Brig.My.
(R) Guillermo Adolfo Donadille
Ya
desde su título, el artículo de Alconada Mon es propenso a inclinar la opinión
pública contra un sector, el de las FFAA nacionales. “Malvinas. En plena
guerra, militares argentinos exigieron sobornos para comprar aviones de combate
y municiones”.
En
principio, si hubo corrupción lo apropiado es conocer quiénes la practicaron,
con el objeto de separar la paja del trigo, no es bueno mezclar a la gente
decente con los malandras; lamentablemente el periodista, no da pistas precisas
de supuestos corruptos.
Por
otra parte, en su argumentación comete gruesos errores con hechos y fechas,
inclinando a los lectores con su relato hacia una sola dirección. Desde luego
estas imprecisiones hacen dudar de la veracidad de lo investigado; van algunos
ejemplos: 1) los MV Dagger se compraron en 1978 para hacer frente a un posible
conflicto con los chilenos por el tema de las islas del Beagle, y no para
luchar contra los británicos cuatro años después de adquiridos. 2) El proceso
de adquisición de los Mirage III BC se realizó durante 1983; es decir en
ninguno de los dos casos fue como manifiesta el título del artículo (… En plena
guerra, militares argentinos exigieron sobornos para comprar aviones de
combate…) 3) durante el conflicto de Malvinas, ningún sistema de armas
(aviones) de la Fuerza Aérea poseía Radar Warning (alertador de radar) así que
me resulta muy extraño que la Institución haya adquirido diez mil cartuchos de
Chaff (señuelos anti radar) y dos mil Flares (señuelos contra misiles
infrarrojos) y aseguro que esos ingenios no se disparan con la mano.
¿De
dónde saco los datos aportados? de lo siguiente: siendo Capitán de la Fuerza
Aérea Argentina, tuve la suerte de haber integrado un pequeño grupo de
aviadores de la Institución (así, con mayúsculas) para recibir instrucción en
Israel, a efectos de operar los Mirage V Dagger, aviones que comenzaron a
arribar al país a finales de 1978; además con dicho material intervine en el
conflicto del Atlántico Sur, casi cuatro años después de su llegada al país. En
referencia a los Mirage III BC, en 1984 fui designado como jefe de uno de los
dos escuadrones aéreos que se formaron con el lote de aviones adquiridos, y doy
fe que durante todo ese año lo pasamos (pilotos y mecánicos) poniendo a punto
las aeronaves para llevarlas a sus unidades de asiento, en mi caso la IV
Brigada aérea en Mendoza.
Finalizando, me parece muy suspicaz que una
nota como esta aparezca en estas fechas, próximas al aniversario número
cuarenta del Conflicto Malvinas. Evidentemente los esfuerzos por desmalvinizar
la conciencia de los argentinos se intensifican.
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