miércoles, 22 de julio de 2020

IMPUESTOS Y AYUDA SOCIAL DEL ESTADO



En Argentina, los impuestos indirectos que se pagan al adquirir bienes o servicios representan una alta carga tributaria, que afecta sobre todo a quienes menos ganan.
Como el país arrastra un problema estructural para enfrentar la pobreza y en breve la mitad de la población podría ser pobre, el dato justifica reclamar una vez más que toda la dirigencia política y social se ponga de acuerdo en una reforma impositiva.

Un estudio del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) demuestra cuán regresivos son, ya que absorben una proporción mayor de los ingresos en los salarios más bajos.
Una persona que percibe 50 mil pesos por mes le aporta al Estado un 23,57 por ciento de ese monto en impuestos indirectos. Pero si el salario fuese de 110 mil pesos, los impuestos indirectos apenas representarían el 19,3 por ciento. Ahora, si se trata de un ingreso del orden de 240 mil pesos, los impuestos indirectos insumen sólo el 14,8 por ciento.

En los menores ingresos aumenta el impacto porque esas personas destinan una porción mucho mayor de lo que perciben al consumo que al ahorro. Un reciente informe del Indec advierte que, a comienzos de este año, el 60 por ciento de la población ocupada registraba ingresos inferiores a 29 mil pesos.

Estamos frente a un círculo vicioso que urge corregir lo antes posible: el Estado siempre termina asistiendo a quienes menos ganan; pero quienes menos ganan son quienes más impuestos le abonan al Estado.


Fuente: La Voz del Interior, editorial, 22-7-20

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