prepara la
despenalización generalizada del consumo y posesión de drogas
Niusdiario,
20/03/2021
El Gobierno
asegura que la represión no ha funcionado
Tratar el consumo
de drogas más como una cuestión de salud pública que como un problema de
seguridad. Esa es la filosofía detrás de la reforma legal que prepara el
Gobierno noruego y por la cual se despenalizará el uso y posesión limitada de
hasta una decena de drogas, entre ellas las más comunes como el cannabis, la
cocaína y la heroína.
El ejecutivo
noruego, una coalición de centro-derecha, presentó un proyecto de ley titulado
‘Del castigo a la ayuda’ con el que quiere cambiar la forma de luchar contra el
consumo de drogas: más diálogo y menos sanción. Más psicología y menos
represión. En lugar de multas y condenas de prisión, convocatorias obligatorias
para sentarse a hablar con un consejero especialista en adicciones.
Noruega calcula
que en los últimos años han muerto 267 personas (de media anual) por sobredosis
de drogas cuando el país tiene 5,4 millones de habitantes. Es una de las tasas
de muerte por sobredosis más altas de Europa. Y según el Gobierno, “es la
prueba de que todo lo que hemos hecho no funciona”.
De aprobarse –y
todo da a entender que sí porque una mayoría parlamentaria se muestra a favor
aunque la negociación puede dar lugar a enmiendas- Noruega tendría una de las
legislaciones sobre consumo y posesión de drogas más laxas del planeta. El
Ejecutivo reconoce que es “la reforma socialmente más radical desde hace
décadas”.
La reforma impone
límites a la posesión de drogas para evitar que se fomente el tráfico. Así, una
persona no podrá tener más de 2 gramos de heroína, cocaína o anfetaminas, más
de una dosis de LSD ni más de 0,5 gramos de MDMA (el principio activo del
éxtasis) ni más de 20 gramos de cannabis. Se puede tener hasta tres de esas
sustancias a la vez.
Guri Melby,
ministra de Conocimiento e Integración, jefa del partido liberal Venstre y
responsable de la reforma aseguró en sede parlamentaria que “ser detenido y
condenado (por posesión o consumo de drogas) normalmente empeora el problema y
no ofrece ninguna solución”.
Melby estima que
las sanciones no son eficaces: “en los países que tienen las penas más duras el
consumo de drogas de los jóvenes no es más bajo. Además, sabemos que esas
legislaciones son injustas socialmente porque los jóvenes de ambientes
desfavorecidos corren más riesgo de ser detenidos por la Policía que los demás
jóvenes”.
No se trata de
legalizar la posesión de drogas sino de despenalizarla. Por lo tanto, la
Policía puede seguir buscando droga y puede decomisarla, lo que no puede es
detener y enviar ante un juez a quien tenga una cantidad que no supere lo
permitido. En caso de tratarse de menores de edad, los policías deberán ponerse
en contacto con sus padres sea cual sea la cantidad que llevaran.
La reforma
encuentra sus mayores enemigos en los sindicatos policiales. Creen que la
despenalización no tiene por qué mejorar la situación de los toxicómanos y que
puede aumentar el consumo. Noruega se
fija en Portugal, que fue el primer país europeo en despenalizar el consumo de
drogas. Los datos de Portugal, recuerda el gobierno noruego, muestran que el
consumo, las sobredosis y las infecciones de VIH se redujeron.
El modelo sueco
El otro modelo en
el que se mira Noruega es el de su vecina Suecia, uno de los países europeos
con una legislación más dura sobre posesión y consumo de drogas. Además de no
haber reducido el consumo, la legislación sueca no impide tampoco que los
crímenes relacionados con las drogas estén en tasas de las más altas de Europa.
Sólo en 2019 hubo
más de 300 tiroteos con 37 muertos y centenares de heridos. A la violencia la
clase política responde con medidas más represivas en lo que parece un círculo
vicioso. En Suecia mueren unas 600 personas al año por sobredosis, una tasa de
aproximadamente 90 por millón de habitantes entre 15 y 64 años.
La media europea,
según datos del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías, es de
22,6 muertos por sobredosis por millón de habitantes. Suecia está en la segunda
peor posición europea, sólo por detrás de Estonia, único país del bloque que
supera los 100 fallecidos por sobredosis por millón de habitantes. Suecia
tiene, con 10,2 millones de habitantes, sufrió más muertes por sobredosis, en
números total, que España, que tiene 4,6 veces más población o que Francia, que
tiene 6,5 veces más.
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