de uno de los aviones de
combate de la Fuerza Aérea reabrió el debate sobre el estado de la aviación
militar
Por Fernando Morales
Infobae, 5 de Agosto de 2020
El escueto comunicado de la
Fuerza Aérea Argentina sacudió el mediodía de este miércoles. “En
circunstancias en que un grupo de aeronaves de caza A4AR realizaba ejercicios
de entrenamiento en el espacio aéreo de las provincias de San Luis y Córdoba,
el avión matrícula C-295 por razones aún no determinadas presentó una falla que
obligó a su piloto (Capitán Gonzalo Britos Venturini) a eyectarse de la misma.
Si bien en un primer momento la eyección alivió a los mandos aeronáuticos,
minutos después pobladores de la localidad cordobesa de Villa Valeria
encontraron el cuerpo sin vida del piloto amarrado al asiento eyectable”.
La cantidad de accidentes
sufridos por hombres y máquinas pertenecientes a la aviación militar con
posterioridad a la guerra de Malvinas enciende cada vez más las alarmas en
todos los tableros del sistema de defensa nacional. Por el simple hecho del
medio en el que la fuerza realiza sus operaciones y entrenamientos, la más
mínima falla termina casi siempre en tragedia.
Infobae consultó a oficiales
de la FAA y a funcionarios del área de Defensa para intentar brindar un
panorama más o menos certero de las condiciones en las que se encuentra hoy el
sistema de defensa aérea de la Argentina, no solo en lo que tiene que ver con
los equipos sino también con el entrenamiento de sus pilotos y auxiliares de
vuelo.
“Lo primero que debemos
tener en cuenta a la hora de hablar de capacidades aéreas es que durante la
guerra de Malvinas se perdieron más de 70 aeronaves y que luego de ello, en
estos casi 40 años, alrededor de 100 quedaron fuera de servicio por
desprogramación o accidentes durante operaciones o ejercitaciones. También es
cierto que hemos tenido incorporaciones y modernizaciones de sistemas de armas.
(Así se llama en la jerga militar al conjunto que conforma el avión, su
armamento y sistema de control de tiro y demás componentes que hacen a la
operación aérea). Se ha procedido a la modernización de los Hércules C130, se
han incorporado los modernos Pampa III, los aviones de entrenamiento Texan,
sistemas de alas rotatorias (helicópteros) y otras aeronaves de transporte”,
indicó a Infobae un brigadier con mando hasta hace pocos meses.
La Fuerza Aérea Hoy
Siendo la institución
militar más joven del país, la Fuerza Aérea esta integrada por 8 Brigadas en
las que tienen su asiento los distintos sistemas de armas que la integran. La
más emblemática es la I Brigada de Palomar, cuna de la fuerza y en la
actualidad base principal de operaciones de la flota de transporte Hércules
C-130 con la que la institución realiza la mayor parte de sus operaciones de
apoyo logístico en todo el país, incluida la base Marambio en la Antártida.
También la búsqueda y rescate, asistencia en catástrofes y emergencias
humanitarias en el país y en el exterior y en la actualidad operaciones
relacionadas con el COVID-19 incluida la repatriación de ciudadanos residentes
en el país.
Los “Hércules” están en
servicio desde hace poco más de 50 años y en los últimos años han sido
sometidos a una modernización integral. “Arrancamos con una primera
modernización en Estados Unidos y luego se siguió con las restantes unidades en
la Fábrica de aviones de Córdoba (FAdea)”. De los cinco Hércules, cuatro ya han
sido renovados. En Palomar también opera un Fokker 28.
La II Brigada con asiento en
Paraná con tareas de apoyo y reconocimiento, constituyó tradicionalmente la
base de operaciones de los aviones de transporte de personal Fokker F27 ya
desprogramados. Actualmente en ella operan aviones Learjet 35A y 60 (para
transporte de personal).
La III Brigada ubicada en
Reconquista (Provincia de Santa Fe) con funciones netamente operativas
(tácticas y estratégicas) albergaba en sus hangares a los ya desprogramados
“Pucará”. Hoy desde allí operan los sistemas de armas Embraer EMB 312 “Tucano”
de las 15 unidades con las que cuenta la FFAA menos de la mitad está operativa.
Estas unidades si bien son de entrenamiento en la actualidad cumplen funciones
de patrullaje y control, pero no están artilladas
La IV Brigada de la
localidad del Plumerillo (Mendoza) tiene como misión fundamental las tareas de
defensa aérea y de salvamento. En ella operan 3 de los modernos IA 63 Pampa III
producidos en FAdeA. La FAA cuenta a la fecha con 6 de estas unidades que aún
no han sido artilladas, aunque recientemente han recibido la homologación de
las autoridades para poder ser dotadas de armamento. En la brigada también
operan dos helicópteros SA 315B Lama.
En cuanto a la V Brigada con
asiento en Villa Reynolds (San Luis) es el asiento natural de los Lockheed
Martin A-4AR entre los que se cuenta el accidentado C295. Estas aeronaves son
las únicas realmente equipadas para realizar tareas militares de defensa. De
las 36 originales la FAA cuenta en la actualidad con 12 y hasta el momento del
siniestro 5 estaban operativas.
La VI Brigada ubicada en
Tandil goza de reconocido prestigio por las acciones realizadas por sus hombres
durante el conflicto de Malvinas. Es en la actualidad otro de los asientos de
los Pampa III (3 unidades no artilladas) y hasta 2015 también albergó a los
Mirage 5, Finger y Dagger. Infobae tuvo la oportunidad de recorrer esta unidad
militar y participar de un ejercicio aéreo a bordo de un Pampa III. En esa
oportunidad el jefe de la misma Comodoro Greissing detalló que la brigada
además de sus aeronaves cuenta con un grupo de artillería antiaérea y desde
allí se despliegan aeronaves a todo el territorio nacional.
En Moreno desarrolla sus
actividades la VII Brigada con tareas tácticas y especiales. En la actualidad
en ella operan sistemas de helicópteros Bell 212 Bell 412 Hughes 5000 y MI-171
E (15 unidades en total).
La IX Brigada basada en
Comodoro Rivadavia (Chubut) constituye el puente logístico por excelencia a
Marambio (Antártida Argentina). Cuenta con tres aviones Twin Otter y un Saab
340B.
El despliegue territorial de
la FAA se completa con las bases aéreas de Río Gallegos, Mar del Plata y la
Dirección de Control del Aeroespacio.
En
los últimos cuatro años la FAA incorporó 12 aviones Texan II de entrenamiento
básico destinados a la Escuela de Aviación Militar. Los ya mencionados Pampa
III (6 unidades) 8 aviones TECNAM y 4 helicópteros Bell 412.
Según detallan desde el Ministerio de Defensa también se recambió la totalidad
de los asientos eyectables de los A4-AR. En lo que respecta a apoyos a la
actividad militar aérea se completó la puesta en servicio del simulador de
vuelo para los Pampa, se adquirieron sistemas inhibidores de drones ELI-4030,
un sistema detector de tiro y alrededor de una treintena de radares de largo,
medio y corto alcance. Parece insuficiente para una fuerza que hace 40 años que
no recibe inversiones acordes a las funciones que la legislación vigente le
confiere.
“Sin perjuicio del esfuerzo
y dedicación que el personal militar y civil de la institución realiza a
diario, hablar de una fuerza que tiene apenas una escuadrilla de aviones en
condiciones efectivas de realizar una operación de combate equivale a reconocer
que la fuerza está muy lejos de alcanzar el cumplimiento de sus objetivos como
brazo armado de la patria en el aire. Esto en modo alguno implica sostener que
el personal que sostiene y opera los distintos sistemas de armas los pondrían
en el aire si no están dadas todas y cada una de las condiciones para que el
vuelo sea seguro. No hay margen, no hay tolerancia ni dispensa ni urgencia que
habilite a un piloto militar a poner en riesgo su vida y el material que se le
confía si tiene dudas sobre su estado de mantenimiento o alistamiento”, sostuvo
uno de los oficiales superiores consultados por Infobae. Y agregó:
“Evidentemente podemos ejercer un mediano control del espacio, con una
radarización que no es suficiente y en lo que se refiere al aire en sí estamos
limitados a un rol disuasivo y en modo alguno ofensivo. No tenemos con que”.
Para concluir: “El
reequipamiento militar es una asignatura pendiente de la democracia para con la
defensa nacional. En los primeros años de vida institucional plena, se
confundió el rol institucional de las fuerzas armadas con las acciones que
pudieron haber cometido quienes temporalmente las tuvieron a su cargo. Pero eso
va quedando atrás, hoy vemos a nuestros hombres y mujeres trabajando codo a
codo con la sociedad civil mitigando las consecuencias del COVID-19, desde las
más altas autoridades nacionales hasta el ciudadano más humilde reconocen el
esfuerzo y la voluntad puestas de manifiesto, pero no podemos negar que estamos
en un estado casi terminal. El límite está dado por la obsolescencia del
material y la falta de entrenamiento del personal, no todo se puede suplir con
simuladores ni con clases teóricas. Hoy le tocó al Primer Teniente Venturini y
el hecho causa dolor por haberse cobrado la vida de una persona muy joven. Pero
esta realidad debe interpelar necesariamente a nuestros conductores políticos y
alentarlos a comenzar a trabajar en una efectiva política de defensa”.
Por último tanto el
Ministerio de Defensa en forma institucional como el Ministro del Área Agustín
Rossi expresaron sus condolencias a la FAA y a la familia del extinto piloto
militar. “En este difícil y doloroso momento hago llegar mis condolencias a la
familia, amistades y camaradas del Capitán Gonzalo Britos Venturini de Fuerza
Aérea Argentina. Manifestó Rossi en sus redes.
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