no viene a solucionar el problema argentino;
viene por nuestros recursos
César Augusto
Lerena
Informador
Público, Feb 23-2023
En enero de 2023
el Círculo de Políticas Ambientales reclamó que las autoridades nacionales no
habiliten puertos en el territorio nacional para abastecer a las flotas chinas
que realizan pesca ilegal (INDNR) en el Atlántico Suroccidental e, indican que
«existen varias iniciativas que son impulsadas desde diferentes sectores,
incluyendo funcionarios públicos y sindicatos, para otorgar el uso de los
puertos de las ciudades de Ushuaia, Puerto Deseado y Comodoro Rivadavia (NdA:
además de Río Grande y Montevideo) a la flota pesquera de aguas distantes de la
República Popular China para su asistencia logística». Nosotros ya nos
referimos a este tema en decenas de artículos desde 2014 a la fecha.
Es inaudito abrir
la puerta a los chinos para generar trabajo, cuando con la pesca ilegal que se
llevan los chinos podríamos multiplicar en un 100% el empleo argentino,
desarrollar el litoral patagónico y, no nos quedaríamos sin pescado a mediano
plazo con la depredación que están realizando estos buques en el ecosistema del
Atlántico Sur. Un proverbio chino dice: “Distintas cerraduras se deben abrir
con diferentes llaves”.
No hay porqué
pedirles una mano a los chinos para resolver los problemas argentinos. Además,
ellos no vienen para ello, sino para llevarse nuestros recursos al menor costo
posible. Como es lógico en cualquier empresa y, más aún, cuando estas deben
rendir cuentas al Estado chino. Incluso, las empresas chinas o asociadas a
capitales chinos radicadas en la Argentina agregan escaso valor (mano de obra y
otras) a los productos que exportan.
Ya nos hemos
referido (César Lerena, “España. Partícipe necesario de la ocupación de
Malvinas”, 11/2/23) que el calamar illex que consume la Unión Europea en un
46,7% proviene de América y el 47,8% de Asia, donde los chinos, taiwaneses y
coreanos pescan ilegalmente nuestros recursos migratorios originarios de la
Zona Económica Exclusiva (ZEE) y, sería bueno saber, quién está certificando el
origen y la trazabilidad de estos productos para que estos productos entren a
Europa. Y aquí, no se distingue si todos o gran parte de ellos, provienen de la
pesca ilegal (INDNR) en el Atlántico Suroccidental. Las empresas radicadas en
la Argentina en 2021 exportaron 30.000 toneladas a China y 14.500 a la Unión
Europea ¿De dónde proviene el resto? Según cifras oficiales de la FAO y del
gobierno chino, la captura del calamar illex en el Atlántico Suroccidental
alcanzó las 580.000 toneladas, la más alta desde 2015; de ellas, 170.000
toneladas corresponden a capturas en aguas argentinas de Malvinas y, 132.000
toneladas de buques poteros y arrastreros argentinos. Por su parte, el
desembarco en el puerto de aguas distantes de Zhoushan se realizó mediante 214
buques chinos que operan en el Atlántico Suroccidental y Pacífico Oriental
durante el primer semestre de 2021; un 61% de aumento en relación a 2020.
Accesoriamente el
presidente Lacalle Pou anunció avances sobre un Acuerdo de libre comercio con
China que, de producirse, podría llevar a la Argentina a denunciar el Tratado
del Río de la Plata y su frente marítimo; en especial en lo relativo a la “Zona
Común de Pesca” entre Argentina y Uruguay, porque el acuerdo podría dar lugar a
que buques de joint venture uruguayos-chinos operen frente a la Provincia de
Buenos Aires.
¿En este escenario
quién sería el irresponsable de autorizar el uso de los puertos a buques chinos
que realizan pesca ilegal (INDNR) en el Atlántico Sur? No es posible imaginar
que los buques chinos ingresen a los puertos nacionales si la Argentina
previamente no ha acordado la administración (investigación, conservación y
distribución equitativa) y regulación en alta mar de los recursos migratorios
originarios de su ZEE, los asociados y los que migran desde alta mar a la ZEE
y, ello implica, inicialmente y, todos los años, determinar la “Captura Máxima
Sostenible” y, obviamente, un control en la ZEE y los puertos, donde la
Argentina, no dispone de suficiente capacidad técnica, operativa y, de
seguridad y control.
También, hay
elementos estratégicos más graves que analizar.
Para referirnos a
la estrategia china, nada mejor que hacer referencia al informe (Reportero Li
Dong/People's Daily Online, 14/2/2022) del Ministerio de Agricultura y Asuntos
Rurales publicado por FIS SeafoodMedia Group (20/2/23) y el de los expertos
Daniel F. Runde y William A. Schreyer.
En el informe del
citado Ministerio se indica que «la producción de túnidos y calamares en 2022
se estabilizará en 2,25 millones de toneladas, un 30 % aproximadamente de la
producción nacional de china de peces marinos» y donde solo, la captura de
estas dos especies representa un 281% del total de capturas argentinas (800.000
toneladas) en igual período, lo que demuestra la magnitud de la pesca china y
la gravedad de que estén realizando pesca ilegal (INDNR) en alta mar de calamar
(Illex argentinus) migratorio de la Zona Económica Exclusiva y viceversa. El
responsable ese Ministerio declaró que «desde el XVIII Congreso Nacional del
Partido Comunista de China, la industria pesquera de aguas distantes ha
mejorado en términos de escala industrial, capacidad de gobierno y cooperación
exterior, logrando resultados notables en la calidad general y la eficiencia en
la producción de las empresas pesqueras de aguas distantes se han mejorado
significativamente. Las estadísticas muestran que, en la actualidad, China
tiene más de 2.500 barcos de pesca en alta mar y ha llevado a cabo la
cooperación pesquera con más de 30 países», cuestión que, aun pudiendo ser
cierto, no se ha llevado a cabo en el Atlántico Suroccidental, uno de los
caladeros más importantes del mundo, que además tiene la particular de
vincularse a los océanos pacífico e índico y el acceso a la Antártida y, donde
China tiene más de 350 buques pescando en forma ilegal (INDNR).
Algunas de las
opiniones del Ministerio con la participación de distintas regiones e
instituciones, relativas al 14° Plan Quinquenal para el Desarrollo Pesquero
Nacional de China, destinado a promover la transformación y mejora de las
pesquerías de aguas distantes, y promover la estandarización, orden etc.
refieren, entre otras cosas, a «…fortalecer la innovación científica y
tecnológica y mejorar el nivel de modernización del equipamiento de los barcos
de pesca…promover que las empresas se vuelvan más grandes y fuertes…Participar
profundamente en la gobernanza mundial de los océanos y la elaboración de
normas internacionales, y fortalecer la cooperación y los intercambios
pesqueros multilaterales y bilaterales…Regular razonablemente el tamaño de la
flota, organizar científicamente las áreas operativas, continuar fortaleciendo
la gestión estandarizada, tomar medidas enérgicas contra las actividades de
pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR), participar activamente en
la gobernanza pesquera mundial, cumplir con seriedad las responsabilidades y
obligaciones internacionales, y establecer una imagen de país responsable…profundizar
los intercambios extranjeros en la pesca en aguas distantes, llevar a cabo una
cooperación mutuamente beneficiosa y consolidar aún más el mecanismo de
cooperación pesquera intergubernamental multilateral y bilateral e impulsar el
desarrollo de la pesca de los países y regiones cooperativos…construir bases de
pesca en aguas distantes como núcleo, expandir los campos de procesamiento de
productos acuáticos, almacenamiento y reparación de barcos de pesca,
desarrollar activamente la acuicultura y construir un nuevo patrón de
desarrollo para toda la cadena industrial de la pesca en aguas
distantes…Controlar estrictamente la escala de los barcos de pesca en alta mar
y mejorar aún más el nivel de mecanización, informatización e inteligencia de
los equipos. Estabilizar la eficiencia de producción de las empresas pesqueras
de aguas distantes…y optimizar aún más, la capacidad de estudio de los recursos
pesqueros mundiales…».
Respecto al
calamar, la especie que justifica la presencia de buques extranjeros que pescan
a distancia en el Atlántico Suroccidental (FAO 41, la Argentina, Brasil,
Uruguay), entre otras opiniones, este mismo Plan indica: «Desarrollar
constantemente la pesquería de calamar pelágico…regular los caladeros en el
Océano Atlántico Sudoccidental…optimizar el diseño de producción de la pesca de
calamar, fomentar el desarrollo del procesamiento intensivo, expandir el
mercado de productos y mejorar la calidad del desarrollo. Fortalecer la
construcción de toda la cadena de la industria del calamar, estandarizar los
estándares de calidad del producto y establecer un sistema de certificación de
trazabilidad de las capturas…Participar activamente en los asuntos de las
organizaciones regionales de gestión pesquera y mejorar la capacidad de la
pesca del calamar para cumplir con las convenciones. Hacer que el Centro de
comercio de calamar oceánico de China sea más grande y más fuerte, fortalecer
el desarrollo y la aplicación del "Índice de calamar oceánico de
China" y liderar la conservación científica y la utilización sostenible de
los recursos mundiales de calamar…Promover el desarrollo de los recursos
biológicos marinos antárticos de manera constante y ordenada, y regular
razonablemente la escala de los barcos de pesca de kril antártico…participar
activamente en los asuntos pesqueros del Ártico…Llevar a cabo la cooperación
con América Latina…Alentar a las empresas pesqueras de aguas distantes a
acelerar su desarrollo hasta el final de la industria a través de la
integración de la gestión…Apoyar a las empresas pesqueras de aguas distantes
para fusionarse y reorganizarse a través de reformas de acciones conjuntas y
otros medios para crecer y fortalecerse…alentar y apoyar a las empresas para
construir bases pesqueras pelágicas en el extranjero…Promover activamente la
mecanización, automatización e inteligencia de los barcos pesqueros, reemplazar
humanos por máquinas y reducir costos…contribuir con la sabiduría china a la
protección de la biodiversidad marina y la gobernanza mundial de la pesca…capacitación
de integración de educación y producción "basado en órdenes" para
talentos de la pesca en aguas distantes…Promover la construcción de equipos de
observadores profesionales para la pesca en aguas distantes, y establecer un
equipo de observadores que se adapte a la tendencia de desarrollo de la
ordenación pesquera internacional y cumpla con los requisitos de cumplimiento
de la pesca en aguas distantes de China…mejorar la supervisión independiente de
los observadores de transbordo en alta mar…velar por la seguridad de las vidas
y los bienes de los buques pesqueros y de los miembros de la
tripulación…Participar activamente en los asuntos de las organizaciones de
ordenación pesquera internacionales y regionales, y promover el establecimiento
de un orden de gobernanza pesquera internacional justo y razonable…Participar
activamente en las negociaciones de subsidios a la pesca de la OMC, mantener un
espacio político razonable de China y promover el logro de resultados
justos…Fortalecer el liderazgo organizacional…» (Ministerio de Agricultura y
Asuntos Rurales, 14/2/2022).
Es decir, resulta
evidente que, independiente de las buenas intenciones de los textos, que no se
traducen en hechos concretos, respecto a la sostenibilidad de los recursos ni
la atención de las necesidades de los Estados en desarrollo, China intenta
tener una hegemonía en la administración de los recursos en los océanos, amén
de fortalecer tecnológicamente su flota y la eficiencia de estas para aumentar
su producción; manteniendo los transbordos en alta mar, a la par de promover la
construcción de bases pesqueras en el extranjero. Con este plan de acción,
nadie, en su sano juicio, podría facilitar las operaciones chinas en el
Atlántico Sur, suministrándoles apoyo logístico en los puertos, sin resolver
-como dijimos- previamente la disponibilidad del recurso en alta mar y
acordando en forma equitativa la explotación del recurso en alta mar, sin que
ello pueda afectar los recursos de la ZEE Argentina, de acceso exclusivo a los
buques nacionales.
Por su parte,
Daniel F. Runde y William A. Schreyer nos dicen: «El 2/2/2023, la República
Popular China anunció planes para construir nuevas estaciones terrestres
satelitales alrededor de la instalación de investigación antártica de Zongshan.
Declaradas, para mejorar las supuestas capacidades de teledetección y
recopilación de datos de China alrededor del polo, las estaciones se suman a
una creciente red de bases de investigación espacial chinas que ahora se
extienden desde la Antártida hasta América del Sur, estaciones que podrían
convertirse rápidamente en una variedad de aplicaciones militares. La medida
también demuestra el creciente potencial de la Antártida para convertirse en un
teatro para la competencia de grandes potencias (…) el Sistema del Tratado
Antártico (ATS) ha gobernado el continente desde la adopción del tratado en
1959 (…) sin embargo las tecnologías emergentes, la agudización de la
competencia entre potencias y un mundo cada vez más multipolar están creando
tendencias que pueden alterar el consenso de décadas en torno a la Antártida
(…) la geología mineral de la Antártida, así como su rico ecosistema marítimo,
ofrecen atractivos incentivos económicos para que países como China prescindan
de las restricciones ambientales impuestas por el sistema de tratados.
Finalmente, la incorporación explícita de la Antártida en las estrategias de
seguridad nacional de competidores como Rusia y China plantea preocupaciones
para el futuro de una Antártida no militarizada (…) Mantener la Antártida como
un ámbito de exploración principalmente científica es una cuestión de
preocupación tanto ambiental como estratégica, considerando que una carrera
para explotar los recursos mineros y pesqueros casi invariablemente agudizaría
la competencia por el acceso a dichos recursos».
«Un escenario
especialmente preocupante sería el descubrimiento de importantes depósitos
probados de recursos naturales en la Antártida. Sobre la base de la geología
mineral de los continentes y países que anteriormente rodeaban la Antártida, el
Servicio Geológico de los Estados Unidos estimó ya en 1983 que la Antártida
puede tener depósitos significativos de petróleo, gas natural, carbón, cobre,
hierro, uranio y probablemente muchos otros minerales (…) Rusia realizado
estudios en busca de hidrocarburos en aguas antárticas, mientras que el
preocupante historial de China en materia de pesca ilegal también sugiere el
potencial de una erosión de las protecciones ambientales de la vida marina, un
canal menos dramático que una fiebre minera dado que la explotación de los
recursos marinos está permitida y regulada por la CCRVMA. Sin embargo, es algo
que debe evitarse enérgicamente (…) pero en la práctica el espíritu de
cooperación que ha caracterizado la exploración antártica puede desintegrarse
lentamente gracias a un orden mundial cada vez más tenso (…) Unos 55 países son
parte del Tratado Antártico, mientras que 30 países mantienen un total de
alrededor de 82 estaciones en el continente. La Antártida es, por lo tanto, una
cuestión de importancia global, con consecuencias que afectan a los países
desde la punta del hemisferio sur hasta el borde del extremo norte y el Círculo
Polar Ártico. Con mucho, los mayores desafíos para el ATS y el consenso
internacional en toda la región hoy provienen de China y Rusia. China comenzó
la exploración de la Antártida en 1983 en asociación con Australia. Hoy en día,
China opera cuatro estaciones de investigación antárticas, dos de las cuales
están operativas durante todo el año, y está en proceso de construir una quinta
en el Mar de Ross. La Antártida es un área de interés para China como fuente de
prestigio nacional y científico, análisis climático, poblaciones de peces y
reservas potenciales de gas natural y minerales (…) En términos de poblaciones
de peces, China ha estado activamente interesada en el cultivo de krill
antártico. De hecho, China ha trabajado constantemente junto con Rusia para
bloquear la designación de tres nuevas Áreas Marinas Protegidas (AMP) en las
reuniones anuales de la CCRVMA. Si bien las actuales actividades pesqueras
chinas cerca de la Antártida siguen siendo marginales, la aparición de armadas
pesqueras masivas en toda América del Sur proporciona una indicación
preocupante del potencial de esta presencia para expandirse dramáticamente».
«El creciente
compromiso chino en la Antártida también trae preocupaciones de seguridad.
Altos funcionarios de la Armada del Ejército Popular de Liberación, por
ejemplo, han insinuado que el estatus de "bienes comunes globales" de
la Antártida debería otorgar a China el derecho a oportunidades económicas en
la región. China también ha instalado equipos BeiDou de doble uso en sus
estaciones antárticas, supuestamente para mejorar la precisión de los mapas
meteorológicos. Dicha tecnología también puede mejorar la precisión de los
misiles balísticos y es paralela a una tendencia creciente de expansión de los
puestos avanzados de sensores chinos en América del Sur. Mientras tanto, el
viaje de los "dragones gemelos" en 2019 fue recibido con preocupación
de que los rompehielos pudieran ser tripulados clandestinamente con personal
militar (…) Dadas las dificultades de acceso a la Antártida, los países más
cercanos representan puertas de entrada estratégicas vitales. Actualmente,
cinco ciudades están identificadas como puertas de entrada a la Antártida:
Ciudad del Cabo en Sudáfrica, Christchurch en Nueva Zelanda, Hobart en
Australia, Punta Arenas en Chile y Ushuaia en Argentina (…) Se puede prestar
especial atención a Chile y Argentina, que han expresado interés en aumentar su
capacidad logística antártica, al tiempo que albergan una creciente inversión e
influencia china. Fortalecer su asociación con estos países puede ayudar a
evitar otorgar a China una huella desde la cual lanzar actividades polares
mucho más opacas (…) La naturaleza de las tecnologías de doble uso empleadas
actualmente en la Antártida hace que las preguntas o la militarización sean
inherentemente turbias. En el caso del GPS y los enlaces ascendentes
satelitales, es casi imposible diferenciar claramente los tipos de tecnologías
utilizadas para el seguimiento y la comunicación meteorológica de las que
pueden usarse para la guía de misiles».
Es evidente, que
los riesgos que plantean estos autores no pueden seguirse ignorando desde una
devaluada Secretaría de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur de la Cancillería,
que dedica su tiempo a enumerar los derechos históricos que le asisten a la
Argentina en estos territorios y no diseña una sola política relativa a
Malvinas y la Antártida Argentina y, es responsable, que una caterva de
irresponsables o desinformados, promuevan la apertura de los puertos a las
flotas del Estado Chino.
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