lunes, 7 de febrero de 2022

ARGENTINA: MK A FONDO


 un documento filtrado explica la génesis de la decisión


SERGIO JULIO NERGUIZIAN


El Ojo Digital, 04 de Febrero de 2022

 

No revelaremos la fuente que nos facilitó el documento, debido a dos razones: porque estamos eximidos de hacerlo, y porque la autoría del paper de referencia -en virtud de su polémico contenido- muy probablemente desmienta su involucramiento.

 

'Documento de circulación restringida

 

1. El Fondo como oportunidad.

 

La crisis de la deuda externa argentina no parece tener, en el corto plazo, la resolución que satisfaga plenamente los intereses del campo nacional y popular, expresión sobre la que regresaremos poco después, conforme se ha prestado a apropiaciones destinadas a diluír su contenido primigenio y esencial. Nuestro objetivo inmediato es proponer la observación de este escollo insalvable, como una oportunidad excepcional para producir el acontecimiento disruptivo requerido, a efectos de proceder al inicio de un ciclo de transformaciones profundas de toda la matriz productiva del país y de los esquemas anquilosados de distribución de su renta global.

 

Martín Guzmán y Máximo Kirchner, Presupuesto de Martín Guzmán, Acuerdo con el FMI, Fracaso económicoEl capital primordial que contiene nuestra actual circunstancia histórica consiste en el desenlace de la crisis, hasta culminar en el modo default. En este punto, estaremos más cerca que nunca, en los últimos cincuenta años, de producir una aceleración vertiginosa de los acontecimientos que debería desembocar en el prólogo de la revolución esperada. Entendemos este voluble término como lo entiende la escuela alemana de Derecho inspirada en Kelsen: la revolución implica la subtitución de la Norma Fundamental, entre nosotros, la Constitución Nacional. Cuando en 1976 se produce el golpe militar, la Junta dicta un estatuto con normas elementales para el funcionamiento del gobierno, y aclara: se respetarán las garantías constitucionales consagradas en la Constitucion, siempre que las mismas no entren en contradicción con las normas del Estatuto que fija los lineamientos del Proceso de Reconstrucción Nacional. Desde el golpe de Uriburu en 1930, la Corte Suprema comenzó a desarrollar la tesis que legitimaba los actos del gobierno a partir del principio del 'derecho de la revolución triunfante'. Es decir, que el 'punto default' es una oportundidad excepcional para prologar el ciclo de transformaciones que el país viene relegando hace décadas.

 

Por el contrario, la firma de un acuerdo perpetuará la postración nacional, en un constexto realmente paradójico: ambas partes saben que ningún acuerdo 'potable' (es decir, suceptible de captar la voluntad de oficialismo y oposición, aunque con reparos menores) tiene chance alguna de ser cumplido. Es más: el país no puede cumplirlo, y el Fondo no tiene interés alguno en que se cumpla. Fue creado para cuidar y sostener el valor de las monedas de los países-miembro, objetivo laudable detrás del cual se oculta el control de las economías periféricas, a fin de impedir su emancipación y consolidar a sus clases dominantes en el rol de gendarmes vernáculos del equilibrio capitalista.

 

2. Una tentación que corresponde rechazar

 

Mientras se preparan las condiciones para alcanza el punto default, es posible que sectores impacientes intenten malvinizar el contexto. Es fácil observar que la sociedad argentina (término ambigüo que citamos con reservas, no siendo éste el sitio idóneo para proceder a su dilucidación) no se encuentra en condiciones de asumir la crisis de la deuda como una gesta nacional, en razón de que sucesivas defraudaciones a la ingenuidad de las masas la han puesto en estado de sospecha a todo llamamiento a una épica reinvindicatoria.

 

 

 

El default integra el concepto de las llamadas 'condiciones objetivas', requisito de naturaleza material obsequiado por los hechos (como acontecimientos perceptibles por los sentidos), condiciones que construyen el escenario de la revolución. Son necesarias, pero aún insuficientes para el desarrollo de la bisagra histórica en gestación. La contracara, las condiciones subjetivas, reclaman precisamente un sujeto, una entidad humana individual o colectiva que lidera el ciclo transformador. El 17 de octubre de 1945, emerge en el escenario nacional un nuevo actor: el proletariado industrial del Gran Buenos Aires (rol plural), legítimamente deslumbrado por un Coronel del Ejército (rol singular).

 

La transformación como sendero escabroso tiene siempre un costo inicial en términos de bienestar popular. En efecto, las fuerzas que se resistirán al cambio disponen de algunos recursos temibles para frenar el ciclo que tendrá por objetivo reconvertir a la democracia en el formato de una encuesta de opinión periódica, a fin de que funcione como un régimen de representación de los intereses de las grandes mayorías. Dos son los medios de resistencia:

 

La disponibilidad de los principales medios de comunicación social permitirá el inicio de una campaña de desprestigio del llamado a la epopeya de la resistencia. Se apelará a la advertencia de que repudiar la deuda implicará en los hechos condenar al país a la condición de 'paria internacional', ocultando arteramente con este artilugio verbal que la Nación ya lo es en la actualidad. Solicitará el auxilio de las opiniones que el sistema de prestigios remunerados cataloga como 'serias' cuando, en rigor, se trata de empleados jerarquizados del capital altamente concentrado.

 

Algunas variables económicas -en particular, el mercado de cambios del dólar estadounidense- serán manipulados, con el objeto de llevar su valor equivalente en moneda nacional a un punto cercano al pánico colectivo, y de generar en los operadores económicos actitudes preventivas ante la inminenecia de la catástrofe, cuya primera consecuencia será el alza desenfrenada en los precios de los artículos de primera necesidad,el acopio y la escasez por desabastecimiento programado.

 

 

3. Generando la condición subjetiva

 

Es primordial que, desde el parlamento, se requiera la revisión de cualquier esquema de acuerdo, a fin de imponer modificaciones de tal natualeza que aseguren la imposibilidad de que las mismas sean aceptadas por el Fondo y por los sectores del propio Gobierno comprometidos con la perpetuación del status quo. Apelando a todos los medios disponibles, se deberá instalar la idea de que quienes niegan al Parlamento la facultad de controlar los términos de una negociación son los mismos que desprecian el costo que, en términos de calidad de vida, deberán soportar los argentinos -especialmente sus sectores más vulnerables.

 

En este punto, una persona (y sólo una) debe asumir la representación de un movimiento dispuesto a llevar al Partido del Gobierno a un cisma sin retorno en el corto plazo, y proceder a la ocupación táctica de todo el espectro del progresismo nacional, a fin de fagocitar el protagonismo de partidos menores; e incluso tentando a sectores que sostienen la defensa de la interpretación tradicional de la Doctrina, y al nacionalismo no-oligárquico.

 

Tres son los rasgos que deberán subrarayarse en torno al nuevo actor convocante en construcción.

 

Es una persona joven; por lo tanto, no lo alcanzan los estigmas de los individuos que obstaculizan la evolución de las fuerzas mayoritarias, alternándose en los nichos de Poder desde hace décadas en un desfile agobiante de rostros repetidos hasta el hartazgo.

 

Es heredero de una familia que ejerció el Gobierno en nombre del único Movimiento de masas del país, integrando al período 1946-1945 el ciclo 2003-2011 como los dos más prósperos de la historia contemporánea.

 

Viene a convocar a un Gobierno de Salvación Nacional, a fin de sumar a todos sin exclusiones  a la tarea común de la emancipación como tarea histórica, sin otro requisito que la identificación con los intereses superiores y permanentes del campo popular.

 

Así como el rechazo al Acuerdo constituye el hecho disruptivo que puede prologar la gestión revolucionaria, la amenaza de quiebre de la precaria unidad de la coalición gobernante es el segundo requisito para la viabilidad del proyecto'.

 

* * *

 

El resto del paper se ocupa de aspectos organizativos que creemos podrían fastidiar definitivamente al esforzado lector que ha acompañado, hasta aquí, el desarrollo del documento.

 

Sobre Sergio Julio Nerguizian

De profesión Abogado, Sergio Julio Nerguizian oficia de colaborador en El Ojo Digital (Argentina) y otros medios del país.

 

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