domingo, 27 de marzo de 2022

MEMORIA PARCIAL

 

DE MUCHOS UNIVERSITARIOS


Lic. Carlos Rivero


26-3-2022

 

El pasado 24/03 se celebró el Dia de la Memoria, pero de una memoria parcial y mentirosa, parcial porque solo se recordaba a los que en su momento estuvieron ligados a la subversión y al terrorismo y mentirosa porque se inventó una cifra que tuvo que ser impuesta por Ley para su aceptación, pero que no aclara los datos de quienes la integraban.


Ello trajo a mi memoria cometidos por los subversivos en la UNC que los actuales integrantes de la misma parecen haber olvidado. Dos humildes serenos Herrera y Gonzalez que custodiaban el Pabellón Argentina fueron asesinados una noche cuando se opusieron a un grupo que intentó bajar la Bandera Nacional y reemplazarla por un trapo rojo. Hubo otro caso penoso sucedido el 9/06/76 Córdoba, dentro de la Ciudad Universitaria, fue asesinado el Dr. Juan Luis Nogueira García , Decano de la Fac. de Cs. Económicas, por 3 individuos jóvenes entre los que había una mujer. Uno le disparó en la cabeza y la mujer lo remató en el suelo con 2 tiros, dándose a la fuga, el Decano pagaba con su vida una generosa actitud que había tenido con su Facultad.


Efectivamente, en las Universidades las Autoridades (Rectores, Decanos, etc.) habían sido reemplazados por Delegados Militares que generalmente eran profesionales universitarios asimilados pero de otra especialidad de la Facultad que tenían a cargo (por ej. la Fac. de Derecho tenía un Delegado Bioquímico). Pero la Facultad de Ciencias Económicas presentaba un problema, dentro de su plan de estudios –fundamentalmente en la Licenciatura- existían materias  como Historia de las Doctrinas Económicas, Historia Social y Económica y otras, que incluían el estudio de las doctrinas marxistas, socialistas, etc., que corrían el riesgo de ser prohibidas malogrando la formación académica de los estudiantes.


Eso era sabido por los integrantes del Claustro Académico, pero eran tiempos difíciles para cuestionar, pero el Dr. Nogueira no lo dudó y planteó el problema ante el Delegado Militar en el Rectorado y logró que se lo mantuviese en el Decanato y con ello mantener el plan de estudios, a pesar del riesgo que ello significaba –eran tiempos en que las ideas se combatían con la muerte-.


Este universitario se jugó por la enseñanza de su Facultad y pagó con su vida su generoso gesto. Los actuales dirigentes universitarios han perdido la memoria y no recuerdan a sus muertos, que perdieron su vida por servirla. Por suerte quedamos algunos veteranos que aún no hemos perdido la memoria.

 

 

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