron, respectivamente, del Estado argentino, durante el gobierno de Cristina Fernández, Lubián Peláez: $ 16.548.067.-, en liquidación N° 14.139, de junio de 2011, y Petrides, $ 7.006.651.-, en liquidación N° 14.138, de noviembre de 2010. Por los 9 días de detención del matrimonio Lubián – Petrides en nuestro país, el Estado argentino abonó $23.554.719.-

 

ANA MARÍA SALVO SÁNCHEZ: uruguaya. Detenida el 14 de julio de 1976 en Buenos Aires. El 24 del mismo mes, fue trasladada al Uruguay adonde fue encarcelada un año y medio. Estuvo 10 días detenida por autoridades argentinas y un año y medio bajo jurisdicción de autoridades uruguayas. Cobró del Estado argentino, en junio de 2009, durante el gobierno de Cristina Fernández, en liquidación N° 13.981, la suma de $ 9.515.130.-

 

ALICIA RAQUEL CADENAS RAVELA: uruguaya. El 14 de julio de 1976 fue detenida en Buenos Aires y el 24 la repatriaron forzadamente a Uruguay, donde permaneció detenida hasta 1979, en que se exilió a Suecia. Estuvo 10 días detenida por autoridades argentinas y tres años bajo jurisdicción de autoridades uruguayas. Cobró del Estado argentino, en junio de 2009, durante el gobierno de Cristina Fernández, en liquidación N° 13.987, la suma de $ 8.036.876.-

 

MARÍA ELBA RAMA MOLLA: uruguaya. Detenida el 14 de julio de 1976 en Buenos Aires y trasladada a su país el 24. En Uruguay estuvo cinco años detenida en el establecimiento de reclusión en Punta Rieles. Estuvo 10 días detenida por autoridades argentinas y cinco años bajo jurisdicción de autoridades uruguayas. Cobró del Estado argentino, en enero de 2008, durante el gobierno de Cristina Fernández, en liquidación N° 13.449, la suma de $ 17.266.873.-

 

SARA RITA MÉNDEZ LOMPODIO: uruguaya. El 13 de julio de 1976, en Buenos Aires, fue detenida y el 24 fue trasladada a Montevideo. Estuvo detenida en Uruguay y, años más tarde, liberada. Estuvo 11 días detenida por autoridades argentinas y un periodo no consignado bajo jurisdicción de autoridades uruguayas y cobró del Estado argentino dos indemnizaciones, según el siguiente detalle: la primera, en liquidación N° 13.450, de octubre de 2007, por la suma de $ 16.388.192.- y la segunda, en liquidación N° 16.066, de marzo de 2015, por la suma de $ 5.726.788.-, lo que hace un total de $22.114.980.-; ambos pagos durante el gobierno de Cristina Fernández.

 

ASILÚ SONIA MACEIRO PÉREZ: uruguaya. El 13 de julio de 1976 fue detenida en Buenos Aires y el 24 trasladada a Montevideo. Años más tarde, fue liberada. Estuvo 11 días detenida por autoridades argentinas y un periodo no consignado bajo jurisdicción de autoridades uruguayas y cobró del Estado argentino, en enero de 2012, durante el gobierno de Cristina Fernández, en liquidación N° 14.232, la suma de $ 5.724.515.-

 

ANA INÉS QUADROS HERRERA: uruguaya. Detenida en Buenos Aires el 13 de julio de 1976 y el 24 repatriada forzadamente. Permaneció detenida en su país. Estuvo 11 días detenida por autoridades argentinas y un período no consignado bajo jurisdicción de autoridades uruguayas. Cobró del Estado argentino, en enero de 2008, durante el gobierno de Cristina Fernández, en liquidación N° 13.626, la suma de $ 16.554.758.-

 

EDUARDO DEAN BERMÚDEZ: uruguayo. Detenido el 13 de julio de 1976 en Buenos Aires, fue repatriado el 24 y permaneció detenido en su país, donde tiempo después recuperó la libertad. Estuvo 11 días detenido por autoridades argentinas y un periodo no consignado bajo jurisdicción de autoridades uruguayas. Cobró del Estado argentino, en noviembre de 2009, durante el gobierno de Cristina Fernández, en liquidación N° 14.028, la suma de $ 7.250.446.-

 

SERGIO RUBÉN LÓPEZ BURGOS: uruguayo. Detenido el 13 de julio de 1976 en Buenos Aires y llevado a su país el 24. Alojado en un instituto penal uruguayo donde permaneció hasta 1981. Estuvo 11 días detenido por autoridades argentinas y cinco años bajo jurisdicción de autoridades uruguayas. Cobró del Estado argentino, en septiembre de 2007, durante el gobierno de Cristina Fernández, en liquidación N° 13.435, la suma de $ 24.613.413.-

 

CARLOS ENRIQUE RODRIGUEZ MARTINEZ: uruguayo. En 1973, una vez instaurada la dictadura en Uruguay, se radica en la Argentina. El 30 de junio de 1976 fue detenido en la vía pública cerca del barrio de Flores, Capital Federal. El 24 de julio de 1976 fue trasladado clandestinamente a Montevideo. Liberado en el año 1982. Tiempo después emigró a Suecia. Estuvo 24 días detenido por autoridades argentinas y seis años bajo jurisdicción de autoridades uruguayas. Cobró del Estado argentino dos indemnizaciones, según el siguiente detalle: la primera, en liquidación N° 14.010, de noviembre de 2009, por $ 4.071.275.- y la segunda, en liquidación N° 14.011, también de noviembre de 2009, por $ 67.628.537.-, lo que hace un total de $71.699.812.-; ambos pagos durante el gobierno de Cristina Fernández.

 

RAQUEL NOGUEIRA PAULLIER: uruguaya. Detenida el 14 de julio de 1976 en Buenos Aires. El 24 fue trasladada a Montevideo. Fue derivada a un establecimiento penal y liberada en enero de 1978. Tiempo después emigró a Suecia. Estuvo 10 días detenida por autoridades argentinas y dos años bajo jurisdicción de autoridades uruguayas. Cobró del Estado argentino dos indemnizaciones, según el siguiente detalle: la primera, en liquidación N° 14.008, de noviembre de 2009, por $ 3.557.131.- y la segunda, en liquidación N° 14.009, también de noviembre de 2009, por $ 22.246.325.-, lo que hace un total de $25.803.456.-; ambos pagos durante el gobierno de Cristina Fernández.

 

MARGARITA MICHELINI DELLE PIANE: uruguaya. Fue detenida el 13 de julio de 1976 en el Gran Buenos Aires. Once días después fue trasladada a Uruguay. Encarcelada en establecimientos penales uruguayos, recuperó su libertad en mayo de 1981. Estuvo 11 días detenida por autoridades argentinas y cuatro años bajo jurisdicción de autoridades uruguayas. Cobró del Estado argentino, en marzo de 2007, durante el gobierno de Cristina Fernández, en liquidación N° 13.448, la suma de $ 16.077.258.-

 

RAÚL ALTUNA FACAL: uruguayo. Fue detenido el 13 de julio de 1976 en el Gran Buenos Aires. Once días después fue trasladado a Uruguay. Luego de 4 años recluido en distintos establecimientos penales uruguayos, en mayo de 1981 recuperó su libertad. Estuvo 11 días detenido por autoridades argentinas y cuatro años bajo jurisdicción de autoridades uruguayas. Cobró del Estado argentino, en junio de 2008, durante el gobierno de Cristina Fernández, en liquidación N° 13.820, la suma de $ 17.119.789.-

 

CECILIA IRENE GAYOSO JÁUREGUI: uruguaya. Detenida el 8 de julio de 1976 en Buenos Aires y trasladada al Uruguay el 24, adonde estuvo en prisión hasta el 31 de diciembre de 1977. Estuvo 16 días detenida por autoridades argentinas y un año bajo jurisdicción de autoridades uruguayas. Cobró del Estado argentino, en enero de 2012, durante el gobierno de Cristina Fernández, en liquidación N° 14.394, la suma de $ 3.139.271.-

 

MARÍA MÓNICA SOLIÑO PLATERO: uruguaya. Detenida el día 7 de julio de 1976 en Buenos Aires y trasladada al Uruguay el 24. Estuvo presa en el Penal de “Punta Rieles”, de donde fue liberada el 31 de diciembre de 1977. Estuvo 17 días detenida por autoridades argentinas y un año y medio bajo jurisdicción de autoridades uruguayas. Cobró del Estado argentino, en abril de 2008, durante el gobierno de Cristina Fernández, en liquidación N° 13.764, la suma de $ 5.203.510.-

 

MARÍA DEL CARMEN MARTÍNEZ ADDIEGO: uruguaya. Detenida el 15 de junio de 1976 en Buenos Aires y liberada, también en Buenos Aires, el día 21 del mismo mes. Se exilió en Suecia, viajando a Estocolmo, un mes después, el 23 de julio de 1976. Estuvo 6 días detenida por autoridades argentinas y cobró del Estado nacional, en julio de 2006, durante el gobierno de Cristina Fernández, en liquidación N° 13.260, la suma de $ 17.351.982.-

 

JORGE GONZÁLEZ CARDOZO: uruguayo. Detenido el 15 de junio de 1976, en el Gran Buenos Aires. El 24 de julio lo trasladaron a Uruguay donde estuvo encarcelado en el centro de detención conocido como “La Mansión”. Tiempo después recuperó la libertad. Estuvo 40 días detenido por autoridades argentinas y un periodo no consignado de tiempo bajo jurisdicción de autoridades uruguayas. Cobró del Estado argentino, en julio de 2005, durante el gobierno de Cristina Fernández, en liquidación N° 13.157, la suma de $ 28.660.665.-

 

MARÍA DEL PILAR NORES MONTEDÓNICO: uruguaya. Detenida el 9 de junio de 1976, en Buenos Aires. El 20 de julio de ese año fue trasladada a Montevideo en un vuelo de “Pluna”. Encarcelada en su país, recuperó su libertad, el 22 de diciembre de 1976. Estuvo 49 días detenida por autoridades argentinas y cinco meses bajo jurisdicción de autoridades uruguayas. Cobró del Estado argentino, de febrero de 2015, durante el gobierno de Cristina Fernández, en liquidación N° 16.017, la suma de $ 10.102.002.-

 

ORLINDA BRENDA FALERO FERRARI y JOSE LUIS MUÑOZ BARBACHAN: uruguayos. El 9 de junio de 1976 fueron detenidos en Buenos Aires y “cuatro o seis días después”, liberados en el barrio de Floresta en la capital argentina. El 30 de septiembre de 1976, con el patrocinio del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR), viajaron exiliados a Francia. Estuvieron “4 o 6″ días detenidos por autoridades argentinas y cobraron, respectivamente, del Estado argentino, Falero Ferrari: $ 15.284.427.-, en liquidación N° 15.771, de septiembre de 2014 y Muñoz Barbachan, $ 16.066.448.-, en liquidación N° 15.666, de agosto de 2014. Por los “4 o 6″ días de detención del matrimonio Muñoz Barbachan – Falero Ferrari, el Estado argentino, durante el gobierno de Cristina Fernández, abonó $31.350.875.-

 

La causa penal comenzó a instruirse con una denuncia del mismo investigador D’Angelo en noviembre de 2019, en la que se detallaron una decena de casos fraudulentos de cobro de indemnizaciones de supuestas víctimas de la represión a organizaciones armadas en los años 1970. Tras una serie de dilaciones, la Justicia ordenó medidas de prueba y comenzó a dar los primeros pasos para investigar los hechos denunciados.

lunes, 20 de junio de 2022

LOS INVISIBLES BILDERBERG

 


 MYRIAM MITRECE - CARLOS IALORENZI


La Prensa, 15.06.2022

 

­Dejemos volar la imaginación, por un momento, para recrear un suceso fantaseado.­

 

En nuestra mente se representa una reunión en la que participan las personalidades más encumbradas del planeta. Pensemos que el encuentro se realiza en una de las ciudades más renombradas, de un país de los que se consideran centrales.­

 

Agreguemos también que en ese lugar se van a tratar las cuestiones importantes que afectan a la población mundial. Y más... la crisis por el Covid-19 hizo que estas personas suspendieran sus reuniones anuales, y se reencuentran después de tres años. Sin mucho esfuerzo también podríamos imaginar el movimiento y la ansiedad de los grandes medios por cubrir la nota y obtener primicias. Una multitud de periodistas hablando sobre el tema y agencias de noticias emitiendo los entretelones de la reunión. Suposiciones, análisis políticos de las consecuencias de la reunión y hasta notas de color sobre el vestuario de los invitados, serían el plato de la semana en los grandes medios.­

 

Ahora dejemos de lado la imaginación y volvamos a la realidad. Esa reunión aconteció, pero casi nadie se enteró.­

 

­LOS AMOS DEL MUNDO­

 

Entre el 2 y el 5 de junio pasado, se realizó en la ciudad de Washington, la 68° reunión anual del poderoso y misterioso "Club Bilderberg". Se reúnen desde 1954 pero por el Covid 19 suspendieron las reuniones de 2020 y de 2021.­

 

A este "Club" de poderosos vienen asistiendo desde hace casi 70 años, jefes de Estado, monarcas, cancilleres, políticos, candidatos presidenciales, representantes de organismos internacionales, banqueros, empresarios de medios de comunicación, de laboratorios y de otras actividades, de las principales potencias de occidente.­

 

Todos los años se reúnen en una ciudad europea, o de los EE. UU. como ocurrió hace unos días. Ingresando en su página web https://bilderbergmeetings.org/ podemos ver que en esta oportunidad invitaron cerca de 120 participantes de 21 países.­

 

Entre los invitados figuran el ex Secretario de Estado de EE.UU. Henry Kissinger, que con sus 99 años es uno de los que más asistencias tuvo a estas reuniones. También podemos destacar de los EE. UU. la presencia del Subsecretario del Departamento del Tesoro, la directora de la agencia de seguridad de infraestructura y ciberseguridad, la Secretaria de Comercio, la Subsecretaria de Defensa para asuntos de Seguridad Internacional, el Director de la CIA y una Senadora. Representantes de la Unión Europea, la Directora General de la Unesco, la embajadora de Ucrania en EE.UU., representantes de los gobiernos del Reino Unido, de las FF.AA. de Francia, la vice primer Ministro de Canadá, el ex Presidente del Partido Popular de España, presidentes y directores de empresas como Pfizer, Glaxo Smith Kline, Shell, Goldman Sachs, Deutsche Bank, BP, Volvo, Google (ex presidente), Microsoft, Prisa, y de medios de comunicación como The Economist y The Financial Times.­

 

Los Bilderberg llevan a cabo sus reuniones bajo la regla de Chatham House, por la cual se establece que los invitados son libres de usar la información recibida, pero no pueden revelar la identidad ni la pertenencia de los oradores o de cualquier otro participante.­

 

Cabe recordar que estas reuniones comenzaron en 1954 por iniciativa de Bernardo de Holanda y el multimillonario David Rockefeller. En sus reuniones han participado además de reyes, figuras conocidas como Bill Gates, Margaret Thatcher, José Luis Rodríguez Zapatero y Christine Lagarde.­

 

Por lo que publican en su sitio web, este año expusieron sobre catorce temas:­

 

Realineamientos geopolíticos, desafíos de la OTAN, China, realineamiento del Indo-Pacífico, competencia tecnológica chino-estadounidense, Rusia, continuidad del gobierno y la economía, interrupción del mercado mundial sistema financiero, desinformación, seguridad y sostenibilidad energética, salud postpandemia, fragmentación de sociedades democráticas, comercio y desglobalización y Ucrania.­

 

­DE ESTO NO SE HABLA­

 

Llama poderosamente la atención, que en este mundo hiperconectado y con poderosos medios de comunicación esta reunión pase prácticamente desapercibida. Sabemos que el "Club Bilderberg" no permite la presencia de periodistas en sus reuniones ni emite ninguna información de prensa sobre lo que dijo cada invitado, pero han pasado dos semanas de este hecho, en el que participaron personas muy influyentes y poderosas en donde se expusieron temas relacionados con la geopolítica, la salud y la economía y cuesta creer que las grandes empresas periodísticas no tengan nada para decir; ni siquiera se toman el trabajo de mencionar el hecho.­

 

Así las cosas, cabe tener presente lo que sostuvo la periodista Caroline Moorehead de The Times, que fue más allá al afirmar "que se reúnen secretamente para planificar acontecimientos que más tarde simplemente aparecen como que han sucedido".­

LA MASACRE DE EZEIZA


 el palco de la muerte y la misteriosa identidad del hombre izado por los pelos

 

Daniel Cecchini


Infobae, 20 de Junio de 2022

 

Debía ser una fiesta popular para celebrar el retorno definitivo de Juan Domingo Perón a la Argentina, pero terminó en una masacre. Al final del 20 de junio de 1973, ya se había escrito con sangre que ese día quedaría en la historia como una de las jornadas más trágicas de la vida política argentina.

Porque al terminar esa jornada que debía ser de celebración se contabilizaban decenas de muertos y cientos de heridos –nunca se pudo establecer fehacientemente el número de víctimas– bajo las balas disparadas por grupos de la ultraderecha política y sindical del peronismo que, sostenidos logísticamente y amparados por diversas reparticiones del propio Estado, atacaron a la multitud.

La Masacre de Ezeiza fue, en ese sentido, un primer ensayo del terrorismo de Estado que, menos de un año después, sectores del peronismo en el gobierno –utilizando los recursos del Estado y en coordinación con las fuerzas de seguridad– desatarían a través de grupos parapoliciales como la Triple A y la Concentración Nacional Universitaria (CNU), entre otros.

En los días subsiguientes –sobre todo después del discurso del 21 de junio pronunciado por Perón a través de la cadena nacional– también quedaría clara otra cosa: que el equilibrio político que Juan Domingo Perón había hecho desde el exilio aglutinando dentro de la resistencia a sectores con proyectos políticos e ideológicos totalmente divergentes estaba definitivamente roto.

La última vuelta

El 11 de marzo de 1973 un vendaval de votos había consagrado a la fórmula del Frente Justicialista de Liberación y, el 25 de mayo, Héctor J. Cámpora asumió la presidencia en un clima de fiesta y expectativa popular.

Recuperada la democracia, el país entero esperaba el regreso definitivo de Perón, programado para el 20 de junio, el Día de la Bandera, aniversario de la muerte del general Manuel Belgrano.

Para organizar la fiesta del regreso se conformó una comisión cuya composición marcaba un desequilibrio evidente en la importancia de cada sector en pugna dentro del movimiento peronista.

La convivencia festiva en el avión de Alitalia en noviembre del año anterior era ahora una lucha tensa por acumular posiciones de poder, que se reflejaba en la composición de la comisión organizadora del retorno.

Juan Manuel Abal Medina, Norma Kennedy, el coronel (RE) Jorge Osinde, José Rucci y Lorenzo Miguel, sus integrantes, decidieron que el palco para recibir a Perón se emplazaría en el cruce de la Autopista Ricchieri y la ruta 205 para permitir el acceso y participación de los millones de argentinos que acudirían a ver a su líder en el regreso definitivo.

Y así fue, millones de personas marcharon a Ezeiza, amas de casa, obreros, estudiantes, ancianos, niños, inválidos, militantes, curiosos, todos buscando un lugar para ver y escuchar a Perón.

Las banderas y pancartas eran como jeroglíficos gigantes: JP, JRP, FAR, Montoneros, ERP 22 de agosto, ATE, Atsa, banderas sindicales, de agrupaciones, de la FUA, la Fulp, el Faep, el Furn y cientos más de siglas pintando un fresco de letras que ondeaban en el aire de un día frío y apacible.

El palco y la emboscada

El palco montado para poner proveer información por altoparlantes estaba cerca del Puente 12, Ciudad Evita, muy cerca del aeropuerto donde debían llegar Perón, su esposa, el presidente Cámpora, el secretario privado López Rega y los sindicalistas José Rucci y Lorenzo Miguel, titulares de la CGT y las 62 Organizaciones Peronistas respectivamente. La locución estaba a cargo nada menos que de Leonardo Favio.

Pero en sus alrededores se estaban preparando la masacre, los guardias de la Comisión Organizadora de Osinde y Norma Kennedy se paseaban impacientes. Eran cientos, entre matones sindicales, militantes del CdeO, de la Alianza Libertadora, militares y policías retirados y algunos mercenarios franceses contratados por Ciro Ahumada, un ex capitán del Ejército que había participado de la resistencia peronista y en algún momento empezó a trabajar para los servicios de inteligencia del Estado.

Estaban armados con fusiles Fal, subametralladoras Uzi, Ingram y Halcón. El operativo paramilitar contemplaba también una retaguardia: unos días antes habían ocupado el Hogar Escuela Santa Teresa, ubicado a unos 600 metros del palco y que tenía facilidades para albergar a cientos de chicos internados. Los pibes fueron testigos de cómo se instalaron las patotas en las dependencias destinadas a estudiar y dormir.

Al frente de esa maniobra estuvo Alberto Brito Lima, proveniente de la resistencia y de las primeras agrupaciones de la Juventud Peronista y decidido a barrer del mapa a la militancia de la izquierda peronista. El operativo estaba centralizado por el propio Osinde y por Norma Kennedy, instalados en el Hotel Internacional de Ezeiza, rodeados por hombres muy armados.

La multitud

Nunca se sabrá cuánta gente se juntó ese miércoles, en los alrededores de Ezeiza. Los diarios del día siguiente hablarían de tres millones. Años después la cifra fue revisada a la baja, pero hasta los cálculos más conservadores siguieron hablando de un millón: fue, sin duda, la mayor reunión de la historia argentina.

En las cercanías del Puente 12 había un ómnibus cubierto de banderas de FAR y Montoneros: era su puesto de comando. Allí estaban Roberto Quieto y Marcos Osatinsky, máximos dirigentes de FAR y también Mario Firmenich, número uno de Montoneros.

Las previsiones de seguridad del grupo eran mínimas: apenas una veintena de militantes con algunas armas para autodefensa pero sin ninguna previsión del ataque que habían montado los grupos parapoliciales.

Mientras el avión que traía a Perón estaba en vuelo y el clima aún estaba calmo, desde el escenario, Leonardo Favio decía:

-¡Compañeros, vamos a ensayar el recibimiento que le vamos a dar al general Perón cuando llegue a este palco!

Favio había sido nombrado “encargado de Ornamentación” del acto y, a su lado, estaba el locutor Edgardo Suárez.

Los gritos de la multitud hacían que muchos no se dieran cuenta de que habían empezado los primeros ataques a las columnas de la izquierda peronista.

La hora de las balas

Favio advirtió algunas maniobras extrañas, pero no tenía idea del origen ni del plan de quienes estaban a su lado, conectados con walkie talkie con Osinde y Norma Kennedy.

-¡Compañeros, acá ya hay más de dos millones y medio de personas! ¡Esto es inenarrable, compañeros! ¡Por favor, compañeros, quédense todos en sus lugares! ¡Cada peronista debe permanecer en su lugar! ¡Por favor, somos cuatro millones de peronistas contra cinco dementes! – gritó por el micrófono.

Era muy difícil ver qué estaba pasando. Favio, realmente desesperado, insistió:

-¡Que se bajen todos de los árboles, repito: que se bajen de los árboles! ¡A partir de ahora, los que queden en los árboles son considerados traidores! ¡Los enemigos ya han sido visualizados!

Dijo, y una voz que se coló por los altoparlantes agregó:

-¡Muy bien, mátenlos, mátenlos!

Y otra voz, marcial, la de Ciro Ahumada dijo:

-Ordeno que el personal se baje inmediatamente de los árboles; les doy cinco minutos para hacerlo. Están en la óptica de nuestros fusiles. Si no bajan los ejecutamos. Es una orden.

Entonces, otra vez, se oyeron los tiros. Miles y miles de personas se tiraron al suelo; el griterío era estremecedor.

Mientras, en los alrededores del palco, la confusión de la multitud era total. Millones de personas seguían gritando, cuerpo a tierra, puteando, tratando de entender o simplemente de evitar los balazos.

El tiroteo fue decreciendo de a poco, dejando lugar al estupor, a la bronca, al espanto. Había cientos de heridos: los sindicalistas y militantes del ministerio de Bienestar Social que controlaban las ambulancias elegían a quién atender y a quién no.

La foto quedó como emblema de aquella masacre. Mostraba a un hombre flaco al que levantaban, tirándole de los pelos, desde la parte superior del palco. Se notaba que el hombre, joven, intentaba resistir, trataba de agarrarse de algo mientras desde abajo otros hombres, presumiblemente sus compañeros, lo tironeaban de los pantalones para bajarlo, para salvarlo de las garras de quiénes quería izarlo. Para matarlo ahí, arriba del palco.

Esa imagen fue reproducida por diarios, revistas, noticieros y documentales, traspasó las fronteras de la Argentina y fue vista en el mundo.

Durante años no se supo el nombre del hombre flaco. Sobre él se tejieron dos suposiciones: que era un militante de la izquierda peronista y que lo habían matado a golpes en el palco. Hasta que, pasadas décadas de la masacre de Ezeiza, el periodista e historiador Enrique Arrosagaray pudo develar el misterio.

-Ese tipo soy yo – le dijo un hombre, señalando al hombre flaco que izaban de los pelos al palco.

El hombre ya no tenía pelo, se llamaba José Rincón y vivía en Dock Sud. Aquel 20 de junio había ido al acto desde Avellaneda.

-¿Con la columna de la Juventud Peronista? – le preguntó Arrosagaray.

-Sí, pero no la de Montoneros. De la otra – respondió.

-De la Jotaperra…

-Sí, de la Jotaperra.

La Jotaperra era la Juventud Peronista de la República Argentina, ligada a la ultraderecha peronista. El hombre – contra lo que siempre se había creído – era un militante sindical y no de Montoneros. Y, claro, estaba vivo y no muerto.

Los del palco lo habían confundido. Lo contó así:

“Me llevan hasta el borde, para meterme en el palco y la cosa se puso cruenta. Me hacen subir por una escalerita para el primer palco en donde había estado la orquesta, y cuando ingreso no te la quiero contar: la cantidad de trompadas que me dieron los que me esperaban porque veían que me traían detenido… Yo, para ellos, era montonero. Recibí para que tenga, para que reparta y para que guarde. Desde arriba, desde el palco principal, pedían a los gritos que me subieran, luego supe que era el lugar en donde ponían prisioneros a los que agarraban” relató.

Y siguió contando:

“Cuando me acercan a ese borde no tienen mejor manera de levantarme que de los pelos. Porque en ese momento tenía pelo, Y me levantan de los pelos nomás; pero algunos de los que estaban abajo no querían que me subieran, me querían matar ahí, por eso me tiraban de los pies para abajo. Si mirás en la filmación, yo muevo las manos, desesperado, porque quiero agarrarme de la baranda del puente o de algo, y cuando me agarro, pego el tirón y me suelto de los que me estaban agarrando de los pantalones y caí casi parado allá arriba”.

Una vez arriba del palco no lo mataron, pero se salvó por un pelo. Atinó a decir que lo identificaran, que tenía un brazalete de la Juventud Sindical, que no era “monto”.

“¿Viste ese que aparece en todas las filmaciones con anteojos negros? – le relató a Arrosagaray -. Apenas aterrizo, ese señor viene con una pistola tomada del caño para partirme la cabeza con la culata. Me cubro ‘¡No me pegue!’, le grito ¡primero identifíqueme!, y el tipo frena y me llevan hasta la cabina en donde transmitía Favio, que ya estaba llena de gente, prisioneros, presos”.

Lo salvó un compañero que lo reconoció. De ahí lo llevaron al Hospital de Ezeiza.

“Ahí veo a mi novia y me entero de que me había estado buscando, le habían dicho que me habían fusilado; me estaba buscando entre los muertos y heridos”, terminó de contar Rincón.

El misterio de la foto más emblemática de la masacre de Ezeiza quedó así revelado.

Desviado a Morón

Frente a la masacre, el vicepresidente en ejercicio de la presidencia, Vicente Solano Lima, ordenó desviar el avión. Para seguridad del General, no aterrizaría en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza sino en la base militar de Morón.

El avión de Perón aterrizó a las 16.49 en la base militar de Morón, donde lo esperaban los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas.

El presidente Cámpora habló al país a las 17.50:

-Compañeros y compañeras: el general Perón ha pisado nuevamente el suelo de la patria. Está perfectamente bien. Contento y satisfecho de este viaje que ha realizado con toda normalidad, pero desde el aeropuerto de Ezeiza nos fue informado de que elementos que están en contra del país pretendieron distorsionar el acto en el cual se había congregado una muchedumbre nunca vista en el país de más de seis millones de compañeras y compañeros para recibir jubilosamente a quien es el conductor y el líder de la inmensa mayoría de la ciudadanía argentina (…) por eso les pido que aquella frase del general Perón se haga nuevamente cierta en esta oportunidad: de casa al trabajo y del trabajo a casa… - dijo.

Perón, el día después

Al día siguiente, Perón se dirigió al país por la cadena nacional. En un discurso conceptual, de tonos épicos, agradeció al pueblo su fidelidad a la causa peronista y se explayó sobre los lineamientos estratégicos para la reconstrucción del país, devastado por las minorías.

En la única frase que podría interpretarse como alusiva a la masacre ocurrida el día anterior, Perón dijo:

-No es gritando como se hace patria. Los peronistas tenemos que retornar a la conducción de nuestro movimiento, ponerlo en marcha y neutralizar a los que pretenden deformarlo de abajo o desde arriba.

En los diez años siguientes, por la Argentina correrían ríos de sangre.

miércoles, 15 de junio de 2022

FORO ARGENTINO DE DEFENSA


 

En el marco de su desarrollo a nivel nacional y luego de la incorporación de su Comité Ejecutivo, el Foro Argentina de Defensa (FAD) anunció su lanzamiento y se lo comunicó formalmente a las autoridades del Ministerio de Defensa, a los Jefes de los Estados Mayores Generales de las Fuerzas Armadas y al Jefe del Estado Mayor Conjunto.

 

El Foro Argentino de Defensa se propone generar un espacio de reflexión y análisis, sin fines políticos-partidarios, sobre aquellos temas que hacen al Sistema de Defensa Nacional y sus diferentes actores. Promueve el pensamiento critico y el análisis a través de especialistas y expertos que integran sus distintas comisiones de trabajo.

 

Su Comité Ejecutivo, para el período 2021-2023, quedó conformado por ocho de sus miembros fundadores. Lo presidirá Santiago Lucero Torres, acompañado por siete directores: Brigadier (R) VGM Vicente Luis Autiero, Contralmirante (R) VGM Carlos Cal, General (R) Edgardo Aldo Serafín, Comodoro (R) VGM Raúl Aníbal Federico, Contralmirante (R) Guillermo Tyburec, Coronel (R) Abel Catuzzi y el Lic. Ezequiel Colla.  

 

Lucero Torres fue director de varias compañías y organismos internacionales, se desempeñó como subsecretario de Desarrollo Económico de la Ciudad de Buenos Aires y entre 2016 y 2020, fue responsable de la Planificación y la Política Industrial de la Defensa.

 

Al aceptar presidir el FAD afirmó: “Este será un espacio para repensar la Defensa Nacional y con el animo de sumar, porque más allá de las banderías políticas, ante todo, somos militantes de la Defensa Nacional y de nuestras gloriosas Fuerzas Armadas. Por eso y porque ya no queda margen para seguir postergando a nuestra Defensa, ponemos a disposición de las autoridades políticas y militares, sean quienes sean, toda nuestra experiencia y conocimiento, con humildad y profundo sentido patriótico.”.

 

Sobre la visión de FAD agregó: “Desde la restauración de la democracia, la Defensa Nacional ha sido gravemente descuidada por buena parte de la dirigencia política. Es imprescindible la revalorización de nuestra Fuerzas Armadas en todos los aspectos y orientarlas a los desafíos del futuro. Nuestra Defensa debe estar integrada inteligentemente al mundo, a las realidades regionales y al desarrollo productivo, económico, social y cultural de la Argentina. Por eso queremos tender una mano en esta difícil tarea y convocar a todos aquellos que quieran sumarse al Foro Argentino de Defensa para integrar sus equipos técnicos, aportando su experiencia y conocimiento”, concluyó Lucero Torres.  

 

El Foro Argentino de Defensa es un espacio de pensamiento crítico y reflexión sobre la problemática y oportunidades de la Defensa Nacional. Cuenta con adherentes y miembros que integran sus distintos equipos de trabajo en las siguientes áreas:

 

Malvinas                                        Inteligencia Militar

Personal Militar                                 Cooperación Internacional

Presupuesto                                   Observatorio Gestión Regional

Ciencia, Tecnología y Producción              Defensa y Seguridad

Logística de Material                            Ciberdefensa

Atlántico Sur y Antártida                        Visión Estratégica 20-50

 

(Zona Militar, 16 enero, 2021)

www.zona-militar.com