martes, 23 de febrero de 2021

MURDER 8

 


 la muerte química que llegó desde China para México y EEUU

Infobae, 21 de Febrero de 2021

 

Desde el primer trimestre de 2020 el mundo ha vivido prácticamente en un encierro ante la amenaza de la COVID-19. El silencio se ha convertido en el escenario perfecto para que una sustancia química producida en China esté cambiando para siempre la vida en México y Estados Unidos.

 

En el escenario del tráfico de fentanilo, China pone la materia prima, los cárteles mexicanos la mano de obra y Estados Unidos los muertos.

 

La ecuación que resume esta cadena de hechos es muy simple: empresas chinas exportan sin control a México el precursor, para abastecer a los cárteles del narco quienes lo procesan y trafican para su distribución hacia EEUU donde ha aumentado drásticamente el número de muertes relacionadas con fentanilo.

 

El último reporte nacional sobre el estado de las drogas realizado por el gobierno norteamericano advierte que las muertes por opioides en Estados Unidos han aumentado drásticamente en los últimos años. En 2016 el número de decesos relacionados con este tipo de estupefacientes era de 19.413, pero para 2017 aumentó a 28.466 casos.

 

Otro dato revelador que señala el informe es el de las pruebas realizadas en laboratorios forenses relacionadas con fentanilo. En 2004 el número era de 389 casos, para 2017 pasó a 56.530 expedientes.

 

El fentanilo está considerado por autoridades estadounidenses como un fuerte opioide sintético similar a la morfina, pero con un efecto hasta 100 veces más potente, adictivo y fulminante. Además de tener un efecto más poderoso que otras drogas, los expertos señalan que para los cárteles del narco mexicano es fácil su importación ya que también es un fármaco que se puede importar y recetar de manera legal debido a que se usa para el tratamiento de pacientes con dolores intensos. Pero la irresponsabilidad de las autoridades chinas y la falta de control de los puertos de entrada en México, permiten que se trafiquen cantidades muy superiores a las necesarias para cubrir tratamiento médicos genuinos.

 

En su modalidad recetada, el fentanilo es conocido como Actiq®, Duragesic® y Sublimaze®.4,5 Los nombres comunes del fentanilo ilegal, de acuerdo con el National Institute on Drug Abuse de Estados Unidos son Apache, China Girl, China White, Dance Fever, Friend, Goodfellas, Jackpot, Murder 8, y Tango & Cash.

 

Según el instituto, al igual que la heroína, la morfina y otros opioides, el fentanilo actúa uniéndose a receptores en distintas áreas del cerebro que controlan el dolor, las emociones y da a los consumidores una sensación de bienestar y euforia.

 

Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), los opioides pueden provocar dificultades respiratorias, además de que una sobredosis puede llevar a la muerte. Este opioide se comercializa ilegalmente en forma de píldoras, inyectables o hasta parches.

 

El bajo precio al que se puede obtener en China multiplica las ganancias para las organizaciones criminales. Datos del gobierno de EEUU señalan que un kilo de “Murder 8” en el país asiático tiene un costo de USD 9.000 pero ya una vez procesado en México en forma de pastillas puede dar a los cárteles ganancias por hasta 1,3 millones de dólares.

 

Además de importar el fentanilo desde China y recientemente también de India, los cárteles mexicanos compran en estos países maquinaria para el procesamiento de la droga que generalmente venden en forma de pastilla. Un kilo es suficiente para producir 20 millones de pastillas.

 

En números:

- 3 miligramos alcanzan para una sobredosis letal para el humano.

- 64 muertes por día en EEUU debido al abuso de su consumo.

- 50 veces más tóxico que la heroína.

- 100 veces más potente que la morfina.

- 1 kilogramo de fentanilo puede producir 20 millones de pastillas.

 

El veneno que llegó de China

 

En mayo de 2019 el gobierno de Beijing en medio de la presión internacional implementó sanciones a la producción y venta ilegal de fentanilo y sus análogos; sin embargo, una investigación realizada con fuentes públicas identificó el año pasado 64 empresas chinas sospechosas que se dedican a la producción y/o comercio de la sustancia y sus precursores al igual que a la venta de maquinaria. Sus principales clientes son los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG) en México.

 

Infobae México tuvo acceso exclusivo a una base de datos en la que aparecen el nombre, razón social y datos de contactos de 64 de estas empresas. Al tratar de contactarlas por correo electrónico fue posible constatar que las direcciones son en su mayoría falsas.

 

En sus perfiles corporativos se puede apreciar también que la manera en que realizan sus transacciones es poco clara. Algunas concretan sus ventas en internet a través de bitcoin o transferencias vía compañías de envío de divisas.

 

Las primeras 65 empresas que aparecen en el listado venden “Murder 8” a personas en lo individual y a pequeños grupos, entre quienes están intermediarios de los cárteles mexicanos.

 

El resto de las empresas en el listado son más estrictas en cuanto a la información que piden a sus compradores: exigen llenar una serie de formularios y responder a cuestionarios, a cambio ofrecen discreción tanto en las operaciones como en el envío de la sustancia, aunque nunca verifican la autenticidad de los documentos enviados.

 

La maquinaria para procesar el precursor también representa una inversión muy pequeña para los cárteles. Por menos de USD 500 cualquier persona puede comprar una pequeña presa para procesar la droga y convertirla en píldoras. Por el doble de inversión –unos USD 1.000-, es posible adquirir dos pequeñas máquinas para la producción de las pastillas y una cantidad de fentanilo suficiente para iniciar un negocio que terminará con la vida de innumerables víctimas.

 

“La amplia disponibilidad de maquinaria en internet le permite a ‘criminales principiantes’ hacer millones de dosis que una vez en el mercado pueden tener consecuencias mortales para los proveedores”, indica una alta fuente de Europol, organismo que mira con preocupación lo que sucede en México y Estados Unidos, ya que Europa teme se expanda esta problemática en el viejo continente. La fuente que pidió mantener su identidad en reserva indicó que una cadena de hechos es la que permite que continúe esta práctica ilegal.

 

La complicidad del gobierno chino sumado a la falta de control y escasos recursos que el gobierno mexicano dedican a este tema generan una oportunidad única para que los cárteles y el crimen organizado aprovechen esta situación y produzcan una de las drogas más letales que están disponibles hoy en día y que afectan a las personas más vulnerables emocionalmente

Infobae México se comunicó en tres oportunidades con la Embajada de China en el país y no obtuvo respuesta a las llamadas ni a los correos electrónicos. Las autoridades diplomáticas mantuvieron silencio y no realizaron comentarios sobre el tema.

 

Agentes policiales de organismos internacionales que siguen de cerca estos procedimientos ilegales revelaron estar al tanto de estas maniobras ilícitas y explican que las razones para que no se detengan los envíos son varias. Por un lado, alegan complicidad de ciertas autoridades que desde hace muchos años permiten el ingreso de mercancías ilícitas a través de las aduanas de todo el país. Por otro lado, los oficiales internacionales indican que la falta de preparación del personal de aduanas es otro punto endeble en la política oficial de México para luchar contra el narcotráfico.

 

“Es un tema de capacidad del Estado. Hay un dato demoledor que es la cantidad de contenedores que entran a México por el Pacífico, es impresionante”, señaló a este medio Carlos Rodríguez Ulloa, consultor e investigador del Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia, A.C. (Casede).

 

Otros analistas consideran que parte de la responsabilidad de que esta droga llegue a Estados Unidos recae en un primer lugar en el gobierno chino que, pese a estar al tanto de la situación no realiza acciones contundentes, y en un segundo lugar, en las autoridades mexicanas ya que su sector de aduanas no está entrenado para identificar de manera adecuada los precursores químicos ilegales.

 

Señalan que la legislación vigente tampoco abarca por completo las circunstancias que rodean a este tipo de precursores químicos y muchas veces deja un vacío legal que es aprovechado por estas empresas de origen chino y que terminan en el envío de gigantescas cantidades de precursores químicos para la elaboración de opioides.

 

El 10 de enero de 2018, México publicó en el Diario Oficial de la Federación un acuerdo a través del cual se establece “la clasificación y codificación de mercancías y productos cuya importación, exportación, internación o salida está sujeta a regulación sanitaria por parte de la Secretaría de Salud”, entre estas se mencionan el N-fenetil-4-piperidona (NPP) y 4-anilino-N-fenetilpiperidina (ANNPP), substancias consideradas precursores químicos de estupefacientes, como lo son el Fentanilo y substancias análogas, cuya introducción a territorio nacional no era restringida.

 

La ruta mortal

 

En septiembre de 2020, el Ministerio de Defensa de México (SEDENA) dio a conocer las cinco rutas por las que el fentanilo llega a Estados Unidos: vía China-Alaska; China-Canadá, China-México; India-México.

 

En el caso de México, ya sea desde China o India, la droga entra por el Pacífico a los Puertos de Manzanillo, en Colima, y Lázaro Cárdenas, Michoacán, y de ahí se dirige a estados como Baja California, Jalisco, Nayarit, Sinaloa y Sonora desde donde se distribuye al resto del país y se trafica a Estados Unidos en camiones donde las píldoras están escondidas entre estas mercancías o en las llantas de camiones de carga u otro tipo de vehículos.

 

Su traslado una vez procesado es tan sencillo que cualquier persona que cruce la frontera caminando puede llevar miles de pastillas.

 

La droga también llega a EEUU a través de los túneles que los cárteles han construido a lo largo de la frontera mexicana por donde al año trafican con millones de dólares en sustancias ilícitas.

 

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“Amor con amor se paga”: el tráfico de fentanilo y la deuda de México con China

 (Parte 2)

 

Era el último día del año 2020. Ante el creciente aumento por las muertes de estadounidenses por el consumo de fentanilo que cárteles del narco mexicanos trafican desde la frontera común, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador reconoció que en el país azteca también existe una crisis por este opioide que llega desde China.

 

Parecía una de las tradicionales conferencias matutinas que cada día encabeza el mandatario mexicano, pero ese 31 de diciembre, el ministro de la Defensa, Luis Crescencio Sandoval admitió que la demanda del opioide “va en incremento”.

 

Pero también reconoció que “toda la materia prima que se utiliza para realizar estas drogas llega a través de los puertos, a través de aduanas” mexicanas.

 

El fentanilo llega a los puertos mexicanos de Manzanillo, Colima y Lázaro Cárdenas, Michoacán, procedente de China, y aunque en 2020 en comparación con 2019 el decomiso de esta droga en México aumentó casi 500%, el crimen organizado ya encontró la manera de burlar la vigilancia en las aduanas aztecas gracias a la elaboración de distintos tipos de etiquetados que facilitan su envío internacional, según una investigación de la organización Insight Crime.

 

Gerardo Rodríguez Sánchez Lara, coordinador del Departamento de Relaciones Internacionales y Ciencia Política de la Universidad de las Américas en Puebla (UDLSP), una de las principales instituciones privadas de país, consideró que ante esta crisis que desde 2017 prendió los focos rojos en EEUU, China debería garantizar que los cargamentos que salen de su territorio eviten el tráfico de precursores químicos.

 

Consideró que este es un escenario en el que el gobierno azteca debe encontrar la manera de entablar un diálogo con China para buscar mayores controles, “se antoja difícil porque China no sabes si quiere o no cooperar en este sentido porque al final lo ve como agenda que Estados Unidos impone a México, pero China es el gran actor”.

 

Por otro lado, en este momento “es difícil que México presione a China porque no va a querer adoptar medidas en materia de seguridad de la cadena de suministro porque lo ve como una presión de Estados Unidos”, dijo el académico a Infobae México.

 

El combate a esta sustancia ilícita está enfocado en los cárteles de Sinaloa, fundado por Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, y el Jalisco Nueva Generación (CJNG), pero ya existen organizaciones más pequeñas que también pelean su cuota en el mercado del fentanilo y que pueden no estar aún en el radar de las autoridades.

 

Los grupos criminales que buscan consolidarse en el mercado ilícito del fentanilo han encontrado la manera de ingresarlo a México en forma de polvo, gotas sobre papel secante, en envases de gotas para ojos o en pastillas. Para multiplicar su efecto, antes de traficarlo a Estados Unidos, suelen mezclarlo con cocaína, heroína, MDMA y metanfetaminas.

 

“En China les ponen etiqueta como si fueran otras cosas y ni en México ni en China tienen tiempo para hacer las investigaciones correspondientes para saber de qué tipo de material se trata”, dijo a Infobae México Mike Vigil, uno de los especialistas en termas de narcotráfico más importantes de América.

 

México cada vez más cerca de China

 

Otra crisis relacionada con la salud, la de la Covid-19 ha sido el motivo por el que México creó un nexo con China y es el hecho de que la empresa CanSino Biologicals no sólo haya realizados miles de pruebas en voluntarios de la fase 3 de su vacuna contra el virus en tierra aztecas sino que también la famacéutica china Sinovac abastecerá al país con más de 10 millones de dosis para avanzar en la inmunización de adultos mayores.

 

Justo el pasado sábado llegaron al país las primeras 200.000 dosis de la vacuna CoronaVac de Sinovac mientras que la de CanSino representa una de las principales apuestas de la administración de López Obrador al requerirse presuntamente una sola aplicación para inmunizar a una persona.

 

El país autorizó la aplicación de CoronaVac a pesar de las dudas que ha generado su efectividad ante resultados confusos luego de los ensayos que realizó en Indonesia y el Turquía, ya que mientras el primero le atribuyó una efectividad del 65%, el segundo aseguró que la misma era de 91,2 por ciento.

 

Hasta ahora México es el único país que cuenta con dos vacunas chinas, lo cual para los analistas es garantía suficiente para que en este momento el gobierno de AMLO no entre en ningún tipo de conflicto con Beijing.

 

“México se encuentra en una situación complicada porque la vacuna CanSino es una de las grandes opciones para completar la vacunación. Amor con amor se paga y México está en deuda con China en este tema”, advirtió Sánchez Lara.

 

La reforma en los puertos

 

El informe del ministro de la Defensa dado a conocer el 31 de diciembre de 2020 señalaba que ese año se había incautado una cantidad estimada de 1,3 toneladas de fentanilo, respecto a los 222 kilogramos de 2019. Las cifras de decomisos pueden ser un indicador de la dimensión en la que ha aumentado también la importación que en algunos casos puede darse de manera legal por parte de farmacéuticas que usan el ingrediente activo como insumo para la fabricación de medicamentos.

 

México inició en el último tramo del año pasado una transición en la que el control del sistema portuario pasará del Ministerio de Comunicaciones y Transportes (SCT) al de Marina (Semar). Con estas reformas la Marina asumirá el manejo total de las concesiones, contratos, obras, permisos, tarifas y la educación naval.

 

La reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, a la Ley de Navegación y Comercio Marítimos y a la Ley de Puertos establece que La Marina tendrá la facultad de “otorgar permisos para el establecimiento y explotación de servicios relacionados con las comunicaciones y transportes por agua con embarcaciones o artefactos navales; adjudicar y otorgar contratos, concesiones y permisos para el establecimiento y explotación de servicios relacionados con las comunicaciones por agua”.

 

Se espera que la militarización del control en los mares y puertos de entrada del país ayudará a reducir el flujo de sustancias químicas precursoras que se utilizan para producir las drogas sintéticas, sin embargo, esta intención ha creado controversia en las cámaras de diputados y senadores, quienes reclaman la gran cantidad de tareas que el ejecutivo está delegando a los militares.

 

Con pocas esperanzas de que el ejecutivo mexicano tome cartas en el asunto, los expertos se preguntan si no es momento de que el poder legislativo actúe seriamente en la creación de una legislación comprensiva que ataque de lleno a esta problemática que genera una gravísima crisis sanitaria y provoca decenas de miles de muertes que podrían ser evitadas deteniendo esta actividad ilícita.

 

En la crisis del fentanilo, EEUU sabe que la tasa de muertes por sobredosis en su territorio aumentó entre 2007 y 2017 de 36.010 a 70.237 pero en México, las muertes por sobredosis de drogas rara vez se registran correctamente, lo que puede no dar la dimensión adecuada del problema en tierra azteca.

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PARTE III

El tráfico de fentanilo de China hacia México “está fuera de control” y el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador tiene que hacer mucho más que simplemente otorgar a los militares el control de las aduanas. Así lo reconocieron asesores en seguridad y expertos tras la publicación de la investigación: “‘Murder 8′: la muerte química que llegó desde China para México y EEUU” en Infobae México.

 

Empresas chinas envían a México cargamentos completos de fentanilo, un precursor químico que ha causado una crisis de salubridad en los Estados Unidos. Si bien el presidente López Obrador ha admitido que se trata de un tema crítico, las instancias oficiales han preferido guardar silencio ante la documentación de las empresas que envían cargamentos que posteriormente utilizan los cárteles de la droga asentados en territorio nacional.

 

“Vemos un incremento exponencial del tráfico de este precursor, precisamente por la falta de controles en las aduanas y una fuerte legislación en la materia. La Ley General de Salud regula los medicamentos análogos al fentanilo, porque tienen un uso ampliamente médico. Pero no es suficiente, porque es una ley que lo regula de forma general y no ha establecido los mecanismos necesarios para controlar la importación legal de este tipo de opioides”, dijo a Infobae México Ramón Celaya, especialista en temas de seguridad y maestro en Ciencias Penales.

 

Mientras que en México el crimen organizado encuentra cada vez más formas de introducir en mayores cantidades del químico que, con dosis mínimas, está maquinando un negocio millonario. La solución se avista muy lejana.

 

Celaya, consultor en Inteligencia, Fuerzas Armadas y Procesos de Seguridad, partió de la Ley General de Salud y explicó que la mayor parte del tráfico se realiza de forma legal con esquemas para los que los militares no están plenamente equipados para detectar.

 

“La Ley General de Salud regula los medicamentos análogos al fentanilo, porque tienen un uso ampliamente médico, pero no es suficiente, porque es una ley que lo regula de forma general y no ha establecido los mecanismos necesarios para controlar la importación legal de este tipo de opioides”.

 

“¿Cuál es el problema?”, se preguntó Celaya. “Que amparado en que el sector médico necesita fentanilo para cubrir las necesidades clínicas, puede venir camuflado bajo esa vía. La Sedena ha hecho aseguramientos de fentanilo in situ. Es decir, cuando la droga ilegal llega a los puertos de Lázaro Cárdenas y Manzanillo, ahí es donde se hacen este tipo de aseguramientos, pero eso es lo menor, hay una gran parte que no se está estudiando, que es el tráfico de fentanilo de forma legal, cuando viene suministrado al sector médico”.

 

“A estas alturas ya no se trata solamente de una preocupación de EEUU, debería ser también una preocupación de México, a la luz de cómo se ha desarrollado el crecimiento del problema, y esa preocupación no creo que venga de la mano de una imposición hegemónica, sino tiene qué ver con una cuestión de salud pública”, dijo Carolina Sampó, investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnica de la Universidad Nacional de la Plata.

 

De acuerdo con Sampó, la lista de precursores químicos considerados peligrosos o de riesgo, se actualiza constantemente; una pequeña modificación permite que un producto no permitido, se vuelva legal, eso complica ir un paso por delante de lo que hacen las organizaciones criminales.

 

Imposible una solución unilateral

 

“Para Estados Unidos es un problema de salud pública; para México es un problema del crimen organizado”, apuntó Mauricio Soto, doctor en políticas sociales e investigador externo del Instituto de Investigaciones Estratégicas de la Armada de México, remarcando que se necesita “una estrategia realmente bien organizada con Estados Unidos”, ya que ni México ni su vecino del norte podrían resolver el asunto solos, “es un problema totalmente bilateral”.

 

Soto explicó a Infobae México que el tema es aún más delicado de lo que podría parecer, ya que además del problema de salud pública y seguridad nacional que representa, “se puede utilizar como un pretexto para empeorar la relación (de EEUU) con México”.

 

En mismo sentido se expresó Ricardo Márquez Blas, especialista en seguridad, al señalar que esto afectará la relación bilateral con Estados Unidos “porque el gobierno mexicano carece de un política definida para contrarrestar las acciones del narcotráfico y llevar ante la justicia a sus líderes”, contraria a la de la Casa Blanca, “claramente hay un punto de desencuentro entre las políticas de ambos países”.

 

Para el analista es claro que, tarde o temprano, México tendrá que cambiar esa política para poder hacer frente al creciente problema del fentanilo. Aunque también lamenta que el gobierno mexicano pareciera que no tomará verdaderas cartas en el asunto hasta que no vea muertes multiplicándose por esta causa, como en el vecino del norte.

 

México y su amistad con China

 

Javier Oliva, profesor e investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, barajó en la consulta con Infobae México otra opción para solucionar la efervescente amenaza del fentanilo: “México tendría que solicitar a las autoridades sanitarias farmacéuticas del gobierno chino, que está tan centralizado, un mayor control”.

 

Entonces señaló que, precisamente apelando a la amistad que ambos gobiernos pareciera que han reforzado en los últimos meses –inversiones mexicanas en empresas chinas y el apoyo con la vacuna del COVID-19, como pruebas– México necesita pedir a China ayuda para detener el tráfico del químico que solo agudiza la violencia por el crimen organizado en su territorio.

 

“Habría que aprovechar el buen momento de las relaciones con China para iniciar un proceso... no estamos diciendo que no se fabriquen ni mucho menos, es decisión de China, pero si puede haber mejores niveles de cooperación, a partir de mayor control de las exportaciones del fentanilo o de los precursores para fabricarlo”.

 

¿Cómo podría apoyar China a México? En los procedimientos de exportación, apunta Javier Oliva, que estén mucho más controlados, por ejemplo en la contabilización de las cantidades de fentanilo que se exportan (en la medida que sea posible).

 

“Lo que tendría que hacer el gobierno mexicano es justamente establecer, con las contrapartes de la República Popular de China, los procedimientos para controlar la exportación, supón que la producción no, pero si la exportación; que haya un mayor control en los puertos chinos en donde se contabilizan las cantidades que exportan, las mercancías que se exportan, que exportan e importan, aquí estamos hablando la exportación de fentanilo, para lograr un mayor seguimiento y control”, dijo Oliva, que promovió en el Congreso la participación militar en las aduanas.

 

“Me parece que ese es el paso, insisto, a partir incluso, del posicionamiento que tiene México ahora en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, el día de la votación México fue el país más votado para estar en el Consejo de Seguridad; entonces, la visibilidad que tiene nuestro país en este momento debe de ser aprovechada en un sentido positivo, desde luego, para la contención o más bien para la regulación de la exportación del fentanilo y de los precursores para su fabricación”.

 

El grave papel de los cárteles

 

Más allá de cuál sea la droga, el rol de los cárteles mexicanos sigue siendo el de intermediarios, así tienen presencia en Europa, África, Sudamérica, pero no ha cambiado tanto su dinámica criminal. Ahora con el caso del fentanilo solo cambian de socios que les envían precursores en Asia.

 

“China es una gran caja negra, es muy difícil saber lo que pasa ahí”, dijo Carolina Sampó sobre las posibles reacciones del país asiático. Pero es complicado conocer qué acciones desarrolla para combatir el envío de precursores, pues no hay información, acaso sobresalen reportes de Taiwán.

 

Autoridades mexicanas se han visto coaccionadas por dos factores para atender la producción de fentanilo; por un lado, la presión de EEUU y, por otra parte, que las ganancias ilícitas permiten un empoderamiento de los grupos criminales.

 

Tal es el caso del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), grupo que puede adquirir más armas de grueso calibre, reclutar a sicarios, corromper funcionarios y operar con impunidad cada vez que aumentan sus capacidades monetarias.

 

“El CJNG es hoy en día el cártel que más aprovecha este tráfico y es el cártel que representa la mayor amenaza para el gobierno mexicano. Hemos visto que es un cártel muy violento que no se detiene ante nada”, dijo Alexei Chévez Silveti, analista de Seguridad Nacional.

 

El silencio oficial

 

Al ser consultada sobre el seguimiento de alguna de las 64 empresas que enviaron precursores químicos a cárteles en México, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) se limitó a responder que la única información al respecto de tráfico en aduanas se presentó el año pasado, cuando informaron sobre envío de drogas ocultas en tiburones.

 

Pero la institución dependiente de Hacienda acordó revisar lista publicada por Infobae México, sin mayores compromisos de poner atención en el tema y evitando cualquier comentario al respecto.

 

En marzo de 2020, fue reportado un negocio pesquero en Costa Rica que hizo la transferencia de tiburones a Yucatán y de ahí a Florida. Para realizar sus operaciones, esta compañía usó empresas fachadas y obtuvo retiros de hasta 544 millones de pesos. Presuntamente, el narcótico viajaba al interior de los escualos.

 

En tanto, otra empresa congeladora dedicada al comercio de pepino de mar recibió 38.7 millones y retiros por 413 millones de pesos en efectivo. Los depósitos fueron a Hong Kong y Estados Unidos.

 

Santiago Nieto, titular de la UIF, dijo en abril del año pasado que se vigilaría el ingreso de fentanilo en las aduanas, pero solo porque este producto podría ser utilizado en pacientes entubados por COVID-19.

 

La Secretaría de Seguridad Pública solicitó le fuera enviada una petición por correo sobre el tema, solicitud de la cual tampoco se obtuvo respuesta sobre sus acciones de resolución ni si trabaja en conjunto con China y EEUU para vigilar el ingreso de precursores.

 

Para el periodo de Rosa Icela Rodríguez Durán, iniciado en noviembre pasado, destaca el encuentro que tuvo con John S. Creamer, encargado de Negocios de la embajada estadounidense en México, el pasado 18 de febrero. Los funcionarios abordaron puntos de la agenda bilateral y el ingreso de precursores para fabricación de fentanilo, pero sin ofrecer mayores detalles.

 

Por su parte, la Secretaría de Relaciones Exteriores tampoco ofreció comentario oportuno sobre la coordinación con autoridades chinas o de EEUU en el tema del fentanilo, lo mismo que la Dirección General de Aduanas a cargo de Horacio Duarte Olivares.

 

También se consultó a Presidencia pero declinaron hacer comentarios.

 

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