expone crecimiento
en tráfico transatlántico
Escrito por Owen
Boed
In Sight Crime
-OCTUBRE 12, 2020
Un nuevo informe
sobre narcotráfico y consumo en Europa ayuda a entender el impacto de la
producción sin precedentes en Latinoamérica en el suministro de drogas al otro
lado del Atlántico.
El Reporte Europeo
de Narcóticos 2020, publicado por el Centro Europeo de Monitoreo para
Narcóticos y Adicción a Estupefacientes (European Monitoring Centre for Drugs
and Drug Addiction, EMCDDA), ha desglosado la dinámica del narcotráfico en el
periodo 2018-2020.
Con una producción
récord de 1.137 toneladas de cocaína en 2018 por parte del mayor productor
mundial de cocaína, Colombia, los ojos de los traficantes latinoamericanos se
han fijado con firmeza en Europa, el segundo mayor mercado de consumo en el
mundo después de Norteamérica. Los precios al por mayor también son más altos
en Europa, donde un kilo de cocaína se vende en US$42.000 en promedio, en
comparación con los US$28.000 en Estados Unidos, según cifras reportadas por la
Oficina de las Naciones Unidas para la Droga y el Delito (ONUDD). Más aún, el
mercado europeo siguen presentando un importante potencial de expansión, según
el nuevo informe.
A continuación,
InSight Crime expone cuatro importantes conclusiones del Reporte Europeo de
Drogas 2020.
1. Explosión del
flujo de cocaína durante la pandemia
El flujo de
cocaína en Europa se ha incrementado durante la pandemia. Los datos
recolectados por el EMCDDA con base en decomisos e inteligencia indican que el
narcotráfico no tuvo alteraciones serias, con la especial falta de afectación a
métodos que aprovechan el intercambio comercial, como el tráfico por barcos de
contenedores.
La pandemia está
acelerando tendencias preexistentes en el tráfico de cocaína hacia Europa. Un
informe anterior del EMCDDA estableció que los decomisos marítimos de cocaína
con barcos de contenedores aumentaron seis veces entre 2006 y 2014 hasta
convertirse en el método de tráfico dominante de un lado a otro del Atlántico.
Con la drástica
reducción del tráfico aéreo durante la pandemia, este método se ha vuelto aún
más crucial para los traficantes transatlánticos de cocaína, según el informe.
Los traficantes
también se las arreglaron para eludir las restricciones de movilidad durante la
pandemia con redes de recepción dedicadas y funcionarios corruptos listos en
importantes puertos y ciudades de Europa. Por ejemplo, en el puerto de
Rotterdam —el mayor de Europa— los decomisos de cocaína alcanzaron las 25
toneladas en el primer semestre de 2020, el doble registrado en el mismo
periodo del año anterior.
2. Más cocaína de
mayor calidad
Los decomisos
récord de cocaína y su pureza inédita indican que hay una cantidad de cocaína
‘sin precedentes’ ingresando a Europa, lo que conlleva una mayor disponibilidad
para los consumidores, según el informe del EMCDDA.
Los datos más
recientes de decomisos de cocaína en los países de la Unión Europea (UE), de
2018, indican que ese año se decomisó un récord de 181 toneladas de cocaína.
Esto representa un aumento de 27 por ciento sobre 2017 y un alza de 151 por
ciento sobre 2016. Entre tanto, los informes indican que la Unión Europea se
dirige hacia otro año récord en decomisos de cocaína en 2020.
Más aún, el grado
de pureza de la cocaína en las calles es el más alto en una década, según el
reporte: una cada dos muestras de cocaína ensayadas arrojó una pureza superior
al 75 por ciento.
El análisis del
enorme alza de los decomisos reportados por Italia, Alemania, Portugal y el
Reino Unido en 2019 podría llevar a la conclusión de que se han diversificado
los puntos de ingreso de la cocaína, pero es justo lo contrario; el grueso de
la cocaína se capturó en tres países: en 2018, Bélgica, España y los Países
Bajos presentaron el 78 por ciento de los decomisos totales de cocaína en la
Unión Europea.
3. Expansión de
los mercados de cocaína en Europa
El consumo de
cocaína en Europa ha presentado un incremento sostenido durante la última
década.
Usando encuestas
sobre consumo de la droga, el informe halló que un estimado de 1,3 por ciento
de la población, o más de 4 millones de personas, consumieron cocaína en 2018.
El análisis del EMCDDA de metabolitos de cocaína en aguas residuales muestra un
aumento de 120 por ciento entre 2015 y 2019.
El análisis de
aguas residuales también indica que la cocaína se está haciendo más común en
las ciudades de Europa del este.
El creciente
consumo de cocaína en el este de Europa —una región de casi 300 millones de
habitantes— indica muchas probabilidades de que el mercado europeo de cocaína
siga expandiéndose en esa región y que hay posibilidades de que los grupos del
crimen organizado en Europa y Latinoamérica lleguen a regiones sin explorar.
4. La producción
europea de MDMA sigue en aumento
El Informe Europeo
de Narcóticos también indica que la producción europea de drogas sintéticas es
fuerte, lo que tiene implicaciones para Latinoamérica.
La producción de
MDMA —abreviatura de la 3,4-metilendioximetanfetamina, el principal
ingrediente activo de la sustancia conocida comúnmente como éxtasis— está
creciendo en Europa. Los decomisos de MDMA en el Viejo Continente muestran una
tendencia ascendente desde 2010, y el informe menciona una diversificación de
los lugares de producción. En 2018, se detectaron 20 laboratorios de MDMA en
los Países Bajos, dos en España y uno en Suecia.
Cientos de miles
de píldoras de MDMA fluyen hacia el oeste por el Atlántico desde países como
Bélgica y Alemania hacia Latinoamérica, en especial Argentina. Una vez allí, la
droga también se trafica a países vecinos con buen poder adquisitivo, como
Chile.
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