chavilenos, narcotalios y duartianos
John Marulanda
El Ojo Digital, 25
de Marzo de 2021
El pasado domingo
21, los habitantes de La Victoria, Apure, amanecieron asustados. Bombardeos y
ametrallamientos se escuchaban desde el sábado; los rumores abundaban y
volaban.
Apure, Venezuela,
Narcoterrorismo. Hasta este miércoles, aún se oían explosiones y disparos. A este
tradicionalmente pacifico poblado, llegó la tragedia del crimen organizado;
ahora, cientos de sus pobladores se unen forzada ola de migrantes venezolanos
hacia territorio colombiano.
Los actores en
escena
Cruzando cincuenta
metros del río Arauca, al frente de la Victoria, en Colombia, está Arauquita,
refugio del ELN desde los años ochenta, y cuadrante delictivo del cártel 10 de
FARC. En este extenso municipio, elenos y farcianos se matan por temporadas y,
por otras, se alían -todo ello, al vaivén de los negocios y del humor de los
cabecillas quienes vivían y descansaban en La Victoria. Esa viciosa situación
se complicó con un nuevo actor, el chavismo y sus FANB, que enriqueció al
ELN a cambio de que impusiera el orden
en el Arco minero del Orinoco.
El ELN cumplió la
tarea a punto de masacres, como las de Tumeremo. Hoy, los chavilenos reciben
dinero de la minería ilegal y del narcotráfico pero, además, distribuyen las
raciones CLAP, hacen rondas con los niños en las escuelas, operan radioemisoras
y están presentes en unos diez estados. Alias Gentil Duarte, un refundador de
las FARC, sobre quien dice el escritor Alejando Ovalles, era 'el único jefe
guerrillero en conocer el lugar donde dormía Marulanda, quien no confiaba el
lugar de reposo ni a los demás miembros del Secretariado', abandonó desde
temprano el negociado de La Habana y decidió recrear las mismas FARC que le deformaron
su cerebro juvenil en su natal Florencia, Caquetá. Su paulatino asentamiento en
la caotizada Venezuela le facilitó, con recursos del narcotráfico, reclutar a
jóvenes y adquirir armamento. Por otra parte, los 'traidores' al acuerdo
habanero Márquez y Santrich terminaron en 'Narcotalia', un nuevo y ostentoso
-al menos mediáticamente- cártel que no pudo disciplinar a Duarte. Entonces, se
declararon la guerra, y se han venido asesinando entre ellos, a lado y lado de
la frontera.
El apoderamiento,
por parte de lugartenientes de Duarte, de municipios con sus economías
agrícola, ganadera, y hotelera, ha enfurecido a Márquez, gran amigo del
chavismo, al cual le ha pedido apoyo para deshacerse de ese pesado rival.
Las FANB en acción
Desde agosto del
año pasado, Caracas ha ordenado operativos contra células y campamentos
duartianos, y es ahí cuando el panorama se oscurece. Según denunciara el
director de Fundaredes, Javier Tarazona, 'poderosos grupos armados irregulares
y bandas criminales en la frontera (…) constantemente luchan entre sí y contra
los cuerpos de seguridad del Estado por el control de los territorios y el
manejo de las actividades económicas ilícitas (...)'. Más de quinientos
enfrentamientos armados y más de ochocientos muertos durante el año pasado es
el saldo que presenta esta ONG.
En combates y
operaciones de asalto a los campamentos de los narcofarcianos duartistas en
Puerto Ayacucho en febrero, y en el Nula en septiembre del 2020, y el reciente
en La Victoria, las bajas militares han sido costosas por comparación a las de
los irregulares, a lo que se suma la pérdida de armamento oficial y los
numerosos civiles detenidos. Las comunidades, muy a su pesar, son redes de
inteligencia para los narcoterroristas, imposible de desbaratar por los militares
y policías. Mucho más si la corrupción es generalizada, como es el caso de la
frontera.
Las FANB alardean
con mucho misil ruso amenazando a los vecinos, pero evidencian poco
entrenamiento y experiencia en la real problemática de guerra irregular del
crimen organizado transnacional que afecta su suelo patrio. En contraste, el
gobierno colombiano bombardeó recientemente un campamento de Duarte en el
Guaviare, área cercana a la frontera, que dejó 11 bajas y nadie lastimado de
las fuerzas militares. Pareciera ser que la herencia revolucionaria
marxista-leninista de Marulanda estuviese siendo borrada, para darle paso a la
nueva realidad del narcoterrorismo chavileno y narcotalio, ambos protegidos por
el gobierno cubano-venezolano. Como que un arsenal de mas de 40 fusiles, armas
cortas y municiones, incautado recientemente en un vehículo para el cual un
General pidió protección, tendría como destinatario final al ELN. Y Santrich
vive protegido, desde el 20 de enero, en Caracas.
Miraflores, pues,
trata de componer el tablero -léase: repartir el territorio- entre havilenos,
narcotalinos y duarteños, facilitando los negocios ilícitos binacionales y
arriesgando un desborde armado fronterizo que puede escalar por accidente o
intencionalmente, hacia situaciones fronterizas mas complejas, de acuerdo a la
estrategia de desestabilización regional diseñada desde el foro de Sao Paulo e
implementada por el Grupo de Puebla.
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