Orlando J. Ferreres
La Nación, 17 de septiembre
de 2020
Este año, en función de los
gastos sociales que han aumentado y de los recursos fiscales que han disminuido
en términos reales (crecieron menos que la inflación), el gasto público consolidado ha llegado casi al 47% del PIB.
¿A qué cifra anterior se
parece? Al gasto público consolidado del 2015. Después de ese año, el gasto
consolidado se mantuvo alto y solo había comenzado a reducirse en 2018 y
-especialmente- en 2019, pero ahora retomó ese gran nivel del 2015, lo que es
un problema, aunque no hubo mucha alternativa práctica para frenarlo.
En detalle: cómo se compone
el gasto público en la Argentina
Primero, habría que definir
bien qué es el gasto público consolidado. Este incluye todos los gastos como
los salarios, jubilaciones, gastos económicos y sociales de todas las
jurisdicciones (nación, provincias y municipios), aunque restando las
transferencias entre las mismas para evitar duplicaciones. Por ejemplo, si una
provincia ejecuta sus gastos en inversión ese se considera gasto provincial, no
un gasto nacional, aunque haya otros gastos nacionales en cada provincia. Lo
mismo ocurre con los gastos sociales ejecutados por una municipalidad con sus
propios recursos, son gastos municipales. Lo más común de los gastos
municipales son los sueldos de sus empleados.
¿Por qué es importante el
gasto público consolidado? Porque muchas veces se transfieren los gastos de una
jurisdicción a otra y esta es la única manera de contar todos los gastos
estatales al mismo tiempo y no equivocarnos. En estos gastos también se incluyen
los correspondientes a la deuda pública clasificados por cada jurisdicción.
También en este año tenemos los gastos sociales, como el Ingreso Familiar de
Emergencia (IFE) o los gastos para empresas relacionados con el pago de
salarios y otros gastos sociales.
Todos estos gastos hicieron
aumentar notablemente el déficit fiscal primario, es decir, el déficit sin
considerar los intereses de la deuda pública. ¿Cómo varió este déficit
primario? De ser el 0,5% del PIB en 2019, pasaría este año a ser el 7,5% del
PIB, o sea que ha tenido un aumento extraordinario, que sería de unos US$
34.000 millones aproximadamente. Este gasto se suma a los gastos de 2019 y por
eso llegamos aproximadamente al 47% del PIB.
En la Argentina, la grieta
se expresa en el gasto público
¿Qué podemos esperar para el
año 2021? En este mes se va a enviar el Presupuesto Nacional para el 2021, por
lo que pronto tendremos una guía adecuada para juzgarlo. Solo queremos
mencionar que el gasto consolidado
(nación, provincias, municipios) sustentable tendría que llegar a los US$
100.000 millones al tipo de cambio oficial. Se estima que el gasto público
consolidado bajó de cerca de US$ 300.000 millones en 2017 a US$ 175.000
millones en 2020.
Podemos observar que el
gasto público consolidado siempre llegó al 28-30% del PIB y recién en el 2007
se incrementó significativamente, pero ahora no podría pagarse. Esto es
evidente, pues también se efectuó una reestructuración de la deuda pública para
hacerla factible a nuestra sustentabilidad.
Si no podemos cumplir con el
gasto sustentable, es difícil que lleguemos a tener condiciones macroeconómicas
sustentables también, como baja inflación, incremento del producto, aumento del
empleo, reducción de la pobreza y crecimiento de la inversión.
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