herramienta esencial de la Patria
El 29 de mayo de
1810, la Junta Provisional Gubernativa de las Provincias del Río de la Plata
reorganizó las milicias de Buenos Aires. Ese día marcó el origen del Ejército
Argentino
Infobae, 29 de
Mayo de 2021
Desde las mismas
jornadas de la histórica revolución de 1810 hasta estos días, el Ejército ha
dado incontables testimonios de servicios a la Nación. Por ello, su historia no
es ajena a la historia de nuestro país. Fue un Ejército libertador de media
América, y posteriormente, fue motor de la industria pesada y del desarrollo
económico, en definitiva, una institución siempre comprometida con el progreso
de la Nación.
Hoy, el Ejército
Argentino es una Fuerza Armada profesional cuya doctrina de empleo, centrada en
su misión principal de defender a la Patria, demanda altas exigencias de
formación y adiestramiento. Sus hombres y mujeres se forman en conocimientos y
habilidades específicas, como así también en un conjunto de valores necesarios
para el uso regulado y el empleo moral de la fuerza en defensa de los intereses
de la Nación y la protección de sus habitantes. Para ello llevan a cabo una
rigurosa educación a lo largo de toda su carrera que les permita alcanzar las
competencias necesarias que requiere la profesión. Son militares profesionales,
que juraron defender nuestra Nación hasta perder la vida si fuera necesario.
Estos últimos
catorce meses, ante la crisis provocada por la emergencia sanitaria mundial,
los hombres y mujeres del Ejército realizaron, y aún realizan, un sinfín de
actividades, desde asesorar en función de su capacidad de planeamiento a los
órganos de emergencia, pasando por la ejecución de reconocimientos aéreos y
evacuaciones de pacientes, hasta la preparación y distribución de comida y el
empleo pleno de sus hospitales y personal de sanidad.
Una de las
principales acciones llevadas a cabo es la modernización de su sistema
educativo en línea con la Ley Nacional de Educación, a través del cual, ha
definido a la educación como la actividad más importante a desarrollar en
tiempo de paz consciente de que es la llave de acceso al futuro. Por ello ha
diseñado y puesto en práctica una amplia oferta educativa, extensiva en su
mayor parte a toda la ciudadanía, que incluye la educación en los Liceos
Militares, diversas tecnicaturas para la formación de los suboficiales,
carreras de grado en el Colegio Militar de la Nación y el dictado de carreras
de grado y postgrado en sus facultades.
Pero el Ejército
no se detiene y busca nuevos horizontes, en el marco de los cuales procura
desarrollar y alcanzar un alto grado de interoperabilidad con los ejércitos de
la región, en el convencimiento que la confianza mutua contribuirá a hacer de
nuestra región una zona de paz para todos sus habitantes. Los ejercicios de
adiestramiento operacional realizados con la República Federativa del Brasil y
la Fuerza de Paz Combinada “Cruz del Sur”, organizada entre Argentina y Chile
son una muestra clara de ello.
Para alcanzar esos
objetivos, es necesario que sus soldados dispongan de material moderno que les
permita desarrollar plenamente su vocación y dentro de los más estrictos
márgenes de seguridad posible. Por ello, ha generado grandes esperanzas la
promulgación de la Ley del Fondo para la Defensa (FONDEF), que constituye un
horizonte de expectativas y motivación al conjunto de la Fuerza, que permitirá
encarar iniciativas de reequipamiento y modernización de material.
A casi cuarenta
años de la Guerra de Malvinas, sin ninguna duda el Ejército Argentino acompaña
desde siempre a la Nación en las diferentes circunstancias por las que esta
atraviesa y, fiel a su legado histórico, da respuestas concretas y oportunas a
los desafíos de cada momento. La vocación de servicio es su motor, los impulsa
y sostiene cada vez que la Patria los necesita.
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