Por Héctor
GIULIANO
(17.6.2023)
La Política
sistemática de Endeudamiento Público de la Argentina no responde a las
necesidades de Financiamiento del Déficit Fiscal sino primordialmente al
sostenimiento de un Atraso Cambiario con altas Tasas de Interés locales, como
mecanismo favorable a los negocios de los Capitales Financieros.
Los economistas
del Establishment - y los Medios de
Comunicación que, en línea con los mismos, controlan la Opinión Pública – viven
repitiendo a coro que el Gasto Público es la Causa del Déficit Fiscal pero
soslayan decir que el principal rubro del Gasto es la Deuda Pública (por
Intereses y por Amortizaciones de Capital).
Caso concreto: el
Déficit Fiscal previsto según el Presupuesto del corriente año 2023 (Ley
27.701) es de 6.4 Billones de Pesos (B$), equivalente a (≡) 23.700 Millones de Dólares (MD), producto de
Ingresos por 22.6 B$ contra Gastos Públicos por 29.0 B$ (monto que incluye 2.9
B$ ≡ 13.300 MD por
Intereses a Pagar durante el Ejercicio).
Más este
Presupuesto – siguiendo una Metodología Internacional discutible – no contempla
como Gasto las colocaciones de Deuda por Capital y Otros Pasivos previstos en
el año, que suman otros 30.0 B$ (≡
137.000 MD): 22.5 B$ (≡
102.700 MD) por Amortizaciones que vencen de Capital más 7.5 B$ (≡ 34.000 MD) de Deuda Nueva.
Esto es, que entre
Intereses y Capital el Gobierno Argentino tiene que pagar y/o refinanciar este
año el total equivalente a unos 33.000 MD: un quantum superior al Presupuesto
del Ejercicio; importe que por Principal - como es regla sistemática - se
refinancia en prácticamente su totalidad pero pagando, como es lógico, cada vez
más Intereses.
Siendo que estos
cálculos oficiales han sido hechos con un tipo de cambio promedio de conversión
de 219 $/US$.
Y así como se
omite hablar de este desequilibrio fundamental e insoluble como causa del
Déficit Fiscal, de la misma manera se omite decir que el principal destino de
esa Deuda, es decir, su causa o motivo de base no es ni ha sido sólo la
cobertura del desequilibrio de las Cuentas del Estado sino particularmente el
sostenimiento del Tipo de Cambio bajo condiciones de Atraso Cambiario relativo
(Devaluación del Peso menor que la Inflación Interna).
Porque la
verdadera razón del aumento del Déficit ha sido y es el sostenimiento del valor
del Dólar – y más precisamente, de un atraso cambiario de la divisa – antes que
la cobertura del Déficit Fiscal.
Siendo así que,
cuanto más bajo esté el Dólar – a valor de Dólar Oficial – más alta será la
rentabilidad de los capitales financieros, que entran en monedas duras.
Y este proceso se
acentúa en la actualidad a través de la “Dolarización de la Deuda en Pesos” en
curso, dado que el 67 % del total de la Deuda Pública está en Moneda Extranjera
(principalmente en dólares) pero el 33 % de la Deuda en Pesos está indexada o
ajustada por Tipo de Cambio (por cláusulas directas y/o Bonos Duales).
Nuestro país ha
tenido sucesivas grandes “olas de endeudamiento” y casi todas guardan
relación directa con el sostenimiento
del Tipo de Cambio: a) El primer salto del Endeudamiento Externo durante el
Proceso Militar (gestión Martínez de Hoz y siguientes), que llevó la Deuda de
unos 8.500 MD en 1971 a 44.000 MD en 1983, b) El segundo salto en el volumen de
la Deuda, durante la Década Menemista de los ´90 (gestión Cavallo-Roque
Fernández), que la duplicó de 62.000 a 122.000 MD (pese a que en el mismo
periodo se privatizaron Empresas del Estado por valor de unos 35.000 MD),
porque – importante - la Convertibilidad se sostuvo con Deuda, hasta que
reventó por impago de Intereses, c) Su complemento bajo la administración De La
Rúa-Machinea/Cavallo, que la elevó a 145.000 MD a la fecha de la Crisis de
fines de 2001, d) Otro gran salto durante las tres administraciones del
Kirchnerismo (especialmente bajo Cristina Fernández), que aumentó la Deuda en
algo más de 100.000 MD (12 años en total), aunque con mayor proporción de la
Deuda Interna, e) Un nuevo salto con la Política de Gobernar con Deuda del
presidente Macri, por 82.000 MD, y f) El período actual, bajo la administración
Fernández-Fernández, que hasta la fecha lleva aumentado el endeudamiento del
Estado en otros 75.000 MD (sin contar el aumento paralelo de Letras de Liquidez
del Banco Central – Leliq del BCRA – por el equivalente de otros 40.000 MD, que
no están incluidos en la Deuda del Estado Central).
Ergo, las grandes
etapas del Endeudamiento Público Argentino no fueron determinadas esencialmente
por los Déficits Fiscales sino por el sostenimiento de la Política Cambiaria.
Con el agravante
que esa Política Cambiaria estuvo y sigue estando determinada por la prioridad
de endeudarse – directa y/o indirectamente – para mantener un atraso cambiario.
Por eso, en
definitiva, el objetivo no era ni es defender el valor del Peso sino defender
el Valor del Dólar.
Y con ello,
generando una depreciación del Peso vía Inflación pero manteniendo un retraso
relativo del Dólar – esto es, Tasa de Devaluación inferior a la Tasa de
Inflación – se establece un mayor poder de compra de las divisas extranjeras
que entran a la Economía del país, sea para Invertir, para adquirir Activos
Locales o directa y especialmente para especular en el Mercado Financiero y
Bursátil interno.
De allí la
recordada frase del General Perón que censuraba las políticas devaluatorias
exigidas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) como instrumento de mejora
de las monedas extranjeras sobre el Peso para facilitar comprar por “chirolas”
las Empresas y los Recursos Naturales de la Argentina.
Aunque sujeto esto
- desde hace tiempo y también ahora - a la doble regla de que: 1. La
Devaluación del Peso (Tipo de Cambio) tiene que ser menor que la Inflación
Interna, y paralelamente 2. La Tasa de Interés Real, en cambio, tiene que ser
positiva, es decir, superior a la Inflación.
De modo que, por
carácter transitivo, esta Tasa de Interés alta permite así a las colocaciones
financiero-especulativas en moneda extranjera (básicamente Dólares) obtener una
mayor rentabilidad con regímenes de Tipo de Cambio bajo.
Esto es lo que
explica la tradicional y perversa correlación histórica que se da en la
Economía Argentina – señalada acertadamente por el Dr. Eduardo Conesa desde
hace muchos años - como esquema negativo de combinación entre Tipo de Cambio
bajo y altas Tasas de Interés domésticas.
Lo que configura
una constante sistemática en la evolución de la Deuda Pública de nuestro país.
Consecuentemente,
las grandes “oleadas” de endeudamiento externo bajo el Sistema de Deuda
Perpetua de la presente etapa contemporánea de la Argentina – que va desde el
Golpe de Estado Militar de 1976 hasta nuestros días – habrían tenido como finalidad principal no la
cobertura del Déficit Estatal sino el mantenimiento de un Tipo de Cambio bajo
Política de Dólar Atrasado.
Y este atraso
cambiario, combinado con altas tasas de interés locales, constituye la clave
que favorece así una mayor rentabilidad por arbitraje entre ambas variables
(Tipo de Cambio-Tasa de Interés) a favor de los capitales
especulativo-financieros externos, que entran en moneda dura para beneficiarse
con el negociado de Carry Trade o Bicicleta Financiera.
Por ende, existe
un mito distorsivo de la realidad nacional - armado en función de un Sistema de
Endeudamiento permanente – cuando la Deuda es presentada como necesaria para
cubrir el Déficit Fiscal por culpa del Gasto Público cuando el verdadero
objetivo fue y sigue siendo al revés: sostener un atraso cambiario relativo
para el endeudamiento, que es lo que determina un mayor Gasto Público por
servicios de la Deuda y más Déficit Fiscal. Y a través de ello brindar un
estímulo directo para el Arbitraje especulativo entre Tipos de Cambio y Tasas
de Interés locales, con su correlato de Salida o Fuga de Capitales.
Porque se induce a
pensar que este drenaje de divisas – directa o indirectamente – corresponde a
la migración de capitales argentinos cuando en los hechos estaría perteneciendo
también y muy probablemente en medida mayor a capitales extranjeros
especulativos que retiran fondos más sus ganancias por intereses obtenidos en
la plaza local merced a este mecanismo institucional de la Deuda.
Y todo esto tiene
una importancia clave porque no sólo sirve para repensar la realidad financiera
de la Argentina sino sobre todo para entender que la Deuda Pública – tomada
para sostener el atraso cambiario – no es la Consecuencia sino la principal
Causa del Déficit Fiscal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario