post Biden
Germán Gorraiz
López
Informador
Público, Jul 26-2022
Donald Trump
denunció en la revista The National Interest la “excesiva cantidad de armamento
que circula actualmente en el mundo”, con lo que su posible victoria en el 2024
supondría la asunción de la Doctrina del Aislacionismo de EEUU en el plano
militar y la entronización del G-3 (EEUU, Rusia y China) como “primus inter
pares” en la gobernanza mundial quedando de paso la UE, Japón, India y Brasil
como convidados de piedra en el nuevo escenario geopolítico.
EL NUEVO ORDEN
MULTIPOLAR POST BIDEN
La crisis de
Crimea habría significado el retorno de la Doctrina Brézhnev (también llamada
doctrina de la soberanía limitada), que instauró que “Rusia tiene derecho a
intervenir incluso militarmente en asuntos internos de los países de su área de
influencia”, instaurando una red de anillos orbitales que gravitarán sobré la
égida rusa. El llamado patio trasero de Rusia estaría vertebrado en lo económico
por la Unión Económica Euroasiática (UEE) integrada por Rusia, Bielorrusia,
Armenia, Kirguistán y Kazajistán y en lo militar por la Organización del
Tratado de la Seguridad Colectiva (OTSC), alianza de países desgajados de la
extinta URSS integrada por Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán y
Tajikistán y liderada por Rusia con el objetivo de “contrarrestar las amenazas
externas” y que se habría plasmado en la llegada de tropas rusas y bielorrusas
a Kazajistán para asegurar la permanencia en el Poder del líder kazajo, Tokayev
y asegurarse el control del cosmódromo de Baikonur, la mayor base espacial del
mundo.
Respecto de
Ucrania, Putin intenta conseguir que Ucrania no entre en la OTAN y que el
contencioso ucraniano quede perfilado con la división de Ucrania en dos
mitades, quedando el Sur y Este del país (incluida Crimea y el Mar de Azov)
bajo la órbita rusa mientras el Centro y Oeste de la actual Ucrania navegarán
tras la estela de la UE. Así tras la firma de un próximo acuerdo de Paz entre
Putin y Zelenski, la línea imaginaria que uniría Dnipro, Zaporiyia y Jersón
pasará a ser el nuevo Muro de Berlín de la Guerra Fría 2.0, con lo que Putin
logrará el control total del Mar de Azov y la salida al Mar Negro a través de
Jerson, quedando Odessa como única salida al mar de Ucrania Sin embargo, Putin
es consciente de la nueva dinámica acción-reacción en la que verán envueltas
las relaciones ruso-estadounidenses a partir de este momento (Guerra Fría 2.0)
y que se traducirá en el recrudecimiento de la estrategia kentiana de EEUU para
asfixiar la economía rusa. Dicha doctrina se plasmaría en la reciente
implementación de sanciones contra Rusia que persiguen lograr su inanición
financiera y una asfixia económica que desemboque en un default o suspensión de
pagos aunado con una inflación estratosférica que provoque una carestía de la
vida inasumible por la sociedad rusa y que desemboque posteriormente en una
Revolución de Colores contra Putin.
Así, las durísimas
declaraciones de Joe Biden sobre Rusia (“Putin es un criminal de guerra”) y la
implementación de sanciones para lograr la asfixia económica y la inanición
financiera de Rusia a raíz de la crisis ucraniana han escenificado la llegada
de la Guerra Fría 2.0 y el retorno de las tesis geopolítica de George Kennan
quién afirmó que "decir que el derrocamiento de los regímenes hostiles a
EEUU es el objetivo principal de los servicios de inteligencia de EEUU, es un
secreto a voces", que vendría simbolizado en el gazapo de Biden al afirmar
que “Putin no merece estar en el poder”, de lo que se deduce que la obsesión de
Biden de lograr el sometimiento de Rusia a los dictados de EEUU sería un
obstáculo para lograr un nuevo Orden Multipolar basado en el G3.
Sin embargo, los
indicios de senilidad de Biden, el fiasco de Afganistán, la falta de acuerdos
parlamentarios para aprobar su programa de New Deal con inversiones en
servicios sociales, lucha contra el cambio climático y construcción de
infraestructuras valorados en billones de dólares habría provocado una caída en
su índice de popularidad hasta el 39%. Ello, aunado con una inflación desbocada
y la posible entrada en recesión de la economía el año podría desembocar en el
triunfo republicano en las elecciones intermedias del 2022 que anticiparían el
triunfo de Trump en las Presidenciales del 2024 y que conllevaría la firma con
Rusia de un nuevo Tratado de Coexistencia Pacífica y la entronización del G3
(EEUU, Rusia y China) como primus inter pares en la gobernanza mundial de la
próxima década.
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