se cobró 4.826 vidas en el
primer semestre de 2020
La Vanguardia, 27/07/2020
San Sebastián, 27 jul
(EFE).- El terrorismo yihadista se cobró al menos 4.826 vidas en todo el mundo
en el primer semestre de 2020, período en el que se produjeron 1.013 ataques de
esta motivación (un 34 % más que en el mismo período del año anterior) en 30
países.
Esta es una de las
principales conclusiones del informe sobre yihadismo, correspondiente a los
primeros seis meses del año, que elabora el Observatorio Internacional de
Estudios sobre Terrorismo (OIET), organismo impulsado por el Colectivo de
Víctimas del Terrorismo (Covite).
El estudio, dirigido por el
investigador Carlos Igualada, revela que un 16 % de todos los países han sido
escenario de al menos un atentado yihadista, si bien Afganistán ha sido el más
golpeado con más de 400 ataques, que también han tenido especial incidencia en
Burkina Faso, Nigeria, Camerún y Mali.
De hecho, el 72 % de este
tipo de acciones tuvieron lugar en estos países que, junto a Níger, Chad,
Mozambique o la República Democrática del Congo, también concentran la mayor
parte de las víctimas mortales.
En este contexto, Afganistán
se ha ido consolidando como el "epicentro" de la actividad yihadista
en todo el mundo "una vez que el Daesh ha ido perdiendo posiciones en Irak
y Siria", según este estudio.
El informe revela que la
actividad terrorista también se ha visto afectada por el COVID-19 que, no
obstante, en algunos casos ha favorecido al movimiento yihadista global porque
los gobiernos se han centrado en combatir la pandemia y también por la puntual
retirada de soldados destinados en misiones internacionales con el fin del
prevenir contagios.
Asimismo, la investigación
advierte de que continúa la "descentralización" del yihadismo con más
franquicias terroristas en distintas partes del mundo.
"Si bien se ha
producido un importante aumento del número de atentados de carácter yihadista
-prosigue el texto-, esto no se ha visto reflejado en un crecimiento del total
de víctimas mortales debido al retroceso de la actividad del Daesh en Siria e
Irak, donde han fallecido cerca de mil personas menos".
El documento destaca en este
punto la "muy llamativa" diferencia entre Afganistán (1.823
fallecidos) y el resto de países en cuanto al número de víctimas, dado que
triplica el dato de Nigeria (611), segundo país con más muertos, mientras que
en tercer lugar se encuentra Burkina Faso (531), que en el mismo periodo de
2019 registró la mitad de víctimas mortales.
A excepción de Nigeria, que
ha experimentado una "leve mejora", el resto de países analizados han
empeorado "de forma notable", destacando los del Sahel y los de
África Occidental.
En estos lugares, los grupos
armados "aprovechan la desconfianza de los ciudadanos con las autoridades
locales y se postulan como alternativa a los gobiernos en zonas
marginadas", aclara el informe que destaca la importancia de que las
autoridades "se esfuercen en mantener y recuperar" la confianza de la
población local "para evitar que sus ciudadanos caigan en manos de los
grupos terroristas".
"Ocho de los diez
ataques más letales durante la primera mitad de 2020 -continúa el informe- se
han producido en países de la región del Sahel y las otras dos acciones
terroristas que han provocado un gran número de víctimas corresponden a la
República Democrática del Congo y a Mozambique, donde existe una amenaza
yihadista creciente".
"Las tendencias -añade-
muestran una línea descendiente en cuanto a la letalidad de las acciones
yihadistas, puesto que estas organizaciones terroristas son cada vez más
conscientes de que el elevado número de víctimas se puede traducir en una pérdida
de apoyo por parte de la población local".
El estudio pone de
manifiesto que los talibanes son "el grupo terrorista más letal" y el
causante del mayor número de víctimas, "gracias a su fuerte presencia en
gran parte del territorio afgano", con 1.423 asesinatos en 389 atentados,
lo que supone el 30 % del total de víctimas.
Por otra parte, Daesh es
"un buen ejemplo para explicar el alto grado de mutabilidad que puede
sufrir una organización terrorista", ya que "ha pasado de realizar
sólo el 50 % de su actividad fuera de Siria e Irak en 2019, a alcanzar un 73 %
en los últimos meses", debido al "incremento exponencial de la
capacidad terrorista de franquicias regionales como ISWAP o el EIGS".
En cuanto al terrorismo
yihadista en Europa, sólo en el primer semestre de 2020 se ha producido el
mismo número de atentados yihadistas en suelo europeo que en todo 2019, por lo
que "es muy probable que al finalizar el año nos encontremos con un
importante aumento del total de acciones terroristas", lo que "rompería
con la dinámica iniciada en 2017 que ha supuesto un retroceso de ataques año a
año".
En total, se han producido
tres atentados yihadistas en Francia y otros cuatro en Reino Unido, todos ellos
con arma blanca que se han cobrado la vida de seis personas, sin incluir a los
terroristas muertos en los atentados.
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