la Armada conocía la ubicación del submarino hundido
20 días después de su desaparición
Por Andrés
Klipphan
Infobae, 7 de
Noviembre de 2020
El Gobierno de
Mauricio Macri conocía la ubicación del siniestrado submarino ARA San Juan, al
menos desde el 5 de diciembre de 2017. Es decir 20 días después de su
desaparición. La posición la habría revelado el buque chileno Cabo de Hornos.
Así lo dijo ante la Cámara Federal de Apelaciones de Comodoro Rivadavia el
contralmirante retirado Luis Enrique López Mazzeo, ex comandante de
Adiestramiento y Alistamiento de la Armada y uno de los imputados en la causa
por el hundimiento del navío.
La revelación
generó indignación entre los familiares de los 44 tripulantes fallecidos y los
abogados querellantes que los representan, entre ellos Fernando Burlando y
Valeria Carreras.
El ex oficial
declaró ante el tribunal superior integrado por los jueces Javier Leal de
Ibarra (presidente), Aldo Suárez y Hebe Corchuelo de Huberman para defenderse
del procesamiento que el 31 de enero pasado le dictó la jueza federal de Caleta
Olivia, Marta Yánez, por no haberse asesorado debidamente ni ocuparse
personalmente de verificar el estado de la nave en forma previa a la
realización de un ejercicio naval combinado de gran envergadura.
Las palabras
exactas de López Mazzeo ante los magistrados fueron las siguientes: “Cuando
usted vea toda la documentación, se va a dar cuenta de que nosotros, cuando
tuve que firmar el mensaje más doloroso en toda mi carrera que fue el cierre
del caso SAR (por la búsqueda y rescate) teníamos detectada la posición del
submarino y por eso habíamos coordinado con la Marina Británica el 5 de
diciembre (de 2017) el pedido de un vehículo autónomo, porque sabíamos que
podía estar únicamente en dos cañadones, que era lo que no podíamos verificar
con todos los medios internacionales requeridos”.
Es la primera vez
que se reconoce públicamente que el “contacto” que a través del sonar (sonido,
no imágenes) realizado por el buque chileno pertenecían al ARA San Juan.
Las razones son
varias: en primer lugar porque el capitán Enrique Balbi, por entonces vocero de
la Armada, descartó esa posibilidad.
Ese mismo 5 de
diciembre, al que hizo referencia López Mazzeo, la cara visible de la Marina
dijo en conferencia de prensa: “No hay mayores novedades”, respecto de la
búsqueda del submarino. Y agregó: “En estos momentos se encuentra
inspeccionando ese objeto o alteración de fondo, que puede ser metálico o no
metálico, que detectó hace unos días el buque oceanográfico Cabo de Hornos de
la Armada de Chile y que se encuentra a 940 metros”.
Balbi también
explicó que el objeto tenía solo 30 metros de largo y que el ARA San Juan tenía
una dimensión mayor.
Sin embargo,
cuando un año después el buque noruego Seabed Constructor, operado por la
empresa norteamericana Ocean Infinity, lo halló en una zona muy próxima a la
señalada por el buque chileno, por efecto de la presión, el submarino tenía esa
dimensión, 33 metros.
El segundo punto
que llama a la indignación es porque, dada la profundidad en la que se
encontraba, la zona debía ser explorada por un vehículo submarino autónomo. La
armada británica, que formó parte de la búsqueda y rescate con el imponente
rompe hielo HMS Protector, se ofreció a realizar la tarea. Sin embargo, la
Armada Argentina, en ese momento a cargo del almirante Marcelo Srur, nunca
autorizó esa búsqueda.
El buque
científico chileno Cabo de Hornos detectó a través de sus sonares un objeto
compatible con el ARA San Juan a más de 900 metros de profundidad
El buque
científico chileno Cabo de Hornos detectó a través de sus sonares un objeto
compatible con el ARA San Juan a más de 900 metros de profundidad
En este punto,
existe una controversia que por ahora no fue saldada. López Mazzeo sostiene que
Srur, su jefe directo, nunca le dio la autorización para que los ingleses
realicen la tarea que podría haber terminado con el hallazgo de los restos del
submarino a 20 días de su desaparición. Lo sostuvo en su declaración
indagatoria.
El ex jefe de la
Marina, en cambio, dice que al enterarse del hallazgo del Cabo de Hornos, y la
recomendación realizada por la propia armada de los Estados Unidos para que se
explore esos cañadones, asegura que ese 5 de diciembre, efectivamente se le
solicitó la utilización del ROV. Que por esa razón informó al Ministerio de
Defensa, que estaba a cargo de Oscar Aguad, a través del entonces secretario de
Estrategia y Asuntos Militares, Horacio Aldo Chighizola.
El funcionario le
habría dicho que tenía que solicitar autorización a Cancillería, por tratarse
de Gran Bretaña, la potencia con la cual Argentina mantiene su disputa
internacional por la soberanía de las Islas Malvinas.
Siempre según
relatan en el entorno de Srur (que hasta ahora no está imputado en la causa),
Chighizola obtuvo la autorización política para que la Marina Británica inicie
la exploración en el área señalada por el buque Cabo de Hornos. En este punto,
fuentes vinculadas a Srur le dijeron a Infobae que el ex jefe de la Armada de
manera telefónica le dio el aval a López Mazzeo, pero que sin embargo este “por
razones que deberá explicar no intensificó la búsqueda en ese lugar”.
“En caso de
confirmarse lo que dijo López Mazzeo ante el tribunal estamos frente a un
escandalo sin precedentes”, le dice a este medio la abogada Valeria Carreras,
quien junto a Fernando Burlando integran la querella mayoritaria y que han
impulsado, incluso, las imputaciones en la causa del ex presidente Macri, el ex
ministro de Defensa, Aguad, y del ex jefe de la Armada, Srur.
La solicitud contó
con el acompañamiento del fiscal de Cámara y ahora será el tribunal quien
deberá decidir si acepta o no las nuevas imputaciones solicitadas.
Carreras recordó
también que durante su declaración indagatoria, realizada el 25 de noviembre de
2019 ante la jueza Yáñez, López Mazzeo dijo: “Nunca presencié mayor ignominia
hacia la Armada, que la actitud cobarde y mentirosa de quien fuera su Jefe en
aquellos momentos, así como la de algunos pocos que lo secundaron y de quienes
-movidos por intereses personales- causaron la demora en el hallazgo del
naufragio, ignorando y desprestigiando el trabajo profesional al que
afanosamente se entregó el personal naval durante la búsqueda de sus camaradas
naufragados. Se extendió en forma inaudita la agonía de los familiares y seres
queridos, integrantes de la familia naval, a la que pertenezco junto con mi
propia familia, al negarles, durante todo el tiempo en que veladamente se
discontinuó con la búsqueda del ARA San Juan, el derecho a un duelo de sus
seres queridos, muertos en acto de servicio”.
“Legalmente la
declaración de López Mazzeo obliga a realizar una causa aparte, por el
ocultamiento y la complicidad que venimos denunciando siempre, pero desdobla la
causa en dos porque no hay que olvidar que se debe determinar quienes son los
responsables de las 44 muertes”, afirma la querellante y precisa: “En ese
segundo expediente deberá investigase a los responsables de semejante
ocultamiento, de las contrataciones a empresas de búsqueda, del beneficio que
trajo la saga de cargos, gastos, y movidas para seguir tapando la verdad.
Especialmente habrá que analizar, quienes estaban en conocimiento de la
ubicación de los restos del submarino”.
El procesamiento
fue el 31 de enero de este año y se completa con el capitán de navío Claudio
Villamide, ex comandante de la fuerza de submarinos; el contraalmirante Luis
Malchiodi, ex jefe de mantenimiento y arsenales; el capitán de navío Héctor
Alonso, ex jefe del Estado Mayor del Comando de la Fuerza de Submarinos; el
capitán de fragata Hugo Miguel Correa, ex jefe de departamento de operaciones
de la Fuerza de Submarinos; y el capitán de corbeta Jorge Andrés Sulia, ex jefe
del departamento logística de la fuerza submarina. Se los acusa de “estrago
culposo agravado, incumplimiento de los deberes de funcionario público y
omisión de oficio”.
Alguna de las
imágenes del hallazgo del ARA San Juan, tomadas por la empresa Ocean Infinity y
que la jueza Federal de Caleta Olivia, Marta Yáñez, le mostró a los familiares
de los 44 tripulantes muertos en el siniestro.
El posible
hallazgo del ARA San Juan los primeros días de diciembre de 2017 se vio
reflejado en la prensa y en la propia armada trasandina que reprodujo las
declaraciones del Capitán de Navío César Miranda, comandante del buque Cabo de
Hornos, quien señaló: “En el marco de las incesantes labores y de los múltiples
contactos establecidos, realizamos un hallazgo de un objeto a 940 metros de
profundidad a través de los ecos del buque. Aún resta que la Armada Argentina,
con apoyo del buque ruso Yantar y un robot submarino, precise la naturaleza del
objeto detectado, pero de todas formas estamos orgullosos del largo y
sacrificado trabajo efectuado para apoyar a un país amigo”.
El Yantar efectivamente
exploró la zona. La Marina Rusa nunca comunicó los resultados en la amplia zona
que barrió. Por su parte, la Armada Argentina aseguró que ninguno de los
“contactos” detectados por el Yantar o el Cabo de Hornos eran del ARA San Juan.
Sin embargo, las palabras de López Mazzeo ponen en duda esas afirmaciones y
aviva las especulaciones que detrás de la posterior búsqueda del submarino,
existió un posible negocio económico.
De hecho, el
anuncio del hallazgo del ARA San Juan, el 17 de noviembre de 2018, despertó en
su momento suspicacias, sobre todo porque el buque Seabed Constructor dejó para
su último día de rastrillaje la zona que había señalado un año antes el buque
Cabo de Hornos y que las Armadas de Reino Unido y los Estados Unidos habían
aconsejado explorar en profundidad.
“Si la Armada lo sabía, si Aguad lo sabía, si
Macri lo sabía, ¿por qué fingir la búsqueda y contratarla?", se pregunta
ante este medio Burlando, e intenta aproximar una posible respuesta: “Mentiras,
traición, corrupción, espionaje, pérdida de vidas, de esperanzas, y mucho más,
en eso se transformó la causa por el hundimiento del ARA San Juan.
Lamentablemente es una investigación inconexa y una trama que ni en ficción se
puede reproducir. El gran final de toda esta insensatez es el último dato de
que ‘aparentemente’ se conocía la ubicación del submarino. Es una gran locura,
una gran traición que solo puede justificarse en las almas negras de la
corrupción o del afano ¿Cómo se le puede mentir a una madre, a una esposa a una
mujer en una situación así?”.
La querella
representaba por Burlando y Carreras le adelantó a Infobae que impulsarán a la
Justicia para que, a través de distintas medidas de prueba, los dichos de López
Mazzeo, uno de los seis imputados en el expediente, sean ratificados y
desmentidos.
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