a nuestra identidad nacional
Juan Martín Paleo
General de
División y Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas
Infobae, 20 de
Noviembre de 2022
Este 20 de
noviembre se cumple un nuevo aniversario del Combate de Vuelta de Obligado en
donde la Argentina se enfrentó a las dos potencias imperiales más grandes del
siglo XIX por la defensa de su integridad territorial y la autonomía para
decidir su propio marco legal respecto a la navegabilidad de sus ríos. Contra
todo pronóstico la Argentina logró mediante una campaña militar de restricción
de área enfrentar a las dos potencias militares más importantes de su época
hostigándolas a lo largo del Paraná, impidiéndoles alcanzar sus objetivos de
comerciar sus productos río arriba sin respetar nuestros derechos soberanos. El
empleo de cadenas y pontones en puntos llave del Río Paraná y el posterior y
victorioso rechazo a los desembarcos enemigos, son ejemplos de tácticas
asimétricas de la época que ocasionaron serias pérdidas a los invasores y los
obligaron a pactar su retirada. ¿La clave del éxito? Una firme voluntad
política de defender el interés nacional, sumada a una conducción militar que
hizo un uso inteligente de sus escasos recursos y de la geografía. Aquella
hazaña, que motivó el reconocimiento de los países de la región y la
felicitación del General San Martín al gobierno de la Confederación Argentina
“que mostró que los argentinos no son empanadas que se comen con sólo abrir la
boca”, nos invita a repensar en clave moderna la contribución de las FF.AA. a
la defensa de la soberanía.
Así, en este nuevo
aniversario del Combate de Vuelta de Obligado, estamos obligados a repensar la
historia para beber de la fuente de nuestro ser nacional forjado en las luchas
de la independencia y la consolidación del Estado Nación. Esto es así porque no
se puede defender aquello que no se conoce. Estudiando nuestras raíces y el
desarrollo de nuestra historia podremos entender mejor los desafíos presentes y
futuros de la Argentina. Se cometería un error muy grave si se creyera que los
conceptos de patria, soberanía e interés nacional son conceptos pasados de
moda, pero sería un error aún mayor si no se adecuaran dichos conceptos a las
realidades del siglo XXI. Es por esto, que desde el nivel estratégico militar
pretendemos contribuir con el pensamiento nacional analizando la contribución
que realizan hoy las FF.AA a la defensa de la soberanía nacional.
La revancha de la
geografía
El académico
Robert Kaplan advertía que “aquellos que ignoraron la geografía jamás pudieron
derrotarla”. Esta frase se escribió en un contexto internacional donde las
guerras en Asia Central, en la primera década del siglo XXI, pusieron en crisis
la creencia que la globalización y la unipolaridad habían creado un orden
internacional estable, duradero y en donde los Estados Nación dejarían de
existir como tales. La evidente competencia entre las potencias por el acceso a
recursos naturales, los bienes comunes (el espacio y los mares) y las esferas
de influencia hicieron que aquellos que habían subestimado a la geopolítica lo
pagasen caro.
Durante mucho
tiempo la geopolítica fue asociada a un paradigma determinista y anacrónico
cuyas conclusiones distaban mucho de cumplir con los requisitos de rigurosidad
científica. Peor aún, se la identificó como una pseudo ideología que sirvió
para justificar el expansionismo de gobiernos totalitarios. No se trata
entonces de encontrar correlaciones espurias entre geografía y características
psicosociales de un pueblo, sino de ver como el espacio condiciona la política
exterior y el desarrollo de los Estados.
El famoso
historiador británico Eric Hobsbawm explicaba que la revolución industrial
había ocurrido en el Reino Unido gracias a su mercado interno, su comercio
exterior con las colonias y el rol de la Armada Británica que aseguraba el
dominio de los mares protegiendo al comercio británico y negándoselo a las
potencias competidoras. Tal como decía el estratega naval Corbett el mar se
diferencia de la tierra en que el primero es un ámbito de tránsito, mientras
que el segundo es un ámbito de ocupación. Es decir en el mar uno no puede
permanecer indefinidamente, sino que se lo utiliza para desplazar una flota
comercial de un punto A a un punto B. Surgen así las denominadas Líneas de
Comunicación Marítimas (LCM) por la que los Estados compiten por ejercer el
control sobre las mismas. Así los Estados procuran ejercer la ocupación en
nodos o puntos llaves que son usados como puntos de apoyo logístico de donde
surgen y llegan las LCM.
Cómo bien destaca
el General Carlos Alberto Nogueira (2022) la conectividad de las LCMs resulta
esencial para la estrategia británica de dominio sobre el Atlántico Sur, el
paso biocéanico de Drake y la proyección hacia la Antártida. La distancia entre
el Reino Unido y Malvinas es de 13.000 km aproximadamente y del Reino Unido a
la Antártida es de 14.300 km. Para dominar semejante LCM el Reino Unido
controla sobre el Atlántico Sur una serie de islas que emergen de la Dorsal
Atlántica que son las islas de Santa Helena, Ascensión, Tristán da Cunha e
Islas Gough. Dentro de ellas se destaca desde un punto de vista militar el
puerto de Santa Helena la base aérea y la base de inteligencia de señales
ubicadas en la isla de Ascensión.
Un párrafo aparte
merecen las Islas Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur que son la puerta de
entrada a la Antártida y sirven de punto de apoyo para el control del estrecho
de Drake que conecta al Pacífico con el Atlántico. Si bien hoy en ese estrecho
no hay un tráfico comercial significativo, tiene un valor estratégico potencial
en caso de que el Canal de Panamá fuese bloqueado o destruido. Es por esta
situación geoestratégica que el Reino Unido ocupa las Malvinas ilegalmente
desde 1833 y que a partir de la década de los 80 las ha militarizado mediante
la construcción de una base militar conjunta y desplegando una cantidad de
efectivos que representan de un tercio a la mitad de la población civil de las
Islas Malvinas de acuerdo a las rotaciones del personal militar. Tal es el
valor de estas Islas que el Reino Unido, violando las resoluciones de la ONU de
no innovar en el área en disputa, ha expresado su intención de construir un
puerto de aguas profundas al noreste de Puerto Argentino. Ese nuevo puerto
constituiría para los británicos el puente entre Malvinas y la base antártica
Rothera.
Argentina es un
país bicontinental que posee parte de su territorio sobre el Atlántico Sur
ocupado ilegalmente por el Reino Unido. Hablar de Malvinas, no es hablar del
pasado y menos aún caer en una mitología nacionalista nostálgica. Hablar de
Malvinas e Islas del Atlántico Sur es hablar de nuestro futuro y de nuestro
desarrollo. Es hablar de toneladas de pesca anuales que hoy están siendo
ilegalmente usufructuadas por el Reino Unido y es también hablar de la
potencial posibilidad de la explotación de hidrocarburos Off-Shore. Pero por
sobre todas las cosas es hablar de nuestra proyección sobre el sector antártico
argentino en donde Tierra del Fuego constituye nuestro principal nodo de
conexión con la Antártida. Por esa razón, desde el Ministerio de Defensa y como
parte del Ciclo de Planeamiento en desarrollo se ha decidido reforzar la
conectividad de las Islas con vuelos de LADE, se ha instalado un radar móvil de
control de vigilancia aérea de producción nacional en Río Grande; se prevé la
construcción de una base naval integrada en Ushuaia, una Base de Despliegue
Adelantado para la operación de aeronaves de la Fuerza Aérea y la creación de una
nueva unidad militar del Ejército en Tolhuin y se avanza con la modernización y
ampliación de la Base Antártica Petrel dentro del marco del tratado antártico.
De este modo
buscamos incrementar la conectividad entre las Argentinas Continental, la Insular
y la Antártica, asegurando las Líneas de Comunicación Marítimas (LCM),
desarrollando la infraestructura necesaria y asegurándola a través de su
Instrumento Militar
Desarrollo y
recursos naturales
Un error muy común
es pensar que hablar de la defensa de nuestros recursos naturales es avalar
teorías conspiracionistas como las que afirman que las grandes potencias
vendrían a llevarse el agua dulce. Lejos de eso, pensar en la defensa de los
recursos naturales parte de un análisis objetivo de cómo las grandes potencias
han intervenido en conflictos armados en este primer cuarto del siglo XXI. En
la reunión del G-7 celebrada en Múnich el pasado mes de junio, el ex premier
británico Boris Johnson le planteó a nuestro presidente su agenda de interés
sobre alimentos, minería y energía. Esta agenda no es sólo del Reino Unido sino
que es la agenda global de las grandes potencias y uno de los desafíos más
importantes que enfrenta la humanidad frente a la doble tendencia de fuerte
crecimiento demográfico y las consecuencias del cambio climático.
La soberanía sobre
esta tríada (alimentos, energía y minería), así como también su explotación
sustentable e inteligente es fundamental para el desarrollo argentino y el
bienestar de su población. Ante esta situación las FF.AA contribuyen para que
el Estado argentino no esté sujeto a la coerción de otros Estados en lo que
respecta al uso de sus recursos. Las FF.AA son el instrumento con que debe
contar el Estado argentino para decir “No” cuando tenga que hacerlo. Hay que
superar el trillado y arcaico debate de cañones versus manteca. La defensa es
el escudo necesario para proteger el desarrollo, el desarrollo promueve el
bienestar de nuestra población y es la fuente de recursos necesaria para la
sustentabilidad del Instrumento Militar. Estas agendas que a veces se
disociaron en nuestro país deben unirse en forma sinérgica. Ejemplos históricos
como los de Savio, Mosconi así también como modelos exitosos como INVAP, ARSAT,
IMPSA, son prueba que estamos en capacidad de hacerlo y que junto con el
Complejo Industrial Militar (Fábrica Argentina de Aviones-FAdeA, Tandanor,
Fabricaciones Militares-FFMM) deben tender a permitir reducir en forma cada vez
mayor, la dependencia del exterior respecto de materiales y equipos
estratégicos.
Argentina no está
sola ante esta situación geopolítica de poseer alimentos, energía y minería y
es por eso que las FF.AA, a través de una estrategia defensiva y cooperativa
pero activa (en especial con nuestros países vecinos) mantienen mecanismos
estrechos de cooperación y diálogo y han venido realizando ejercicios
combinados además de un nutrido intercambio en institutos de formación
militares, buscando incrementar la confianza mutua y comenzar a encarar
soluciones comunes a problemas similares.
Hoy la protección
del país frente a ataques de una amenaza militar estatal externa es más
compleja que en el siglo XX. Esto se debe al surgimiento de ámbitos no físicos
pero del cual las sociedades modernas dependen cada vez más, como el virtual.
Los Estados están tendiendo a realizar ataques no atribuibles debajo del umbral
de lo que se considera guerra o acto de agresión para la ONU. El ejemplo por
antonomasia son los ataques cibernéticos contra infraestructura crítica. Pensemos
el daño que se podría ocasionar a la economía argentina si se la dejase sin
sistemas para operar los bancos o sin energía. Es por esto que en el ámbito del
Estado Mayor Conjunto se creó el Comando Conjunto de Ciberdefensa y el
Instituto de Ciberdefensa de las Fuerzas Armadas. En esta línea se ha
desarrollado doctrina de empleo tomando la experiencia de los conflictos
bélicos actuales, así como también la experiencia adquirida en ejercicios
operativos.
Un ejemplo de lo
anterior fue la realización en la localidad bonaerense de las Toninas del
primer ejercicio conjunto de Ciberdefensa y Guerra Electrónica para la
protección de infraestructuras críticas. Se trata de la estación de amarre del
cable submarino por donde entra y sale del país aproximadamente el 90% del
tráfico de Internet con la participación de más de 400 efectivos y medios
aéreos, marítimos y terrestres de las tres fuerzas armadas
Para que una
política de defensa sea exitosa necesita del accionar sinérgico de la
conducción política y militar. Hoy tanto la conducción política de la defensa
como el más alto nivel de la conducción militar están comprometidos con un
proceso de transformación profunda que involucra concepción de empleo,
desarrollo de capacidades y operatividad.
Esta estrategia o
concepto de empleo se llama multicapa porque concibe la defensa como varios
sistemas de operaciones multidominio dispuestos en profundidad o capas,
compuestos por diversas capacidades que operan en forma sincronizada, ágil e
integrada en sus dimensiones físicas (aire, mar, tierra, espacio exterior) como
no físicas (información, ciber, espectro electromagnético). Es de restricción
de área porque procura limitar la libertad de acción del enemigo en una zona de
operaciones mediante acciones militares no lineales de desgaste, rehusando el
enfrentamiento decisivo. Por acciones militares no lineales se entiende a la
aplicación de estrategias, tácticas, capacidades, y métodos disruptivos para
evitar o negar las fortalezas del oponente y explotar sus debilidades. No se pretende,
en primera instancia, destruir físicamente al agresor sino desgastarlo,
paralizarlo y hacerlo colapsar moralmente.
Esta estrategia o
concepto de empleo responde a una optimización realista de un escenario a 20
años de lo que el instrumento militar argentino estará en condiciones de hacer
con los recursos humanos y materiales disponibles, su extensa
geografía/espacios jurisdiccionales a defender y el horizonte financiero
previsto en ese plazo. Es decir, es la mejor adecuación posible de los modos a
los medios que se le otorgan y a los fines que se le fijan al instrumento
militar en la Argentina. Esta transición de cómo emplear las FF.AA bajo un
nuevo concepto se vio manifestada en diversos documentos de ciclo de
planeamiento que hoy rigen para las FF.AA y que están siendo testeados en el
gabinete y en el terreno en el marco de ejercicios de adiestramiento conjuntos.
Por primera vez se
cuenta con una ley de fondos específicos destinados al reequipamiento que se ha
sostenido y hecho un gran esfuerzo para mantenerla y ejecutarla. Este marco de
estabilidad es de suma importancia para que en forma gradual y sostenida, que
nos permita desarrollar en forma plurianual los proyectos para recuperar,
modernizar y adquirir los materiales y equipos necesarios para estar en
capacidad de cumplir con los objetivos que le fija la política de defensa a la
Estrategia Militar, en particular el logro del principal efecto deseado: lograr
un poder de disuasión que resulte creíble y en consecuencia desaliente una
Agresión Estatal Militar Externa.
En este aspecto la
geografía de nuestro país (octava superficie terrestre del mundo) resulta un
factor clave. Es por eso que se priorizan la adquisición de medios que hacen a
la logística y transporte como camiones, modernización de aviones Hércules
C-130 y se planea adquirir helicópteros de asalto y vehículos blindados de
transporte de personal a rueda que otorgan una capacidad de rápida respuesta en
todo nuestro territorio, la modernización de nuestro Tanque Argentino Mediano
(TAM-2C).
La defensa en
profundidad de nuestro extenso territorio requiere disponer de medios adecuados
para degradar al agresor y afectar sus líneas de comunicación marítimas y
terrestres desde las más largas distancias, de forma tal que la relación
costo-beneficio de mantenerse en nuestro territorio le resulte inaceptable.
Para ello es fundamental recuperar la capacidad submarina y la de interdicción
aérea (Caza Multirol).
No obstante,
ninguna capacidad es útil si no se adiestra al personal en la utilización de
los medios disponibles. Es por ello que el 10% del FONDEF será destinado a
aumentar la munición disponible (incluyendo municiones ¨merodeadoras¨, de bajos
y gruesos calibres, misiles antiaéreos, aire-aire, superficie-superficie,
aire-superficie, cohetes, bombas guiadas, torpedos) para incrementar el
adiestramiento, así como también contar con un stock que permita sostener las
operaciones de combate destinadas a repeler una AEME.
Conclusiones
1. La Vuelta de
Obligado fue un Combate que permite reflejar la importancia para el pensamiento
estratégico de la conectografía, que relaciona infraestructuras y cadenas de
suministros. La escasa disponibilidad de infraestructuras de apoyo suficiente
por parte de la Escuadra Anglofrancesa facilitó que los criollos aplicaran una
estrategia de restricción de área combinando procedimientos de combate
novedosos que si bien no pudieron destruir a la fuerza invasora, le impidieron
cumplir con su cometido y finalmente la obligaron a retirarse.
2. La gesta de
1845 así como la de 1816 muestra la enorme capacidad que tenemos como país y
como FF.AA. cuando hay una unidad de propósito de defender el interés nacional
y se cuenta con un fuerte apoyo del poder político y del pueblo para lograrlo.
Estar obligado a volver a abrevar de nuestro ser nacional es justamente
reflexionar en forma crítica sobre nuestra historia, que debe ser fuente de
inspiración para superar con creatividad los problemas del presente y no
convertirse en una charla aburrida de un pasado mítico.
3. El suceso
histórico ocurrido en 1845 demuestra la vigencia de la importancia actual de la
Hidrovía y de la infraestructura necesaria para disponer de su operatividad.
Ello hace necesario realizar las inversiones para mejorar su navegabilidad
(dragado y balizamiento), facilidades portuarias, defensa y seguridad.
La construcción
del canal Magdalena es un proyecto que es fundamental no solo en términos del
comercio sino de la soberanía e independencia, al permitir conectar sin
depender de otro estado la comunicación marítima con los puertos del litoral
brindando una salida directa al mar con reducción de costos de la navegación
para los buques que naveguen a través del sistema troncal.
Constituye la
misma, el principal nodo de conexión de una amplia red de suministros
(atraviesa 7 provincias) y esa conectividad la convierte en un eje de
estrategia geopolítica para varios actores presentes (Argentina, Bolivia,
Brasil, Paraguay y Uruguay). Esto requiere una profundización de la cooperación
entre los países para seguir manteniendo la zona de paz frente a la potencial
injerencia de otros actores estatales extraregionales.
4. En estos
términos, destaca la importancia que adquiere para el desarrollo del
pensamiento estratégico la perspectiva de la conectografía. Su consideración
nos lleva a apreciar que se va produciendo un cambio en la concepción de empleo
de los Instrumentos Militares, que bajo la óptica de la geografía (que
relaciona pueblos y fronteras) concebía su despliegue y empleo en función de la
defensa de las mismas.
Desde el punto de
vista de la conectografía (que relaciona infraestructuras y líneas de
abastecimiento) pareciera que los instrumentos militares tienden a dirigir sus
esfuerzos al aseguramiento de estas y a potenciar las capacidades tecnológicas
de las mismas.
5. La defensa
nacional como lo establece nuestro marco normativo vigente es tarea de todos
los argentinos y las FF.AA contribuyen desde el plano militar. Nuestros
Oficiales son educados en los institutos de formación y perfeccionamiento
militares para que desarrollen un modo crítico de reflexión necesario para la
construcción de un pensamiento militar nacional moderno que responda a nuestra
realidad, posibilidades y que responda a los desafíos del siglo XXI, basados en
los valores fundamentales que los deben guiar y distinguir: El Coraje, la
Disciplina y el respeto irrestricto y defensa de la Constitución Nacional.
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