MYRIAM MITRECE - CARLOS IALORENZI
La Prensa,
15.06.2022
Dejemos volar la
imaginación, por un momento, para recrear un suceso fantaseado.
En nuestra mente
se representa una reunión en la que participan las personalidades más
encumbradas del planeta. Pensemos que el encuentro se realiza en una de las
ciudades más renombradas, de un país de los que se consideran centrales.
Agreguemos también
que en ese lugar se van a tratar las cuestiones importantes que afectan a la
población mundial. Y más... la crisis por el Covid-19 hizo que estas personas
suspendieran sus reuniones anuales, y se reencuentran después de tres años. Sin
mucho esfuerzo también podríamos imaginar el movimiento y la ansiedad de los
grandes medios por cubrir la nota y obtener primicias. Una multitud de
periodistas hablando sobre el tema y agencias de noticias emitiendo los
entretelones de la reunión. Suposiciones, análisis políticos de las
consecuencias de la reunión y hasta notas de color sobre el vestuario de los
invitados, serían el plato de la semana en los grandes medios.
Ahora dejemos de
lado la imaginación y volvamos a la realidad. Esa reunión aconteció, pero casi
nadie se enteró.
LOS AMOS DEL
MUNDO
Entre el 2 y el 5
de junio pasado, se realizó en la ciudad de Washington, la 68° reunión anual
del poderoso y misterioso "Club Bilderberg". Se reúnen desde 1954
pero por el Covid 19 suspendieron las reuniones de 2020 y de 2021.
A este
"Club" de poderosos vienen asistiendo desde hace casi 70 años, jefes de
Estado, monarcas, cancilleres, políticos, candidatos presidenciales,
representantes de organismos internacionales, banqueros, empresarios de medios
de comunicación, de laboratorios y de otras actividades, de las principales
potencias de occidente.
Todos los años se
reúnen en una ciudad europea, o de los EE. UU. como ocurrió hace unos días.
Ingresando en su página web https://bilderbergmeetings.org/
podemos ver que en esta oportunidad invitaron cerca de 120 participantes de 21
países.
Entre los
invitados figuran el ex Secretario de Estado de EE.UU. Henry Kissinger, que con
sus 99 años es uno de los que más asistencias tuvo a estas reuniones. También
podemos destacar de los EE. UU. la presencia del Subsecretario del Departamento
del Tesoro, la directora de la agencia de seguridad de infraestructura y
ciberseguridad, la Secretaria de Comercio, la Subsecretaria de Defensa para
asuntos de Seguridad Internacional, el Director de la CIA y una Senadora.
Representantes de la Unión Europea, la Directora General de la Unesco, la
embajadora de Ucrania en EE.UU., representantes de los gobiernos del Reino
Unido, de las FF.AA. de Francia, la vice primer Ministro de Canadá, el ex
Presidente del Partido Popular de España, presidentes y directores de empresas
como Pfizer, Glaxo Smith Kline, Shell, Goldman Sachs, Deutsche Bank, BP, Volvo,
Google (ex presidente), Microsoft, Prisa, y de medios de comunicación como The Economist
y The Financial Times.
Los Bilderberg
llevan a cabo sus reuniones bajo la regla de Chatham House, por la cual se
establece que los invitados son libres de usar la información recibida, pero no
pueden revelar la identidad ni la pertenencia de los oradores o de cualquier
otro participante.
Cabe recordar que
estas reuniones comenzaron en 1954 por iniciativa de Bernardo de Holanda y el
multimillonario David Rockefeller. En sus reuniones han participado además de
reyes, figuras conocidas como Bill Gates, Margaret Thatcher, José Luis
Rodríguez Zapatero y Christine Lagarde.
Por lo que
publican en su sitio web, este año expusieron sobre catorce temas:
Realineamientos
geopolíticos, desafíos de la OTAN, China, realineamiento del Indo-Pacífico,
competencia tecnológica chino-estadounidense, Rusia, continuidad del gobierno y
la economía, interrupción del mercado mundial sistema financiero,
desinformación, seguridad y sostenibilidad energética, salud postpandemia,
fragmentación de sociedades democráticas, comercio y desglobalización y
Ucrania.
DE ESTO NO SE
HABLA
Llama
poderosamente la atención, que en este mundo hiperconectado y con poderosos
medios de comunicación esta reunión pase prácticamente desapercibida. Sabemos
que el "Club Bilderberg" no permite la presencia de periodistas en
sus reuniones ni emite ninguna información de prensa sobre lo que dijo cada
invitado, pero han pasado dos semanas de este hecho, en el que participaron
personas muy influyentes y poderosas en donde se expusieron temas relacionados
con la geopolítica, la salud y la economía y cuesta creer que las grandes
empresas periodísticas no tengan nada para decir; ni siquiera se toman el
trabajo de mencionar el hecho.
Así las cosas,
cabe tener presente lo que sostuvo la periodista Caroline Moorehead de The
Times, que fue más allá al afirmar "que se reúnen secretamente para
planificar acontecimientos que más tarde simplemente aparecen como que han
sucedido".
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