Infobae, 17 de
Febrero de 2021
Un
organismo imprescindible para gobernar con un plan
El gobierno
nacional convocará formalmente en los próximos días a la conformación del
Consejo Económico y Social. Se trata de una de las promesas de campaña de
Alberto Fernández que se vio postergada por la pandemia de coronavirus.
Mientras la
secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra, ultima los detalles del decreto
para su conformación, en la Casa Rosada definen si el anuncio será hoy o el
jueves. Tampoco está cerrado cómo será la puesta en escena: un mensaje grabado
o una conferencia desde la Quinta de Olivos.
En el flamante
organismo se reunirán empresarios, sindicatos, movimientos sociales, representantes
del oficialismo, de la comunidad científica y de los cultos para consensuar
políticas públicas a mediano y largo plazo, principalmente en temas vinculados
a la producción, el empleo, la educación, el desarrollo regional, la ciencia y
la tecnología, y las jubilaciones.
El objetivo es que
allí se generen propuestas que permitan sostener políticas de Estado
independientemente de quién esté a cargo del gobierno.
El encargado de
liderar la iniciativa será Gustavo Béliz, actual Secretario de Asuntos Estratégicos
de la Presidencia. Su mandato será, en principio, de cinco años, con el
objetivo de lograr una continuidad que exceda a los gobiernos de turno. El
funcionario ya había organizado el año pasado diferentes encuentros con
sindicalistas y empresarios con vistas a la creación del organismo que se vio
varias veces postergado.
En principio,
desde la Casa Rosada habían dejado trascender que Roberto Lavagna sería
designado como su presidente. Sin embargo, el ex ministro de Economía nunca se
mostró interesado y desde el oficialismo optaron por buscar otro candidato.
Con la creación
del organismo, respaldado formalmente por las Naciones Unidas, Fernández
cumplirá con una de sus promesas de campaña y ejes de su discurso ante la
Asamblea Legislativa del año pasado.
En la apertura de
las sesiones legislativas, Fernández habló el año pasado de generar un nuevo
contrato social que se base en responder en modo “colaborativo y cooperativo”,
que responda sobre la promoción de “profesiones estratégicas y trabajos del
futuro”, la agenda del “cambio climático y el financiamiento de una
infraestructura verde, sobre cómo atraer “la riqueza que está en el exterior
con fines productivos nacionales”, además de otros interrogantes sobre cómo
afianzar “instituciones republicanas más transparentes y socialmente eficaces”.
“Soy consciente de
que esta iniciativa supone una autolimitación a mis facultades administrativas.
Sé muy bien qué implica estar dispuesto a abrir cauces de participación
novedosos en nuestro sistema democrático”, dijo.
“Quiero desplegar
esos cauces, propiciar la llegada de un aire nuevo y renovador. Durante
demasiado tiempo nuestra democracia ha estado asfixiada en el microclima de
intereses mezquinos, de miradas tecnocráticas o de pujas estériles. Queremos
que sea el motor no sólo de políticas de Estado, sino de políticas de la
sociedad”, sostuvo en la jornada del 1° de marzo pasado.
Entre los
lineamientos, anticipó que los dirigentes y especialistas que representarán a
los diferentes sectores deberán compartir una “responsabilidad histórica” y ser
“creativos, movilizar propuestas de excelencia, innovar, saber renunciar a
miradas individuales cuando se establecen iniciativas superadoras de conjunto”.
Luego de idas y
vueltas respecto de su envío al Congreso de la Nación para que fuera tratado
como proyecto de ley durante las sesiones extraordinarias, el primer mandatario
resolvió que serán los miembros del Consejo los que le darán forma a un texto
que reglamente su funcionamiento para que, luego sí, sea abordado por los
diputados y senadores nacionales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario