CON EL FMI POR LA DEUDA PÚBLICA
Por Héctor GIULIANO
(19.12.2020)
El tratamiento
prioritario del Proyecto de Ley (PL) sobre despenalización del asesinato del
Niño por Nacer, promovido por el gobierno Fernández-Fernández (FF) como Ley del
Aborto, está sirviendo en la práctica como distractivo, entre otros temas, del
avance de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y sus
condicionalidades, que – como es regla - se desarrollan en secreto y se van
instrumentando de hecho.
Mientras la Argentina
sufre las consecuencias de la Política de Cuarentena más larga del Mundo, que
ha llevado a la Recesión Económica generalizada del país, a niveles récord de Pobreza,
Desempleo y Subocupación, caída del Consumo, cierre de decenas de miles de Comercios,
rebaja de los Salarios y Jubilaciones reales y nominales, aumento de los
Precios y del Tipo de Cambio, altas Tasas de Interés incompatibles con el
Crecimiento Económico (contra beneficios extraordinarios del negocio
financiero-bancario), parálisis de la Inversión, caída de la Recaudación
Fiscal, aumento del Gasto Público (particularmente por pago y/o capitalización
de la mayoría de los Intereses de la Deuda) y consecuente aumento del Déficit
Fiscal – que el FMI exige se cubra con Nueva Deuda y no con Emisión Monetaria –
mientras todo esto ocurre, los principales esfuerzos del gobierno FF sólo están
puestos en “ganar tiempo” frente al perfil de vencimientos de los pagos de la
Deuda Pública, Externa e Interna, a costa de comprometer y abonar cada vez más Endeudamiento
y más Intereses (de la Tesorería y especialmente del Banco Central-BCRA) pero
“pateándolos para adelante”, al próximo gobierno electo.
Para comprender la
realidad inmediata de lo que está pasando y el contexto en que se dan estos hechos
hay que entender por lo menos tres cosas básicas: 1. Que lo que está en juego
es la forma y el Plan de Pagos de la Deuda Pública convenido con los Fondos
Buitre (FB) y el FMI, 2. Que la Política de Cuarentena es funcional a la de
Ajuste Fiscal impuesto para garantizar el pago de la Deuda, y 3. Que los
condicionamientos financieros explican los hechos políticos que se están
viviendo en la Argentina y tienen entidad propia.
DOBLE RENDICIÓN DEL
GOBIERNO FF
Como resultado directo de su aceptación y convalidación
del endeudamiento Macri, la administración FF completó el trabajo en tándem de
reconocimiento de las nuevas acreencias del período 2016-2019 – con
reperfilamientos en su contra – de los compromisos asumidos con los FB
(externos e internos) y del irregular acuerdo Stand-By con el FMI, que sólo
sirvió al sostenimiento del gobierno macrista y a financiar la fuga de
capitales.
En línea con esta
posición, desde Diciembre de 2019 la administración FF negoció en secreto - y
con acreedores que también mantuvo en secreto - la rendición financiera y
jurídica de Agosto del corriente año, que involucró más de 100.000 Millones de
Dólares MD[1]:
66.000 MD de Deuda Externa y 42.000 MD de Deuda Interna.
Hasta la fecha el
Ministerio de Economía (MECON) no ha dado a conocer información cuantitativa –
clara y concreta – sobre los números resultantes de tales acuerdos y tampoco se
tiene aún el Informe de Deuda Pública al 30.9.2020, en el que debieran aparecer
las primeras cifras correspondientes al acuerdo con los FB.
Se estima que sólo la
capitalización de Intereses de la Deuda con los FB aumentaría el stock de la
Deuda en más de 7.000 MD y a ello habría que agregar los reclamos por los
intereses del préstamo Stand-By (SBA) del FMI, que sumarían otros 5.000 MD.
El Presupuesto 2021 –
aprobado por Ley del Congreso 27.591 con fecha 17.11 – prevé un aumento de la
Deuda Pública para el año que viene por el equivalente de 18.500 MD y el pago
de Intereses por unos 6.500 MD, que son un tercio de lo que estaba previsto
pagar este año pero explicables por la capitalización de la mayor parte de las
obligaciones y/o el diferimiento de sus pagos.
La regla de negociación
del gobierno FF - tanto con los FB como con el FMI - es una sola: “patear para
adelante” los vencimientos a partir del 2024, es decir, pasándoselos a la
próxima administración.
Desde esa fecha, los
vencimientos pactados con los acreedores privados son rápidamente crecientes y
se concentran en el decenio 2025-2035.[2]
Con el FMI se busca un
perfil de vencimientos análogo: un Acuerdo de Facilidades Extendidas (EFF) por
7-10 años, con 3 de gracia, para la amortización de los 44.000 MD de Capital (también con pagos a partir del 2024). Sin que
esté claro cómo sería el tratamiento de los Intereses acumulados (los 5.000 MD
citados).
Lo que en este momento
se está negociando con el FMI – en su doble condición de primer acreedor
individual de la Argentina y a la vez auditor garante para el resto de los
acreedores – es el plan pluri-anual que contemple los pagos de los servicios de
la Deuda del Estado en función de los acuerdos firmados con los FB y del nuevo
arreglo que se suscriba con el FMI.
Un compromiso de este
tipo implica inexorablemente instrumentar Políticas de Ajuste[3]
acordadas a nivel internacional y con la supervisión del Fondo, lo que ha
llevado a la actual administración a poner en práctica ese Ajuste aunque sin
decirlo.
Tal compromiso de
Ajuste se acentúa luego del arreglo con los FB, y precisamente para poder
cumplirlo.
Si bien la secuencia
lógica hubiera sido primero negociar con el FMI y luego arreglar con los
Acreedores Privados (los FB) conforme los fondos disponibles, el Gobierno FF
hizo al revés: primero asumió compromisos con los FB y luego encaró
negociaciones formales con el Fondo para determinar la forma en que podría
cumplirlos, agregándole lógicamente también la deuda con el propio FMI.
2. CUARENTENA Y DEUDA
PÚBLICA
La discutible
cuarentena instaurada este año por la administración FF con el argumento de la
pandemia de Covid-19 ha llevado a una Recesión Económica generalizada en el
país, a una situación Psico-Social extrema, con efectos demoledores no sólo
para la Economía en su conjunto, sino también para la Sociedad y para las
Finanzas Públicas.[4]
Si bien no existen
informaciones oficiales directas, se estima que el aumento del Déficit Fiscal podría
llegar este año a los 40.000 MD (caída del PBI del 10-12 %) y que la mayoría de
este importe se financiaría con Deuda Nueva.
Las exigencias
conjuntas de los FB y el FMI es que la Argentina no cubra este Déficit – el del
corriente año y también el del 2021 – con Emisión Monetaria sino
fundamentalmente con más Endeudamiento Público.
El objetivo declarado
de la Política Financiera del país en materia de Deuda es regresar al Mercado
de Capitales para volver a endeudarse; pero como la sobre-Tasa de Interés por
Riesgo-País para el nuestro está en más de 1.450 Puntos Bási.cos (PB), esto es,
casi 15 puntos porcentuales por encima de las Tasas Internacionales (que hoy
han descendido a niveles bajísimos en los Países Desarrollados dado que van
entre el 0 y 1 % anual) el gobierno no puede salir todavía a pedir Nueva Deuda
en el Exterior..
El Ministro Guzmán ha
venido declarando reiteradamente que el objetivo del gobierno es organizar un
Mercado Local de Deuda en Pesos, con el propósito de no depender, por ahora, de
los Mercados Internacionales - dada las altas Tasas de Interés que en la
actualidad se le exigen a la Argentina - de efectuar colocaciones bajo Ley
Nacional y de poder aumentar la proporción de la Deuda en Pesos (que hoy llega
sólo al 20 % del total).
Pero las cosas son muy
diferentes en la práctica porque el propio Guzmán está emitiendo Deuda local en
Moneda Extranjera y/o ajustada por Tipo de Cambio, a tasas elevadísimas de
interés (con rendimientos de hasta 16 % en Dólares) y a corto o muy mediano
plazo.
Mientras esto ocurre en
materia de endeudamiento del Tesoro, el BCRA – que es “la otra cara de la
moneda” del endeudamiento de la Argentina – sigue aumentando su Deuda
Cuasi-Fiscal y pagando cada vez más intereses, superiores a los que paga el
Gobierno Central.
Al 30.11.2020 – según
datos oficiales del BCRA – los Pasivos Remunerados por Leliq (que son Letras de Liquidez a 7
días de plazo y pagan una tasa del 38 % anual) y por Pases Pasivos (que son
obligaciones a sólo un día de plazo cuya tasa acaba de ser llevada al 36 %)
suman en conjunto unos 5.5 Billones de Pesos (≡ 67.500 MD; y entre ambos
instrumentos devengan el pago de unos 5.600 M$ de Intereses por Día (≡ 70 MD).
Proyectado a 12 meses,
el BCRA pagaría así unos 2.0 B$ de Intereses anuales (≡ 25.000 MD, al tipo de
cambio de referencia de 81.30 $/US$), con la particularidad de que la gran
mayoría de estos intereses se capitalizan – aumentando el stock de Leliq y
Pases como Bola de Nieve – y que una parte mucho menor se paga, aunque para
ello se emite dinero sin respaldo, para poder cumplir con tales compromisos.
Es decir, que una gran
parte de la Emisión Monetaria de la que tanto se lamentan los Economistas del
Establishment se realiza no para financiar Gastos Operativos sino para cubrir
los servicios por Intereses de la Deuda.
El gran equívoco reside
en decir que el Gobierno se financia con Emisión Monetaria cuando, en realidad,
se financia con Deuda cuasi-fiscal que toma el BCRA a costos altísimos, con lo que
este saldo crece proporcionalmente con el monto de sus Pasivos Remunerados.
La sangría financiera del
BCRA es así más grande, más gravosa y más distorsiva que la del Gobierno
Central.
3. ASPECTOS PROPIAMENTE
FINANCIEROS DE LA CRISIS.
Lo hemos dicho muchas
veces: el Problema de la Argentina es fundamentalmente Financiero antes que Económico
y este problema financiero está determinado directamente por el problema de la
Deuda del Estado.
La Usura de los
Acreedores sobre el Estado deriva en la Usura del Estado sobre la Economía
Nacional a través del aumento de las Tasas de Interés – que son las más altas
del Mundo – y del consiguiente encarecimiento del Crédito, con freno de la
Economía Física o Real.
Este elevadísimo nivel
de las tasas viene a su vez determinado por el manejo extorsivo del arbitraje
entre Tipos de Cambio y Tasas de Interés que realizan Bancos y Fondos de
Inversión, locales y extranjeros, derivado del Libre Movimiento de Capitales
Financieros de tipo Golondrina, que aún permanecen en la Argentina, lucrando
con el diferencial de tasas y presionando sobre el Dólar paralelo Contado con
Liquidación y el Dólar Bolsa o MEP.
Con lo que se cierra el
círculo vicioso de la trampa financiera por arbitraje que condiciona la
Política Monetaria, Cambiaria y Bancaria del BCRA.
Frente a esta
situación, las exigencias en línea de FMI y FB es básicamente la misma: 1. No
emitan Dinero, emitan Deuda, 2. Aumenten las Tasas de Interés Positivas
(superiores a la Inflación) para garantizar la rentabilidad de los Bancos y FB
que operan a través de los mismos, y 3. Tomen más Deuda del Tesoro para tratar
de ir transfiriendo Deudas del BCRA – como una suerte de nuevo Plan Bonex
voluntario – con el estímulo de altas tasas casi equivalentes a las que el BCRA
subsidia en la práctica la actividad financiera en detrimento de la actividad
económica.
De esta manera, en
lugar de emitir Moneda Controlada o Dirigida, como fuente propia y legítima de
financiamiento, con el falso argumento de que toda Emisión es Inflacionaria el
Estado sigue emitiendo más Deuda Pública, pagando más Intereses y agravando así
la situación del BCRA y del Tesoro.
EN CONCLUSIÓN:
Mientras el Gobierno FF
avanza en sus negociaciones secretas con el FMI, en la práctica lleva a cabo el
Plan de Ajuste que el FMI recomienda a través de las modernas variantes de su
clásica Receta Recesiva de Ajuste y de Reformas Estructurales para garantizar
el pago de la Deuda Pública.
El objetivo de las
mismas es configurar el esquema de administración financiero-fiscal que regirá
al menos el próximo decenio para que el mecanismo de pagos a la dupla FB-FMI
quede garantizado a través de Leyes del Congreso.
Y como requisito de
cumplimiento de tales medidas y tales políticas exige que el Gobierno cuente
con el aval del llamado “Consenso Político” suficiente de la partidocracia
parlamentaria y de las principales organizaciones corporativas – Empresarias y
Sindicales – para poder institucionalizar la Deuda como Política de Estado.-
[1] Las abreviaturas MD/M$ y B$
significan Millones de Dólares/Pesos y Billones de $ respectivamente y se
expresan siempre con redondeo, por lo que pueden darse mínimas diferencias
entre totales y sumatoria de términos.
En
la mayoría de los casos, tales importes se muestran en su moneda original y su
equivalente en pesos (≡).
[2] Dada la previsible
incapacidad de repago de tales nuevas obligaciones que se están suscribiendo,
diversas consultoras y analistas – con Moody´s a la cabeza – ya están
especulando con la necesidad de una futura neo-reestructuración de Deuda hacia
el año 2026.
[3] Por definición, un Ajuste
Fiscal supone Políticas de reducción de Gasto Público y/o mayor Presión /
Recaudación Tributaria – Impositiva y Previsional – para obtener así una mejora
del Resultado Fiscal Primario (el saldo de Ingresos y Gastos sin incluir el
pago de Intereses de la Deuda) garantizando de este modo la mayor
disponibilidad de fondos para cubrir justamente el pago de esos Intereses.
[4] El esquema de acción que se
estaría llevando a cabo – en la Argentina y en el Mundo - comprende tres pasos
clave relacionados entre sí: 1. Recesión provocada por Paro de la Economía, 2.
Aumento de los Déficits Fiscales como producto del incremento de los Gastos
Sanitarios y Sociales por un lado y la caída de la Recaudación Fiscal por otro,
y 3. Nueva ola de endeudamiento globalizado para cubrir estos Déficts bajo
nuevas modalidades de financiamiento.
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