más de 10 meses
POR GABRIEL
CAMILLI
La Prensa,
08.01.2023
A lo largo de
estos meses hemos escuchado y leído a varios “expertos" que han tenido que
corregirse repetidamente ante opiniones poco fundadas. Inmediatamente después
del comienzo de la operación militar especial o invasión rusa (de acuerdo al
cristal con que se mire este conflicto), hubo una opinión casi unánime de que
Ucrania no podría luchar en esta guerra por mucho tiempo. Incluso el Pentágono,
que había advertido previamente sobre el ataque, no creía que Ucrania
aguantaría mucho tiempo. El 24 de febrero, los servicios de inteligencia
occidentales y los medios de comunicación asumieron que Kiev caería ante los
rusos en cuestión de horas.
Hemos escuchado a
muchas personas confundidas acerca de los objetivos rusos y abusando mucho del
término "blitzkrieg". Pero ese término nunca fue usado ni pregonado
en las actuales circunstancias, simplemente la "chantocracia" lo ha
instalado. Allí fue cuando escribimos acerca de otro concepto: Gluboky boi (en
ruso), Deep Battle (DB), la batalla profunda, la base de la doctrina rusa.
¿Cuál es la
diferencia entre la estrategia alemana Blitzkrieg y la doctrina soviética de
Gluboky boi?
Los alemanes
tenían un fuerte enfoque táctico, con su auftragstaktik y eran extremadamente
flexibles tácticamente, lo que les permitía penetrar las líneas enemigas y
avanzar en profundidad. Sin embargo, no tenían ninguna doctrina estratégica
específica más que el ideal militar tradicional del corte de doble pinza,
famoso desde que Aníbal lo hizo en la Batalla de Cannas.
Considerando que,
en forma genérica, Blitzkrieg se basa en el uso de un "Schwerpunkt"
(centro de gravedad), para penetrar rápidamente las líneas enemigas y
destruirlas; Deep Battle (batalla profunda) consiste en utilizar múltiples
puntos de ataque para confundir al enemigo y disfrazar los verdaderos objetivos
de una ofensiva.
Blitzkrieg tiene
que ver con la velocidad, con el ejemplo clásico de su éxito en la invasión
alemana de Francia a través de las Ardenas. Esta doctrina se basa en formas más
clásicas de pensamiento militar, donde el objetivo es derrotar decisivamente al
enemigo en un solo (más o menos) encuentro.
Gluboky boi o Deep
Battle difiere fundamentalmente de Blitzkrieg en que fue pensado y desarrollado
para la guerra moderna y enfatiza el nivel estratégico operacional de la guerra
(el puente entre la estrategia y la táctica).
Con una
Blitzkrieg, el Schwerpunkt es realmente "la operación" considerada;
si eso falla, toda la ofensiva falla. Esto se demostró en el Frente Oriental de
la Segunda Guerra Mundial, siendo la Batalla de Kursk el fracaso más famoso.
Una ofensiva
planificada dentro de una doctrina de Batalla Profunda no se basa en un solo
punto de aplicación de la maniobra y la ofensiva y por esta misma razón, es
mucho más difícil para el enemigo defenderse de un oponente que ha creado
múltiples teatros de operaciones. El engaño también es una cualidad importante
de DB. No solo se manifiesta en las maniobras estrictamente aeroterrestres o
aeronavales. Tengamos en cuenta otro término: LOS RUSOS LO LLAMAN
`MASKIROVKA Se llama "Maskirovka", el complejo entramado de
distracciones y engaños tácticos y estratégicos en que los militares,
alcanzaron maestría en diferentes frentes de batalla.
PLANES FALLIDOS
Podemos marcar un
punto importante en esta guerra. Ese fue la retirada voluntaria pero forzosa de
los rusos del área de Kyiv en dirección a Donbass debido al éxito defensivo de
los ucranianos. Incluso si la retirada rusa fue ordenada, estaba claro que el
Plan A de los rusos había fallado. En ese momento, la resistencia de Ucrania se
hizo evidente: liberamos Kyiv, también liberaremos Donbass e incluso
recuperaremos Crimea. Hasta el día de hoy, la retirada rusa del área metropolitana
de Kyiv marca la pauta para la resistencia ucraniana.
El plan B ruso era
entonces concentrarse en el frente de Donbass. Rusia recalculó la operación
militar especial. Le tomó un tiempo darse cuenta de eso. Pero finalmente los
rusos respondieron. La primera reacción fue reunir fuerzas en Donbass y tratar
de lograr una decisión allí. Con eso, el éxito inicial de los ucranianos en el
verano se convirtió en un punto muerto. Recordemos la batalla de Lysychansk y
Sieverodonetsk, que los rusos ganaron en julio. Es cierto que no fue un éxito
tan grande como habían planeado, es decir, poder lograr un empuje hacia el sur
desde Izyum, tal vez incluso hasta el Dnipro. Pero han usado “las bolsas” para
destruir repetidamente las reservas ucranianas y los envíos de armas desde
Occidente.
Envíos de armas,
que de todos modos tardaron en llegar. Occidente tardó un tiempo en comprender
cuánto apoyo necesita Ucrania. Esto se debió en parte a la forma en que el
gobierno ucraniano llevó a cabo la guerra de información: sugirió que Ucrania
no solo podría repeler a los rusos, sino también combatirlos con éxito. Solo
después de la llegada de los primeros sistemas de armas a Ucrania, el ejército
ucraniano pudo mantener a los rusos al menos a cierta distancia. En particular,
el sistema de artillería de lanzacohetes múltiples HIMARS fue valioso para
Ucrania. Con esto pudo destruir los depósitos de municiones de los rusos y
también los puentes en Kherson. Después de su fracaso en Kyiv, los rusos
cambiaron a un enfoque diferente: ya no avanzan rápida y profundamente, sino
lentamente con un apoyo masivo de artillería. El HIMARS ayudó a Ucrania a
interrumpir este movimiento ruso, permitiéndoles pasar a la ofensiva por su
cuenta en la tercera fase de la guerra.
TERCERA FASE
La tercera fase
comenzó a principios de septiembre con el avance en Balaklija en la región de
Kharkiv.
En esta fase,
Ucrania no solo recuperó la región de Kharkiv, sino también la ciudad de
Kherson y el área circundante al norte del Dnipro en noviembre.
Las fuerzas rusas
acaban de sufrir lo que podría ser su mayor pérdida la guerra, después de que
un ataque ucraniano mató a varias docenas, quizás cientos, de tropas recién
movilizadas en el este del país. Moscú ahora apunta al papel de Estados Unidos
en el devastador ataque.
“El Ministerio de
Defensa ruso dijo el lunes 2 de diciembre que las fuerzas ucranianas utilizaron
un sistema de misiles Himars suministrado por Estados Unidos para destruir una
instalación utilizada como base para las tropas movilizadas en la ciudad de
Makiivka”, informa The Wall Street Journal sobre el ataque en Donbass ocupado
por los rusos.
Ahora bien, esta
situación ¿es una buena posición de partida para la próxima ofensiva ucraniana?
No es suficiente
porque, en primer lugar, Ucrania todavía necesita un apoyo masivo de Occidente,
sobre todo en forma de entrega de armas y servicios de inteligencia. Y en
segundo lugar, Rusia se ha fortalecido en su frente y una vez más está tratando
de adaptarse. La decisión importante en ese periodo fue: la movilización de
tropas. Las fuerzas recién movilizadas ahora están llenando el vacío que había
causado dificultades a los rusos desde el principio.
Por el momento, se
preocupan principalmente por destruir la infraestructura crítica y energética
de Ucrania y atacar objetivos logísticos.
Estos ataques
masivos a infraestructura crítica comenzaron el 10 de octubre. Por un lado, los
ataques tienen que ver con lo que se llama "dar forma", es decir,
prepararse para una batalla atacando la infraestructura. Por ejemplo,
dificultan que Ucrania obtenga suministros de Occidente que necesita con
urgencia. Y, por supuesto, a los rusos también les preocupa minar la moral de
la población.
Otro interrogante
a plantear: ¿puede algo como esto funcionar? Recurriendo a la historia militar,
sabemos que el bombardeo de ciudades durante la Segunda Guerra Mundial en
muchas oportunidades, no debilitó la moral de la población, sino todo lo
contrario. Sin embargo, lo que es peligroso para Ucrania es el desgaste
estratégico: la destrucción de subestaciones, centrales eléctricas y la red
eléctrica en su conjunto. Ucrania está reaccionando tratando de golpear a
Rusia en profundidad, atacando aeródromos y la Flota del Mar Negro, porque los
misiles de crucero se lanzan desde los barcos. Hubo dos o tres ataques con
sistemas para agua no tripulados en Sebastopol y con drones en bases aéreas
estratégicas en Rusia. Pero para realmente hacer una diferencia, tales ataques
tendrían que ocurrir a gran escala. Situación que no hemos visto eso todavía.
NO A LA SOLUCIÓN
POLÍTICA
No hay señales de
negociaciones. Según podemos apreciar, ni Ucrania ni Rusia parecen querer una
solución política. El presidente Zelenskyj exigió que Rusia retire las fuerzas
de ocupación para Navidad, y Rusia describió el reconocimiento de las áreas
anexadas por Ucrania como un requisito previo para las negociaciones de paz, es
decir, también áreas que Rusia actualmente no controla.
Tanto Ucrania como
Rusia creen que tienen más que ganar en el campo de batalla en este momento más
que en la mesa de negociaciones. Rusia ha comenzado a excavar. Crearon la Línea
Wagner y la Línea Surovikin. La línea Surovikin, llamada así por el comandante
del ejército ruso en Ucrania, corre en Rusia, en las regiones de Belgorod y
Kursk, la línea Wagner en la región de Luhansk en Ucrania. Los rusos están
poniendo dientes de dragón allí (así se llaman estas pirámides de hormigón,
barreras y cientos de miles de minas). Quieren crear una situación en la que
Ucrania se vea obligada a atacar.
Posible evolución.
En este momento, se habla mucho sobre si la guerra se detendrá o se
intensificará en el invierno. Creemos que ambas partes siempre buscarán
capitalizar las buenas oportunidades a medida que surjan. El enfoque ruso será
más defensivo para consolidarse detrás de las líneas actualmente favorables
para ellos, mientras continúan destruyendo la infraestructura crítica de
Ucrania. En la primavera, entonces harán un balance y verán lo que aún es
posible.
Por su parte,
Ucrania está tratando de avanzar desde el área de Zaporizhia en dirección a
Melitopol, donde encuentra una dura resistencia por parte de los rusos. Una
captura de Melitopol, combinada con otro ataque al puente de Kerch, tendría la
ventaja para Ucrania de que cortaría por completo los suministros del ejército
ruso en Crimea. Eso pondría a los rusos en una situación de suministros muy
precaria en invierno. Sin embargo, hasta ahora, Ucrania no ha tenido éxito en lograr
este avance.
El hecho de que
los rusos no lograran una supuesta “blitz” en febrero no debería llevarnos a
creer que pueden ser vencidos. A largo plazo, la sobreponderación recae en
Rusia. Un país de casi 145 millones de habitantes lucha contra un vecino mucho
más pequeño.
Uno de los
factores a considerar para el resultado de la guerra dependerá en gran medida
de si la población rusa mantiene la calma. Tradicionalmente, los rusos han sido
estoicos en las guerras y las crisis. El segundo factor: La capacidad de
resistencia de las tropas rusas que esperan refuerzos. El tercero: la capacidad
de Occidente para continuar alimentando el esfuerzo bélico ucraniano con armas
y municiones. El cuarto: la capacidad de Kiev mantener la iniciativa en el
campo de batalla a pesar de las enormes pérdidas en tropas y vehículos que
Occidente intenta compensar (muy lentamente).
Gabriel Camilli
Cnl My (R) -
Director de Elevan.
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