jueves, 27 de julio de 2023

SABER ELEGIR


POR MYRIAM MITRECE - CARLOS IALORENZI

 

La Prensa, 26.07.2023

 

No hay formas de elegir a los gobernantes que sean perfectas, ni que sean irremplazables. Seguramente todas pueden ser mejoradas o cambiadas.

 

Gran parte del mundo está en manos de gobiernos que fueron elegidos por el voto de una mayoría circunstancial. La famosa expresión "Vox Populi Vox Dei" es solamente una manera demagógica de elogiar las decisiones políticas de los pueblos.

 

Como en todas las cosas, para saber elegir lo bueno hay que aprender y reflexionar. La educación es fundamental para poder encontrar el camino correcto.

 

ELECCIONES ESPAÑOLAS

 

El pasado domingo, el pueblo español fue convocado a elecciones para elegir a los parlamentarios que van a intentar formar gobierno y así lograr la mayoría necesaria para investir al nuevo mandatario.

 

Es así como el actual presidente de izquierda, Pedro Sánchez, reaccionó astutamente después de que su partido el PSOE fuera duramente castigado en las elecciones autonómicas del mes de mayo, convocando a elecciones anticipadas, en plenas vacaciones de verano.

 

Esta movida desesperada de Sánchez parece haber logrado un gran avance en su objetivo de volver a ser electo como presidente del gobierno de España.

 

Más allá de adentrarnos en las posibilidades que pueden surgir de las negociaciones políticas y del resultado que arroje el voto de los españoles que viven en el exterior -que se conocerá en pocos días-, España vivirá a partir de ahora un tiempo de gran incertidumbre que puede tener graves consecuencias.

 

Lo que parecía que iba a ser una contundente derrota del oficialismo no solamente no ocurrió, si no que el PSOE recuperó la iniciativa. Sabemos que el actual jefe del gobierno es capaz de cualquier cosa con tal de mantenerse en el poder.

 

Entre las posibilidades que se barajan, puede ser que los separatistas catalanes que no quieren seguir siendo españoles, terminen por avalar una nueva gestión de Sánchez al frente de ejecutivo español. ¡Qué ironía!

 

A juzgar por estos resultados, podemos apreciar que un importante segmento de la sociedad española, no tiene entre sus principales  valores ni la defensa de la vida y la familia, ni la unidad del país.

 

LA REALIDAD ARGENTINA

 

Hace décadas que nuestro país vive de crisis en crisis. Los políticos hace cuarenta años que vienen endiosando a la democracia y apoyando frases como “el pueblo no se equivoca” o que hay que respetar a cualquier gobierno, aunque sea pésimo como el actual, solamente porque como dijimos antes, lo eligió una mayoría circunstancial, descartando la utilización de las herramientas constitucionales que habilitarían el cambio anticipado. 

 

El 10 de diciembre se van a cumplir cuarenta años de la recuperación de los gobiernos constitucionales y el balance de estas cuatro décadas es evidentemente negativo.

 

Seguimos hablando sobre los mismos temas que en 1983 y profundizándolos: jubilaciones miserables, inseguridad, altas tasas de inflación, vivimos pidiendo dinero al FMI y a otros organismos de crédito y seguimos agrandando la deuda interna. A todo este panorama le hemos sumado el gran crecimiento de las adicciones: alcoholismo y drogadicción con ciudades tomadas por el narcotráfico.

    

 

EL CIUDADANO ESPECTADOR

 

Pareciera ser que la sociedad de masas en la era de la posverdad, está acostumbrada a comportarse como un consumidor que decide sus preferencias políticas como si comprara un producto. El análisis reflexivo, el estudio de las ideas políticas y la participación ciudadana en los partidos políticos es notoriamente minoritaria.

 

Otro factor que tiene un peso importante son las encuestas electorales. Estas marcan tendencias que, aunque a veces no reflejen la realidad, igualmente son tomadas en cuenta como referencia a la hora de decidir el voto. Más allá de la honestidad y del profesionalismo de la encuestadora, también puede pasar que muchos ciudadanos no respondan con la verdad sobre su intención de voto porque saben que mediáticamente el candidato es rechazado, o por sentirse presionados por el entorno.

 

Dejarse llevar solo por lo emocional puede generar votos a favor de un candidato por la simple razón que no gane el otro. Así planteadas las cosas, podemos entender el porqué de tantas malas elecciones.

 

La ausencia de una mayoría ávida de formarse políticamente pensando en el bien común, nos puede hacer pensar que no todos estarían en condiciones de elegir responsablemente.

 

Muchos dirán que no vale la pena involucrarse en cuestiones políticas porque todos son lo mismo, sin embargo, la inconciencia no nos libra de las consecuencias de permanecer pasivos. Decía Chesterton “No creo en un destino que recae sobre los hombres sin importar como actúen; pero sí creo en un destino que cae sobre ellos a menos que actúen”.

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