el crédito del FMI
que el Presidente denunció como un fraude
Martín Kanenguiser
Infobae, 2 de
Marzo de 2021
El presidente
Alberto Fernández definió hoy al crédito del Fondo Monetario Internacional
(FMI) acordado en 2018 con el gobierno anterior como el mayor fraude de la
historia argentina y reiteró que esos recursos se utilizaron para la fuga de
capitales, ya que se “evaporaron”.
Además, afirmó que
no hay ningún apuro para cerrar este nuevo programa, porque apurarse es “de
pícaros”, aunque hace un mes el ministro Martín Guzmán sostuvo lo contrario, al
manifestar que quería tenerlo firmado en mayo próximo.
El Gobierno
iniciará una demanda penal contra los funcionarios del gobierno de Mauricio
Macri “para determinar quiénes han sido los autores de la mayor administración
fraudulenta y malversación de caudales”, aunque luego el ex ministro Hernán
Lacunza y el ex presidente del BCRA Guido Sandleris salieron a aclarar cuál fue
el destino de los recursos.
Una hora después
del final del discurso presidencial, el Banco Central informó que le pidió a la
Sindicatura General de la Nación (SIGEN) y a la Oficina Anticorrupción toda “la
documentación vinculada al último acuerdo firmado por la Argentina con el Fondo
Monetario Internacional, para determinar si generaron perjuicios al Estado”.
En el pedido de
investigación se sostiene que “los expedientes que dieron origen a los dos
acuerdos firmados por la administración de Macri con el Fondo Monetario
resultarían incumplimientos a los procedimientos establecidos en diversas leyes
para la constitución de deuda pública externa, así como la violación de
obligaciones asumidas con el FMI”.
De este modo, el
presidente retomó el argumento de la vicepresidente Cristina Fernández de
Kirchner, quien hace un año había denunciado que el Fondo violó sus estatutos
al prestarle a un país para que los dólares volvieran a salir del sistema
financiero.
Desde Cuba, la ex
presidenta había acusado al FMI de violar sus reglas por prestarle dinero al
gobierno de Macri para financiar la fuga de capitales, por lo que le exigió que
aceptara una quita en la deuda del país.
El Fondo le
respondió entonces a través de su vocero, Gerry Rice, al explicar que no hubo
violación alguna de las reglas del organismo, pero el presidente Alberto
Fernández dijo más tarde que el diagnóstico de la vicepresidenta es correcto.
Hace un año, el
Gobierno ya había acusado al FMI y al gobierno de Macri por el crédito del
2018, pero el organismo respondió entonces que no hubo violación a sus estatutos
De todos modos,
más allá de los dichos de cada una de las partes: ¿quién tiene la razón? ¿El
Fondo, o el presidente y la vicepresidenta?
Si se observa el
destino de los USD 44.149 millones que el Fondo le prestó al gobierno de Macri
desde 2018, el detalle refleja los siguientes usos: USD 37.149 millones se
utilizaron para pagar servicios de la deuda en moneda extranjera y 6072
millones de pasivos en moneda nacional, según las cifras oficiales.
En particular, en
el caso de la deuda en moneda extranjera, se aplicaron al pago de USD 15.229
millones en Letras; USD 10.750 millones en el Bonar; USD 5427 millones en bonos
en dólares; USD 280 millones en bonos en euros. Además, se utilizaron USD 3185
millones para el pago a organismos multilaterales y bilaterales; USD 1577
millones para el pago del bono Discount; USD 245 millones para el pago del Par;
USD 253 millones para el Plan Gas; y USD 203 millones en otros conceptos.
Si bien el
Gobierno tuvo que apelar al Fondo en 2018 porque se le cerró el acceso al
mercado de capitales por la crisis cambiaria y la falta de orden fiscal, con el
dinero prestado accedió a recursos a una tasa del 4% en promedio, contra el 8%
que rendían los bonos en aquel momento.
Incesante fuga
Aunque durante el
gobierno de Macri hubo una fuerte salida de capitales –el concepto de fuga
resulta incorrecto ya que refiere a una presunta conducta delictiva que no
tiene correlación con la regulación cambiaria-, durante los dos mandatos de
Cristina Kirchner también hubo una incesante salida de dinero, con cepo y sin
que hubiera un programa de asistencia del organismo multilateral.
Al respecto, en el
primer mandato de Cristina Kirchner, por la manipulación de los datos del
Indec, la pelea con el campo y el atraso cambiario, se fueron unos 80 mil
millones de dólares.
En el primer
mandato de Cristina Kirchner, sin cepo y sin acuerdo con el FMI, también salió
del sistema financiero una enorme cantidad de recursos: USD 80 mil millones
Por este motivo,
apenas ganó la reelección en 2011, el gobierno impuso un cepo que duró hasta
2016 y que se reflejó en los peores indicadores económicos de los 12 años del
kirchnerismo, sin poder frenar en forma total esta presunta “fuga”. Sin
embargo, el debate sigue vigente entre los economistas.
Por un lado, el
economista Agustín D’Attellis, ligado al oficialismo, dijo que “si se cruza
durante ese periodo ingreso por desembolsos del Fondo y la fuga de capitales,
se encuentra que el vínculo es muy fuerte”. Según su propia acta constitutiva,
agregó, “el Fondo no debería haber permitido ese proceso de salida durante los
desembolsos del stand-by”.
En tanto, el
analista de Quantum Fernando Baer afirmó que “es tendenciosa esa definición, de
corte político: el dinero es fungible y los que se refugiaron en dólares no
fueron solamente los fondos y los bancos, sino más de un millón y medio de
argentinos que, mientras pudieron, trataron de preservar el valor de sus
ahorros”.
Además, estimó,
“aunque el ejercicio contrafáctico es imposible, habría que preguntarse qué
hubiese pasado si esos recursos no estaban y qué tendría que haber soportado la
población en su conjunto: más devaluación, inflación y una mayor caída del
salario real”.
“Si no se hubiera
contado con los recursos del FMI, como ocurre en la actualidad, la economía
hubiese estado desde hace mucho más tiempo paralizada, con restricciones de
todo tipo, y al borde del colapso”, agregó.
De este modo, Baer
consideró que resulta útil preguntarse si fue conveniente utilizar el préstamo
del Fondo, dada la crisis de los últimos dos años. “Si se siguiera un
razonamiento lineal diría que no, pero desde el punto de vista del manejo de la
política económica, el país estaría peor, sobre todo porque lo que terminó por
hacer explotar la experiencia anterior fue la política”, agregó.
Por su parte,
Gabriel Caamaño, de Ecoledesma, sostuvo que las expresiones del oficialismo son
“equivocadas, dado que el segundo acuerdo con el Fondo se utilizó para
financiar los vencimientos de capital e intereses”.
“Hubo un aporte
inicial que fue a las reservas del Banco Central que en principio no se había
usado, pero que después de las PASO, también se utilizó para afrontar
vencimientos de la deuda. Por lo tanto, los dólares del Fondo no se utilizaron
para contener al tipo de cambio, sino para pagar la deuda, la gran mayoría en
moneda extranjera”, aseguró.
Por otro lado,
Martín Vauthier, de Eco Go, dijo que “en principio el dinero del Fondo fue para
financiar tanto el pago de la deuda como el déficit fiscal, en un contexto en
el que el mercado se había cerrado”.
De todos modos,
aclaró que “al utilizar parte de los recursos del Fondo para financiar déficit
fiscal, que es en pesos, con deuda en otra moneda, indudablemente en el momento
que el Banco Central decide vender esos dólares e intervenir en el mercado,
esos dólares terminan en el sector privado”.
Por lo tanto, la
pregunta es si el Gobierno no está apelando a las consignas partidarias en
lugar de avanzar en un nuevo acuerdo con el FMI, como se refleja en las
preocupaciones de Washington, que, tarde o temprano, se deberá firmar si se
quiere cumplir con el objetivo de postergar el pago de la deuda de los USD
44.000 millones que están en el medio de la polémica.
La otra cuestión
es si el Gobierno debe focalizarse en investigar la deuda o en bajar el déficit
fiscal, fuente del endeudamiento, ya que, de lo contrario, también podría ser
válido revisar por qué el kirchnerismo tomó deuda en el exterior al 16% del
gobierno de Venezuela en forma directa hace más de una década.
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