la muerte química que llegó desde China para
México y EEUU
Infobae, 21 de
Febrero de 2021
Desde el primer
trimestre de 2020 el mundo ha vivido prácticamente en un encierro ante la
amenaza de la COVID-19. El silencio se ha convertido en el escenario perfecto
para que una sustancia química producida en China esté cambiando para siempre
la vida en México y Estados Unidos.
En el escenario
del tráfico de fentanilo, China pone la materia prima, los cárteles mexicanos
la mano de obra y Estados Unidos los muertos.
La ecuación que
resume esta cadena de hechos es muy simple: empresas chinas exportan sin
control a México el precursor, para abastecer a los cárteles del narco quienes
lo procesan y trafican para su distribución hacia EEUU donde ha aumentado
drásticamente el número de muertes relacionadas con fentanilo.
El último reporte
nacional sobre el estado de las drogas realizado por el gobierno norteamericano
advierte que las muertes por opioides en Estados Unidos han aumentado
drásticamente en los últimos años. En 2016 el número de decesos relacionados
con este tipo de estupefacientes era de 19.413, pero para 2017 aumentó a 28.466
casos.
Otro dato revelador
que señala el informe es el de las pruebas realizadas en laboratorios forenses
relacionadas con fentanilo. En 2004 el número era de 389 casos, para 2017 pasó
a 56.530 expedientes.
El fentanilo está
considerado por autoridades estadounidenses como un fuerte opioide sintético
similar a la morfina, pero con un efecto hasta 100 veces más potente, adictivo
y fulminante. Además de tener un
efecto más poderoso que otras drogas, los expertos señalan que para los
cárteles del narco mexicano es fácil su importación ya que también es un
fármaco que se puede importar y recetar de manera legal debido a que se usa
para el tratamiento de pacientes con dolores intensos. Pero la
irresponsabilidad de las autoridades chinas y la falta de control de los
puertos de entrada en México, permiten que se trafiquen cantidades muy
superiores a las necesarias para cubrir tratamiento médicos genuinos.
En su modalidad
recetada, el fentanilo es conocido como Actiq®, Duragesic® y Sublimaze®.4,5 Los
nombres comunes del fentanilo ilegal, de acuerdo con el National Institute on
Drug Abuse de Estados Unidos son Apache, China Girl, China White, Dance Fever,
Friend, Goodfellas, Jackpot, Murder 8, y Tango & Cash.
Según el
instituto, al igual que la heroína, la morfina y otros opioides, el fentanilo
actúa uniéndose a receptores en distintas áreas del cerebro que controlan el
dolor, las emociones y da a los consumidores una sensación de bienestar y
euforia.
Para la
Organización Mundial de la Salud (OMS), los opioides pueden provocar
dificultades respiratorias, además de que una sobredosis puede llevar a la
muerte. Este opioide se comercializa ilegalmente en forma de píldoras,
inyectables o hasta parches.
El bajo precio al
que se puede obtener en China multiplica las ganancias para las organizaciones
criminales. Datos del gobierno de EEUU señalan que un kilo de “Murder 8” en el
país asiático tiene un costo de USD 9.000 pero ya una vez procesado en México
en forma de pastillas puede dar a los cárteles ganancias por hasta 1,3 millones
de dólares.
Además de importar
el fentanilo desde China y recientemente también de India, los cárteles
mexicanos compran en estos países maquinaria para el procesamiento de la droga
que generalmente venden en forma de pastilla. Un kilo es suficiente para
producir 20 millones de pastillas.
En números:
- 3 miligramos
alcanzan para una sobredosis letal para el humano.
- 64 muertes por
día en EEUU debido al abuso de su consumo.
- 50 veces más
tóxico que la heroína.
- 100 veces más
potente que la morfina.
- 1 kilogramo de
fentanilo puede producir 20 millones de pastillas.
El veneno que
llegó de China
En mayo de 2019 el
gobierno de Beijing en medio de la presión internacional implementó sanciones a
la producción y venta ilegal de fentanilo y sus análogos; sin embargo, una
investigación realizada con fuentes públicas identificó el año pasado 64
empresas chinas sospechosas que se dedican a la producción y/o comercio de la
sustancia y sus precursores al igual que a la venta de maquinaria. Sus
principales clientes son los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación
(CJNG) en México.
Infobae México
tuvo acceso exclusivo a una base de datos en la que aparecen el nombre, razón
social y datos de contactos de 64 de estas empresas. Al tratar de contactarlas
por correo electrónico fue posible constatar que las direcciones son en su
mayoría falsas.
En sus perfiles
corporativos se puede apreciar también que la manera en que realizan sus
transacciones es poco clara. Algunas concretan sus ventas en internet a través
de bitcoin o transferencias vía compañías de envío de divisas.
Las primeras 65
empresas que aparecen en el listado venden “Murder 8” a personas en lo
individual y a pequeños grupos, entre quienes están intermediarios de los
cárteles mexicanos.
El resto de las
empresas en el listado son más estrictas en cuanto a la información que piden a
sus compradores: exigen llenar una serie de formularios y responder a
cuestionarios, a cambio ofrecen discreción tanto en las operaciones como en el
envío de la sustancia, aunque nunca verifican la autenticidad de los documentos
enviados.
La maquinaria para
procesar el precursor también representa una inversión muy pequeña para los
cárteles. Por menos de USD 500 cualquier persona puede comprar una pequeña
presa para procesar la droga y convertirla en píldoras. Por el doble de
inversión –unos USD 1.000-, es posible adquirir dos pequeñas máquinas para la
producción de las pastillas y una cantidad de fentanilo suficiente para iniciar
un negocio que terminará con la vida de innumerables víctimas.
“La amplia
disponibilidad de maquinaria en internet le permite a ‘criminales
principiantes’ hacer millones de dosis que una vez en el mercado pueden tener
consecuencias mortales para los proveedores”, indica una alta fuente de
Europol, organismo que mira con preocupación lo que sucede en México y Estados
Unidos, ya que Europa teme se expanda esta problemática en el viejo continente.
La fuente que pidió mantener su identidad en reserva indicó que una cadena de
hechos es la que permite que continúe esta práctica ilegal.
La complicidad del
gobierno chino sumado a la falta de control y escasos recursos que el gobierno
mexicano dedican a este tema generan una oportunidad única para que los
cárteles y el crimen organizado aprovechen esta situación y produzcan una de
las drogas más letales que están disponibles hoy en día y que afectan a las
personas más vulnerables emocionalmente
Infobae México se
comunicó en tres oportunidades con la Embajada de China en el país y no obtuvo
respuesta a las llamadas ni a los correos electrónicos. Las autoridades
diplomáticas mantuvieron silencio y no realizaron comentarios sobre el tema.
Agentes policiales
de organismos internacionales que siguen de cerca estos procedimientos ilegales
revelaron estar al tanto de estas maniobras ilícitas y explican que las razones
para que no se detengan los envíos son varias. Por un lado, alegan complicidad
de ciertas autoridades que desde hace muchos años permiten el ingreso de
mercancías ilícitas a través de las aduanas de todo el país. Por otro lado, los
oficiales internacionales indican que la falta de preparación del personal de
aduanas es otro punto endeble en la política oficial de México para luchar
contra el narcotráfico.
“Es un tema de
capacidad del Estado. Hay un dato demoledor que es la cantidad de contenedores
que entran a México por el Pacífico, es impresionante”, señaló a este medio
Carlos Rodríguez Ulloa, consultor e investigador del Colectivo de Análisis de
la Seguridad con Democracia, A.C. (Casede).
Otros analistas
consideran que parte de la responsabilidad de que esta droga llegue a Estados
Unidos recae en un primer lugar en el gobierno chino que, pese a estar al tanto
de la situación no realiza acciones contundentes, y en un segundo lugar, en las
autoridades mexicanas ya que su sector de aduanas no está entrenado para
identificar de manera adecuada los precursores químicos ilegales.
Señalan que la
legislación vigente tampoco abarca por completo las circunstancias que rodean a
este tipo de precursores químicos y muchas veces deja un vacío legal que es
aprovechado por estas empresas de origen chino y que terminan en el envío de
gigantescas cantidades de precursores químicos para la elaboración de opioides.
El 10 de enero de
2018, México publicó en el Diario Oficial de la Federación un acuerdo a través
del cual se establece “la clasificación y codificación de mercancías y
productos cuya importación, exportación, internación o salida está sujeta a
regulación sanitaria por parte de la Secretaría de Salud”, entre estas se
mencionan el N-fenetil-4-piperidona (NPP) y 4-anilino-N-fenetilpiperidina
(ANNPP), substancias consideradas precursores químicos de estupefacientes, como
lo son el Fentanilo y substancias análogas, cuya introducción a territorio
nacional no era restringida.
La ruta mortal
En septiembre de
2020, el Ministerio de Defensa de México (SEDENA) dio a conocer las cinco rutas
por las que el fentanilo llega a Estados Unidos: vía China-Alaska;
China-Canadá, China-México; India-México.
En el caso de
México, ya sea desde China o India, la droga entra por el Pacífico a los
Puertos de Manzanillo, en Colima, y Lázaro Cárdenas, Michoacán, y de ahí se
dirige a estados como Baja California, Jalisco, Nayarit, Sinaloa y Sonora desde
donde se distribuye al resto del país y se trafica a Estados Unidos en camiones
donde las píldoras están escondidas entre estas mercancías o en las llantas de
camiones de carga u otro tipo de vehículos.
Su traslado una
vez procesado es tan sencillo que cualquier persona que cruce la frontera
caminando puede llevar miles de pastillas.
La droga también
llega a EEUU a través de los túneles que los cárteles han construido a lo largo
de la frontera mexicana por donde al año trafican con millones de dólares en
sustancias ilícitas.
*****
“Amor con amor se
paga”: el tráfico de fentanilo y la deuda de México con China
(Parte 2)
Era el último día
del año 2020. Ante el creciente aumento por las muertes de estadounidenses por
el consumo de fentanilo que cárteles del narco mexicanos trafican desde la
frontera común, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador reconoció que en el
país azteca también existe una crisis por este opioide que llega desde China.
Parecía una de las
tradicionales conferencias matutinas que cada día encabeza el mandatario
mexicano, pero ese 31 de diciembre, el ministro de la Defensa, Luis Crescencio
Sandoval admitió que la demanda del opioide “va en incremento”.
Pero también
reconoció que “toda la materia prima que se utiliza para realizar estas drogas
llega a través de los puertos, a través de aduanas” mexicanas.
El fentanilo llega
a los puertos mexicanos de Manzanillo, Colima y Lázaro Cárdenas, Michoacán,
procedente de China, y aunque en 2020 en comparación con 2019 el decomiso de
esta droga en México aumentó casi 500%, el crimen organizado ya encontró la
manera de burlar la vigilancia en las aduanas aztecas gracias a la elaboración
de distintos tipos de etiquetados que facilitan su envío internacional, según
una investigación de la organización Insight Crime.
Gerardo Rodríguez
Sánchez Lara, coordinador del Departamento de Relaciones Internacionales y
Ciencia Política de la Universidad de las Américas en Puebla (UDLSP), una de
las principales instituciones privadas de país, consideró que ante esta crisis
que desde 2017 prendió los focos rojos en EEUU, China debería garantizar que
los cargamentos que salen de su territorio eviten el tráfico de precursores
químicos.
Consideró que este
es un escenario en el que el gobierno azteca debe encontrar la manera de
entablar un diálogo con China para buscar mayores controles, “se antoja difícil
porque China no sabes si quiere o no cooperar en este sentido porque al final
lo ve como agenda que Estados Unidos impone a México, pero China es el gran
actor”.
Por otro lado, en
este momento “es difícil que México presione a China porque no va a querer
adoptar medidas en materia de seguridad de la cadena de suministro porque lo ve
como una presión de Estados Unidos”, dijo el académico a Infobae México.
El combate a esta
sustancia ilícita está enfocado en los cárteles de Sinaloa, fundado por Joaquín
“El Chapo” Guzmán Loera, y el Jalisco Nueva Generación (CJNG), pero ya existen
organizaciones más pequeñas que también pelean su cuota en el mercado del
fentanilo y que pueden no estar aún en el radar de las autoridades.
Los grupos
criminales que buscan consolidarse en el mercado ilícito del fentanilo han
encontrado la manera de ingresarlo a México en forma de polvo, gotas sobre
papel secante, en envases de gotas para ojos o en pastillas. Para multiplicar
su efecto, antes de traficarlo a Estados Unidos, suelen mezclarlo con cocaína,
heroína, MDMA y metanfetaminas.
“En China les
ponen etiqueta como si fueran otras cosas y ni en México ni en China tienen
tiempo para hacer las investigaciones correspondientes para saber de qué tipo
de material se trata”, dijo a Infobae México Mike Vigil, uno de los
especialistas en termas de narcotráfico más importantes de América.
México cada vez
más cerca de China
Otra crisis
relacionada con la salud, la de la Covid-19 ha sido el motivo por el que México
creó un nexo con China y es el hecho de que la empresa CanSino Biologicals no
sólo haya realizados miles de pruebas en voluntarios de la fase 3 de su vacuna
contra el virus en tierra aztecas sino que también la famacéutica china Sinovac
abastecerá al país con más de 10 millones de dosis para avanzar en la
inmunización de adultos mayores.
Justo el pasado
sábado llegaron al país las primeras 200.000 dosis de la vacuna CoronaVac de
Sinovac mientras que la de CanSino representa una de las principales apuestas
de la administración de López Obrador al requerirse presuntamente una sola
aplicación para inmunizar a una persona.
El país autorizó
la aplicación de CoronaVac a pesar de las dudas que ha generado su efectividad
ante resultados confusos luego de los ensayos que realizó en Indonesia y el
Turquía, ya que mientras el primero le atribuyó una efectividad del 65%, el
segundo aseguró que la misma era de 91,2 por ciento.
Hasta ahora México
es el único país que cuenta con dos vacunas chinas, lo cual para los analistas
es garantía suficiente para que en este momento el gobierno de AMLO no entre en
ningún tipo de conflicto con Beijing.
“México se
encuentra en una situación complicada porque la vacuna CanSino es una de las
grandes opciones para completar la vacunación. Amor con amor se paga y México
está en deuda con China en este tema”, advirtió Sánchez Lara.
La reforma en los
puertos
El informe del
ministro de la Defensa dado a conocer el 31 de diciembre de 2020 señalaba que
ese año se había incautado una cantidad estimada de 1,3 toneladas de fentanilo,
respecto a los 222 kilogramos de 2019. Las cifras de decomisos pueden ser un
indicador de la dimensión en la que ha aumentado también la importación que en
algunos casos puede darse de manera legal por parte de farmacéuticas que usan
el ingrediente activo como insumo para la fabricación de medicamentos.
México inició en
el último tramo del año pasado una transición en la que el control del sistema
portuario pasará del Ministerio de Comunicaciones y Transportes (SCT) al de
Marina (Semar). Con estas reformas la Marina asumirá el manejo total de las
concesiones, contratos, obras, permisos, tarifas y la educación naval.
La reforma a la
Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, a la Ley de Navegación y
Comercio Marítimos y a la Ley de Puertos establece que La Marina tendrá la
facultad de “otorgar permisos para el establecimiento y explotación de
servicios relacionados con las comunicaciones y transportes por agua con
embarcaciones o artefactos navales; adjudicar y otorgar contratos, concesiones
y permisos para el establecimiento y explotación de servicios relacionados con
las comunicaciones por agua”.
Se espera que la
militarización del control en los mares y puertos de entrada del país ayudará a
reducir el flujo de sustancias químicas precursoras que se utilizan para
producir las drogas sintéticas, sin embargo, esta intención ha creado
controversia en las cámaras de diputados y senadores, quienes reclaman la gran
cantidad de tareas que el ejecutivo está delegando a los militares.
Con pocas
esperanzas de que el ejecutivo mexicano tome cartas en el asunto, los expertos
se preguntan si no es momento de que el poder legislativo actúe seriamente en
la creación de una legislación comprensiva que ataque de lleno a esta
problemática que genera una gravísima crisis sanitaria y provoca decenas de
miles de muertes que podrían ser evitadas deteniendo esta actividad ilícita.
En la crisis del
fentanilo, EEUU sabe que la tasa de muertes por sobredosis en su territorio
aumentó entre 2007 y 2017 de 36.010 a 70.237 pero en México, las muertes por
sobredosis de drogas rara vez se registran correctamente, lo que puede no dar
la dimensión adecuada del problema en tierra azteca.
*****
PARTE III
El tráfico de
fentanilo de China hacia México “está fuera de control” y el gobierno del
presidente Andrés Manuel López Obrador tiene que hacer mucho más que
simplemente otorgar a los militares el control de las aduanas. Así lo
reconocieron asesores en seguridad y expertos tras la publicación de la
investigación: “‘Murder 8′: la muerte química que llegó desde China para México
y EEUU” en Infobae México.
Empresas chinas
envían a México cargamentos completos de fentanilo, un precursor químico que ha
causado una crisis de salubridad en los Estados Unidos. Si bien el presidente
López Obrador ha admitido que se trata de un tema crítico, las instancias
oficiales han preferido guardar silencio ante la documentación de las empresas
que envían cargamentos que posteriormente utilizan los cárteles de la droga
asentados en territorio nacional.
“Vemos un
incremento exponencial del tráfico de este precursor, precisamente por la falta
de controles en las aduanas y una fuerte legislación en la materia. La Ley
General de Salud regula los medicamentos análogos al fentanilo, porque tienen
un uso ampliamente médico. Pero no es suficiente, porque es una ley que lo
regula de forma general y no ha establecido los mecanismos necesarios para
controlar la importación legal de este tipo de opioides”, dijo a Infobae México
Ramón Celaya, especialista en temas de seguridad y maestro en Ciencias Penales.
Mientras que en
México el crimen organizado encuentra cada vez más formas de introducir en
mayores cantidades del químico que, con dosis mínimas, está maquinando un
negocio millonario. La solución se avista muy lejana.
Celaya, consultor
en Inteligencia, Fuerzas Armadas y Procesos de Seguridad, partió de la Ley
General de Salud y explicó que la mayor parte del tráfico se realiza de forma
legal con esquemas para los que los militares no están plenamente equipados
para detectar.
“La Ley General de
Salud regula los medicamentos análogos al fentanilo, porque tienen un uso
ampliamente médico, pero no es suficiente, porque es una ley que lo regula de
forma general y no ha establecido los mecanismos necesarios para controlar la
importación legal de este tipo de opioides”.
“¿Cuál es el
problema?”, se preguntó Celaya. “Que amparado en que el sector médico necesita
fentanilo para cubrir las necesidades clínicas, puede venir camuflado bajo esa
vía. La Sedena ha hecho aseguramientos de fentanilo in situ. Es decir, cuando
la droga ilegal llega a los puertos de Lázaro Cárdenas y Manzanillo, ahí es
donde se hacen este tipo de aseguramientos, pero eso es lo menor, hay una gran
parte que no se está estudiando, que es el tráfico de fentanilo de forma legal,
cuando viene suministrado al sector médico”.
“A estas alturas
ya no se trata solamente de una preocupación de EEUU, debería ser también una
preocupación de México, a la luz de cómo se ha desarrollado el crecimiento del
problema, y esa preocupación no creo que venga de la mano de una imposición
hegemónica, sino tiene qué ver con una cuestión de salud pública”, dijo
Carolina Sampó, investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones
Científicas y Técnica de la Universidad Nacional de la Plata.
De acuerdo con
Sampó, la lista de precursores químicos considerados peligrosos o de riesgo, se
actualiza constantemente; una pequeña modificación permite que un producto no
permitido, se vuelva legal, eso complica ir un paso por delante de lo que hacen
las organizaciones criminales.
Imposible una
solución unilateral
“Para Estados
Unidos es un problema de salud pública; para México es un problema del crimen
organizado”, apuntó Mauricio Soto, doctor en políticas sociales e investigador
externo del Instituto de Investigaciones Estratégicas de la Armada de México,
remarcando que se necesita “una estrategia realmente bien organizada con Estados
Unidos”, ya que ni México ni su vecino del norte podrían resolver el asunto
solos, “es un problema totalmente bilateral”.
Soto explicó a
Infobae México que el tema es aún más delicado de lo que podría parecer, ya que
además del problema de salud pública y seguridad nacional que representa, “se
puede utilizar como un pretexto para empeorar la relación (de EEUU) con
México”.
En mismo sentido
se expresó Ricardo Márquez Blas, especialista en seguridad, al señalar que esto
afectará la relación bilateral con Estados Unidos “porque el gobierno mexicano
carece de un política definida para contrarrestar las acciones del narcotráfico
y llevar ante la justicia a sus líderes”, contraria a la de la Casa Blanca,
“claramente hay un punto de desencuentro entre las políticas de ambos países”.
Para el analista
es claro que, tarde o temprano, México tendrá que cambiar esa política para
poder hacer frente al creciente problema del fentanilo. Aunque también lamenta
que el gobierno mexicano pareciera que no tomará verdaderas cartas en el asunto
hasta que no vea muertes multiplicándose por esta causa, como en el vecino del
norte.
México y su
amistad con China
Javier Oliva,
profesor e investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la
UNAM, barajó en la consulta con Infobae México otra opción para solucionar la
efervescente amenaza del fentanilo: “México tendría que solicitar a las
autoridades sanitarias farmacéuticas del gobierno chino, que está tan
centralizado, un mayor control”.
Entonces señaló
que, precisamente apelando a la amistad que ambos gobiernos pareciera que han
reforzado en los últimos meses –inversiones mexicanas en empresas chinas y el
apoyo con la vacuna del COVID-19, como pruebas– México necesita pedir a China
ayuda para detener el tráfico del químico que solo agudiza la violencia por el
crimen organizado en su territorio.
“Habría que
aprovechar el buen momento de las relaciones con China para iniciar un
proceso... no estamos diciendo que no se fabriquen ni mucho menos, es decisión
de China, pero si puede haber mejores niveles de cooperación, a partir de mayor
control de las exportaciones del fentanilo o de los precursores para
fabricarlo”.
¿Cómo podría
apoyar China a México? En los procedimientos de exportación, apunta Javier
Oliva, que estén mucho más controlados, por ejemplo en la contabilización de
las cantidades de fentanilo que se exportan (en la medida que sea posible).
“Lo que tendría
que hacer el gobierno mexicano es justamente establecer, con las contrapartes
de la República Popular de China, los procedimientos para controlar la
exportación, supón que la producción no, pero si la exportación; que haya un
mayor control en los puertos chinos en donde se contabilizan las cantidades que
exportan, las mercancías que se exportan, que exportan e importan, aquí estamos
hablando la exportación de fentanilo, para lograr un mayor seguimiento y
control”, dijo Oliva, que promovió en el Congreso la participación militar en
las aduanas.
“Me parece que ese
es el paso, insisto, a partir incluso, del posicionamiento que tiene México
ahora en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, el día de la votación
México fue el país más votado para estar en el Consejo de Seguridad; entonces,
la visibilidad que tiene nuestro país en este momento debe de ser aprovechada
en un sentido positivo, desde luego, para la contención o más bien para la
regulación de la exportación del fentanilo y de los precursores para su
fabricación”.
El grave papel de
los cárteles
Más allá de cuál
sea la droga, el rol de los cárteles mexicanos sigue siendo el de
intermediarios, así tienen presencia en Europa, África, Sudamérica, pero no ha
cambiado tanto su dinámica criminal. Ahora con el caso del fentanilo solo
cambian de socios que les envían precursores en Asia.
“China es una gran
caja negra, es muy difícil saber lo que pasa ahí”, dijo Carolina Sampó sobre
las posibles reacciones del país asiático. Pero es complicado conocer qué
acciones desarrolla para combatir el envío de precursores, pues no hay
información, acaso sobresalen reportes de Taiwán.
Autoridades
mexicanas se han visto coaccionadas por dos factores para atender la producción
de fentanilo; por un lado, la presión de EEUU y, por otra parte, que las
ganancias ilícitas permiten un empoderamiento de los grupos criminales.
Tal es el caso del
Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), grupo que puede adquirir más armas de
grueso calibre, reclutar a sicarios, corromper funcionarios y operar con
impunidad cada vez que aumentan sus capacidades monetarias.
“El CJNG es hoy en
día el cártel que más aprovecha este tráfico y es el cártel que representa la
mayor amenaza para el gobierno mexicano. Hemos visto que es un cártel muy
violento que no se detiene ante nada”, dijo Alexei Chévez Silveti, analista de
Seguridad Nacional.
El silencio
oficial
Al ser consultada
sobre el seguimiento de alguna de las 64 empresas que enviaron precursores
químicos a cárteles en México, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) se
limitó a responder que la única información al respecto de tráfico en aduanas
se presentó el año pasado, cuando informaron sobre envío de drogas ocultas en
tiburones.
Pero la
institución dependiente de Hacienda acordó revisar lista publicada por Infobae
México, sin mayores compromisos de poner atención en el tema y evitando
cualquier comentario al respecto.
En marzo de 2020,
fue reportado un negocio pesquero en Costa Rica que hizo la transferencia de
tiburones a Yucatán y de ahí a Florida. Para realizar sus operaciones, esta
compañía usó empresas fachadas y obtuvo retiros de hasta 544 millones de pesos.
Presuntamente, el narcótico viajaba al interior de los escualos.
En tanto, otra
empresa congeladora dedicada al comercio de pepino de mar recibió 38.7 millones
y retiros por 413 millones de pesos en efectivo. Los depósitos fueron a Hong
Kong y Estados Unidos.
Santiago Nieto,
titular de la UIF, dijo en abril del año pasado que se vigilaría el ingreso de
fentanilo en las aduanas, pero solo porque este producto podría ser utilizado
en pacientes entubados por COVID-19.
La Secretaría de
Seguridad Pública solicitó le fuera enviada una petición por correo sobre el
tema, solicitud de la cual tampoco se obtuvo respuesta sobre sus acciones de
resolución ni si trabaja en conjunto con China y EEUU para vigilar el ingreso
de precursores.
Para el periodo de
Rosa Icela Rodríguez Durán, iniciado en noviembre pasado, destaca el encuentro
que tuvo con John S. Creamer, encargado de Negocios de la embajada
estadounidense en México, el pasado 18 de febrero. Los funcionarios abordaron
puntos de la agenda bilateral y el ingreso de precursores para fabricación de
fentanilo, pero sin ofrecer mayores detalles.
Por su parte, la
Secretaría de Relaciones Exteriores tampoco ofreció comentario oportuno sobre
la coordinación con autoridades chinas o de EEUU en el tema del fentanilo, lo
mismo que la Dirección General de Aduanas a cargo de Horacio Duarte Olivares.
También se
consultó a Presidencia pero declinaron hacer comentarios.
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